4. Acostumbrándome.

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Mi nuevo hogar.

一Adelice, ¡es hora de comer! 一grito Teresa desde la cocina.

Estaba recostada en el sofá-cama de la sala de estar, buscando en la tv cualquier canal o programa interesante que me entretuviera un rato. Lamentablemente para mí, no había nada importante que ver.

一¡Ya voy! 一le grite en respuesta.

Me levante, apague el televisor y me dirigí a la cocina.

Después de haber llegado ayer a mi nuevo hogar, no había tenido nada que hacer. Me la había pasado en mi nueva habitación desempacando las maletas y después de eso, Teresa me hablo de una serie de normas que se supone que debía cumplir.

"No se si tu madre te permitía en casa hacer lo que quisieras, pero conmigo no sera así. Seré estricta respecto a algunas cosas, ¿Estas de acuerdo, señorita?"

La noche anterior no había podido conciliar el sueño, y era raro que no estuviera cansada. Me sentía incomoda viviendo aquí. Era evidente por un lado porque apenas me mudaba a la casa de Teresa, pero aun así no me sentía bien con eso. Sin embargo me prometí darme un tiempo, después de todo, eso era lo que necesitaba ¿No?

一Adelice ¿Puedes por favor sacar los cubiertos que están en el primer cajón de la esquina? 一 Teresa agito el dedo hacia el cajón de la esquina de la cocina.

一Claro一dije sacándolos y poniéndolos en la mesa一 ¿Hoy tienes que trabajar? 一le pregunte. No me respondió.

Me aclare la garganta.

一Perdón, ¿Qué linda? 一dijo distraída sirviendo los platos.

一Que si hoy tienes que trabajar一repetí un poco más fuerte.

一Oh, eh, no一 Repartió la comida sobre la mesa, y luego se sentó en la silla del comedor一 Hoy tengo el día libre.

Me senté de igual manera en la mesa frente a ella.

一¿Mama te ha llamado hoy o te ha dejado algún mensaje? 一pregunte queriendo sonar casual.

Teresa dio un bocado de su almuerzo y me miro por un instante. Luego negó lentamente con la cabeza. Aparte la vista para que no notara la decepción en mi rostro. Ya me lo esperaba.

一Adelice, no te pongas mal一dijo mirándome con tristeza tomándome de las manos一 Sabes perfectamente como es tu madre, probablemente llame más tarde. Debe de estar ocupada. O haciendo otras cosas.

一Sí, claro. ¿Desde que me fui? ¿Acaso no tiene un miserable segundo para saber cómo se encuentra su hija?一 respondí molesta.

Teresa frunció los labios, pero no dijo nada. Ella sabia que yo tenia razón.

No quería ser grosera con ella, después de todo lo que había hecho por mi debería de estar agradecida. Pero tampoco quería que me tuviera lastima, así que tampoco le dije nada. Solo espere que la explosión de decepción, tristeza y enojo se fueran de mi. Estaré bien

Y seguí comiendo como si nada.

Después de un largo minuto Teresa me pregunto.

一¿Qué te parece si salimos un rato a pasear? 一 Le agradecí mentalmente que olvidara el tema. Teresa prosiguió一 Vi que en el museo del centro están exponiendo algunas obras de artistas no tan reconocidos, y algunas replicas anónimas, y cosas así. Aunque no sé si te guste la idea. Ya sabes cómo son los adolescentes de hoy en día一rodó los ojos一 Se ha perdido mucho la afición por el arte y la cultura .

一No es que tenga muchas ganas de salir一le dije siendo honesta一 Pero como no tengo más nada que hacer y tu tienes el día libre, me parece bien la idea一fingí una sonrisa.

一Bien, entonces déjame alistarme y arreglar la cocina y nos vamos de una一 Se levantó de la mesa y llevó los cubiertos al lava platos.

一¿Porque no mejor yo arreglo la cocina mientras tu te arreglas? 一 le dije queriendo ser amable. Me miro dudosamente一 De verdad, no es problema para mí. Así saldremos más rápido.

一Bueno...Bien一 acepto finalmente a regañadientes. La vi dudar un momento, pero cuando menos me lo espere se acerco a mi, y me abrazo. Dio un pequeño beso en mi frente, y se fue rápido a su habitación.

No tuve tiempo para corresponderle al pequeño gesto de mi tía, pero me dejo sin habla. Solté un suspiro y lave los platos pensando en todo, y a la misma vez en nada.

La única excepción (Editando).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora