Kim Seokjin

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Todos en la acera se giraban para ver, aquellas hermosas piernas enfundadas en un par de calcetas blancas altas con dibujos de gatitos llamaban la atención de mas de una persona.

Esa falda rosa con un tableado ligero, estando a mitad del muslo dejaban ver perfectamente el liguero de encaje blanco que adornaba la lechosa piel joven, la blusa blanca y corbata rosa daban la imagen de una hermosa chica de colegio. Chupaba con dedicación una paleta de fresa y jugaba con el largo de su cabello castaño.

La gente le observaba, había algo inusual en aquella chica. Su belleza era incomparable, cualquier persona, hombre o mujer, envidiaba el color de sus ojos, la forma de sus labios y la textura de su piel.

Era la persona más bella que cualquiera podría haber visto en su vida.

Caminaba con seguridad hacía un lugar que le hiciera sentirse en paz, su vida no había sido fácil pero no dejaba que eso le detuviera. Total, si su familia le había abandonado cuando les dijo la verdad, realmente no merecían la pena, sólo su hermana lo hacia.

Le informó que saldría aquella tarde, iría a un pequeño antro de música latina a bailar, eran las siete de la noche y no podía esperar más, tenía veintidós años, toda una vida por delante y experiencias a la espera.

Entro al lugar recibiendo la mirada de todo el mundo, no le importó.

Tomó una servilleta y anotó su pedido, el ruido dentro era demasiado y no quería gritar para que le atendieran. Así que dejo su pedido y le señalo al barman la pista de baile, este asintió con una sonrisa. Para aquel hombre no era raro ver ese rostro en el lugar, estaba acostumbrado a ello e incluso le esperaba cada viernes y se aseguraba de que su noche fuera lo que esperaba, tranquila y relajante.

Mientras su cuerpo se movía al ritmo de la música, a como lo sentía que debía ser pues no sabía realmente como bailar y solo se dejaba llevar, sintió unas grandes y gruesas manos posarse en su cadera, le gustaba vestir como colegiala pues aseguraba que una gran parte de hombres se le acercara aunque no llegara demasiado lejos con ellos luego de abrir la boca.

- Hola cariño - saludo un joven hombre de traje, evidentemente muy bien acomodado económicamente hablando, respondió al saludo con su movimiento de cabeza así como de cadera.

No hubo más palabras que decir, ambos se sumergieron en un baile tan sensual.

El chico acariciaba las piernas contrarias y embestía por sobre la tela clavándose en el culo contrario, ganándose que gemidos salieran de aquellos gruesos labios mostrando su aceptación.

Un par de canciones más y el chico tomo la mano contraria llevándola a los baños del lugar.

Sabía lo que venia y, sólo esperaba que está vez pudiera terminar bien.

Se había cansado de los golpes y las noches ajetreadas.

Se besaron nada más la puerta se cerró, sus bocas chocaban salvaje mente y las lenguas hacían un contacto sucio cada que la oportunidad lo permitía, sintió aquellas grandes manos recorrerla hasta que esta entro por su ropa interior... entonces se detuvo.

- ¡Pero que carajo! - el chico estaba completamente sorprendido y confundido - ¡Eres hombre! - gritó molesto.

- ¿No lo habías notado? - respondió Seokjin metiendo su mano debajo de la falda y dejando al descubierto su pene semi erecto, gracias al grito mata pasiones de su acompañante.

No entendía como sucedía, si bien se vestía como mujer y lucia mucho mejor que la mayoría, el ancho de sus hombros, su altura y el grueso de su voz dejaban en claro que era un hombre demasiado atractivo para el mundo.

El chico frente a Seokjin mantenía una gran batalla mental, podía evitar centrarse en que era un hombre quien le había creado una erección, no seria el primero ni el último hombre heterosexual que había caído por un chico gay, sólo habría que evitar que el resto lo supiera, aún más importante para él, debía evitar imágenes que se lo hicieran recordar.

- Bien, está bien, podemos tener sexo aun así - dijo convencido, por un momento Jin se sentía aliviado, normalmente los hombres al darse cuenta de que tenía un pene entre las piernas, terminaban golpeándolo y saliendo, en el mejor de los casos simplemente se daban vuelta sin decir nada mas.

No entendía su reacción, no les mentía diciendo que era una mujer, tampoco sentía la obligación de decir que bajo sus faldas había un gran y hermoso pene a la espera de algo de acción, no sentía la necesidad de aclarar la situación.

Él era él y nada más.

- Date la vuelta y no hables - ordeno el joven.

- ¿Disculpa?

- Se que quieres tener sexo tanto como yo, hagamos esto algo fácil para ambos. Tu me das la espalda y olvido que eres un hombre y tu tendrás una pene para follar...

El hombre no termino de hablar, Seokjin había lanzado un buen golpe directo a su mandíbula.

¿Quien se creía?

¿Tan importante era el echo de que no era mujer?

No lo entendía, sexo y placer no deberían tener reglas ni condiciones, no deberían ser actos exclusivos o que debieran mantenerse como un sucio secreto.

- Ni se te ocurra imbécil.

- ¡Necesitas un pene tanto como yo necesito donde meter el mío! - Jin lanzo otro golpe y salió molesto del sanitario.

Había conocido varios tipos así y le molestaba.

No negaba que había conocido a unos cuantos que no les importaba si era hombre o mujer, se dejaban llevar por la pasión y el deseo. Y ambos lo disfrutaban.

Se acerco de nuevo a la barra y tomó su bebida, era fácil confiar en que esta estaba limpia pues el barman era algo así como su protector, jamás dejaría que algo le sucediera.

Tomó un volante que estaba cerca de su copa y lo leyó.

Dionysus, el lugar para ti.

Sonrió, nunca había escuchado de él pero parecía ser una buena idea para salir de la rutina de todos los días. Además el volante tenía bonitos tonos rosados decorándolo y eso le gustaba.

- Tengo que irme, tal vez encuentre lo que estoy buscando - le dijo al barman cuando este se acerco y recibió el pago por su consumo.

El hombre miro como Seokjin sostenía una servilleta con seguridad, la miraba y sonreía, no lo entendía y no pretendía hacerlo así que se despidió de aquella hermosa figura enfundada en rosa esperando que encontrará lo que estaba buscando.

Se lo merecía.

Dionysus - TaeGi x BTS. #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora