Luces estroboscopicas pintaban los cuerpos que se balanceaban al ritmo de la música, el aroma a sudor y tabaco inundaba el aire invitando al resto a unirse, más el vino aromatizaba por debajo de cualquier sensación, desatando cada cuerpo y liberándolo de sus restricciones para seguir sus impulsos y gozar de la noche y el momento.
Porque bajo el oscuro manto de la noche era cuando el placer crecía y las sensaciones elevaban su nivel por sobre el cielo.
Era Dionysus, el lugar indicado para conectar con aquel ser interior cubierto de normas morales, de restricciones, de limites, aquel ser interior que vela solo por su gozo y que la sociedad va apagando a cada oportunidad.
*
Era llamativo para quien mirara desde fuera, no habían muchas personas haciendo fila, o eso le parecía a aquel hombre quien apenas se había acercado a la entrada, un gran y fornido hombre le hizo entrar y le guió por un pasillo iluminado hasta una gran habitación.
La habitación era elegante, tenia muchas pinturas antiguas que revelaban la verdad del mundo. Las imágenes mostraban sexo y plenitud.
Le gustaba.
El completo de una pared estaba lleno de copas y botellas, los mejores vinos y licores se mostraban allí, leyó cada etiqueta y degusto cada aroma. Eso parecía un paraíso para él.
Mientras se acercaba a prepararse, lo que estaba seguro sería, el mejor trago de su vida, escucho gemidos muy cerca de él. Una sonrisa pintó su rostro y creyó que su noche no podría ser mejor.
Se equivocaba.
*
- La fila es larga Jungkookie, estoy cansado - Jimin se quejaba cual niño pequeño.
Llevaban apenas escasos cinco minutos a la espera de entrar a aquel lugar que sólo de noche pudieron encontrar. Jimin iba a la espalda de su pareja, quien no se quejaba del peso extra en su espalda.
Ambos estaban ansiosos por entrar y descubrir lo que encontrarían en aquel lugar. Jin les había dicho que se divertirían y valdría la pena además de que las vibraciones que de allí percibían no hacia mas que aumentar su emoción.
Continuaban avanzando cuando el tintineo de un cascabel les hizo girar la vista. A lo lejos se escuchaba y veía a una hermosa chica usando unas lindas orejas de gato junto a ropa blanca, medias de red, zapatos deportivos con ojeras de gato y una pomposa cola blanca que se meneaba de un lado a otro.
Jimin fue el primero en reconocer a quien llamaba la atención de los presentes.
- ¡Jinnie! - gritó emocionado mientras agitaba su mano y se movía sobre la espalda del mas alto.
- ¡Jiminnie! ¡Estas aquí! - muchos se giraron para ver a aquella hermosa chica correr hacia la pareja, su cuerpo por completo dejaba en claro que era una hermosa mujer, incluso el largo cabello cubría y disimulaba sus anchos hombros sin embargo la gruesa voz declaraba a un chico demasiado bello para el ojo humano.
- Te vez hermoso - declaró Jimin mientras con su pequeña mano acariciaba las orejitas sobre la cabeza del recién llegado - ¿puedes prestarme tu ropa después?
- ¡Por supuesto! Seguro te quedara de maravilla - el joven sonreía al imaginar a aquel chico cabello de algodón de azúcar usando orejitas y un cascabel.
- ¡Oh, no es para mi cariño! Se que a Kookie no importara usarlo alguna vez - Jimin acaricio la pomposa cola ganándose un jadeo por parte de la chica. Sonrió al darse cuenta de donde estaba sujeto aquel accesorio.
Jin miro de pies a cabeza al mayor y sonrió, también le gustaba la idea de ver al mayor usando aquellas ropas. Lo había visto desnudo antes y le gustaba lo que muy pocos conocían.
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Dionysus - TaeGi x BTS. #Wattys2019
FanfictionSolo los indicados pueden verlo. Solo los elegidos son capaces de llegar a él. Aquellos quienes no nieguen su gusto y su placer pueden cruzar por esa puerta. Y quienes sobrepasen sus propios limites podrán perderse en ese par de ojos. "Kook, Jin me...