Jung Hoseok

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Los gruñidos se escuchaban bestiales.

El choque entre las pieles era, incluso doloroso.

Los gemidos, hacia mucho tiempo, habían dejado de mostrar placer sin embargo no había ninguna señal para que todo aquello se detuviera.

Hoseok seguía embistiendo con fuerza a aquella mujer, ella había accedido a ir mas allá de lo clásico y convencional, Hoseok había hablado y había mencionado que tan intenso era. Estaba tan cansado de tomar por sorpresa a sus parejas sexuales que terminaban llamándolo pervertido luego de que él dejara salir todo su ser a flote y había decidido que lo mejor era dejar un aviso antes de comenzar.

Los aromas mezclados en el aire hacían que su control se perdiera, no había nada que pudiera hacer para mantener a raya a la bestia que tenía dentro y realmente no quería hacerlo.

Sudor, orina, sangre, eyaculación femenina y otros aromas inundaban la habitación, las lagrimas en el rostro de la mujer solo acentuaban el placer que Hoseok sentía al ver lo que había logrado.

Tomo ambas manos de la mujer y tiro de ellas para ponerla de rodillas sobre la cama, con su espalda pegada al pecho y el sonido de sus sollozos en su oído.

Un par de embestidas más tarde Hoseok salió de la mujer y la dejo caer en la cama para, posterior mente, tomar su pene y acariciarlo hasta terminar. Lanzo su liberación sobre el cuerpo de la mujer sin importar donde caía cada gota, el solo saber que el cuerpo contrario estaría cubierto con su semen le hacia extender su momento de placer.

Gruño satisfecho cuando la ultima gota cayó, había gozado demasiado.

Vio como la mujer temblaba y lloraba, paso uno de sus dedos sobre el rostro de la mujer para limpiar sus lágrimas después, ese mismo dedo, hizo recorrido por el cuerpo de la chica tomando su semen, la corrida de ella, la orina, la sangre y el sudor. Llevo el dedo con aquella mezcla viscosa y lo introdujo en la boca, la chica lloraba mientras sentía el sabor salado y amargo de la mezcla en su lengua y prontamente vómito.

- Eres un desgraciado - Hoseok miro detenidamente a la chica quien le había insultado en voz baja.

No le dio verdadera importancia y saco un cigarrillo, lo encendió y camino frente a ella aún desnudo, su cuerpo comenzaba a picar gracias a la mezcla de fluidos y, aunque era incómodo, le gustaba.

- Me violaste - de nuevo hablo - ¡Me violaste!

- No lo hice.

- ¡Me hiciste daño!

- Nunca pediste que parará.

- ¡Estaba llorando, imbécil! ¡Era obvio que quería que pararás!

Hoseok entendía el rumbo de aquella conversación, la satisfacción que había sentido minutos atrás fue reemplazada por la molestia y la decepción.

- Nunca lo dijiste...

- ¡Me obligaste!

- No te obligue, tu sabías quien era yo y te acercaste a mi buscando lo que sabias que yo tenía para dar. Te lo dije, te aclare que sería intenso.

- ¡Fuiste una completa bestia!

- Te dije que lo sería - Hoseok hablaba con tranquilidad.

No era la primera vez, y sabía que tampoco seria la última, en que alguien terminaba gritándole que era una bestia en el sexo. No le molestaba porque sabia que era verdad.

- ¡Eres un maldito pervertido! ¡Te llevare frente a las autoridades y pagaras por el daño que me haz hecho!

- ¡Adelante, ve y demandame! Tengo pruebas de todo esto - se acerco a una vídeo grabadora que había puesto en la puerta de entrada de su domicilio, pues vivía en un departamento de una sola pieza, y se la mostró - ¡No te obligue a nada, nunca pediste que me detuviera y no soy un maldito pervertido!

- Imbécil - la chica tomo su ropa mientras trataba con todas sus fuerzas dejar de llorar.

- La única imbécil aquí eres tu. ¿Me llamas a mi pervertido? Fuiste tu quien quiso explotar tu vida sexual, fuiste tu quien pidió nuevas experiencias, tu estabas consciente de lo que eso significaba.

- ¡Debía ser diferente! ¡Debiste comenzar con sexo vainilla al saber que yo era inexperta! - entonces Hoseok comenzó a reír cayendo en la cuenta de la situación.

- Yo no soy Christian Grey, tu no eres Anastasia y esto no es un jodido libro romántico con algo de sexo incluido. Así que ahora ve y demandarme, aprovecha que todo esta fresco aún, estaré esperando a los oficiales manteniendo la evidencia sobre mi cuerpo así que apresúrate que tus jugos comienzan a picar - la mujer dejó el lugar ofendida e indignada mientras Hoseok suspiraba cansado.

No sabía cuanto tiempo tomaría para que la policía tocará a su puerta, no era la primera vez que llegaba a una estación gracias a alguien que quería lavarse las manos por sus primitivos deseos. Y la verdad era que estaba cansado de ello.

Se recostó en la cama y cerró los ojos a la espera de los oficiales para pasar de nuevo por aquella burla sobre su vida sexual.

No supo cuando cayo dormido ni cuanto estuvo en ese estado, pero cuando abrió los ojos supo que era ya entrada la noche y un par de luces se reflejaban por sus ventanas.

Rojo y azul.

Habían llegado por él.

Espero pacientemente el llamado a su puerta pero este nunca llego, curioso, se asomo por su ventana encontrando la calle vacía, las luces aún se reflejaban pero no había ningún auto policial cerca.

Levanto la vista para poder ver de donde provenía aquella luz, entonces lo vio.

Un enorme letrero, que jamás había visto antes, de alzaba con orgullo, sus letras en rojo y azul solo escribían una palabra.

Dionysus.

Y supo que debía ir allí.

Dionysus - TaeGi x BTS. #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora