La única excepción (Editando).

6. Continuación.

Adelice.

Después de haber salido rápidamente del auto de mi tía, me dirigí directo al baño del Museo, aunque  mi intención no era ir exactamente para allá. Por lo que me desvié del camino, y camine por los alrededores de las salones en donde se encontraban todo tipo de obras y esculturas de artistas de artistas anónimos, y otros mas reconocidos.

Mi preferencia por el arte de Museo eran las pinturas y retratos antiguos porque contenían historias ocultas, ya fueran parte de lo que vivieron sus viejos autores o lo que ellos descubrían e iban planteando. Me gustaban más las melancólicas y tristes, llenas de mensajes oscuros. Me sentía algo así como identificada. No es que fuera gótica ni una chica deprimida, pero en ese momento me sentía de esa manera: tan sola, y a la misma ves entendía al ver aquellas imágenes lo que expresaban sus artistas, hacían que mi estado de animo quedara perfectamente con ellas. Era algo así como interesante.

Reí.

Estaba parada frente a la entrada de un salón, el cual me indicaba que era  "LA GALERÍA DE ESCULTURAS ARTÍSTICAS" así que entré. Prácticamente el lugar estaba vacío, ya que no había muchas esculturas que mostrar. Excepto una. El rapto de Phoserpina que, claramente, era una pequeña réplica de la original. Pero por supuesto, ya había alguien en frente de esta que ocupaba casi toda la vista de la obra. Me acerque unos cuantos pasos al hombre que estaba de espaldas frente a mí y aclare mi garganta apropósito.

一¿Tengo que llamar algún guardia para que te quite y puedas dar permiso de mirar a los demás, o tengo que esperar a que salgas de tu mágico encanto por lo que sea que estés meditando? 一 pregunte sarcásticamente, cruzándome de brazos.

El hombre (que por cierto era joven) se sobresaltó y se dio la vuelta viéndose claramente confundido.

 一Lo siento, creí que estaba solo 一dijo el chico mirándome sobresaltado.

一No te preocupes, de todos modos acabe de llegar 一 El asintió con la cabeza y después se pasó una mano por el cabello 一 El rapto de Phoserpina, ¿eh? 一 le dije cambiando de tema一 Gran obra de Bernini. Aunque no es la única. Me gustan más las pinturas de Diego Velázquez, debido a que hay una que me trae muchos recuerdos 一cerré la boca de una.

El hombre cambio su atención de la obra hacia mí, mirándome con curiosidad.

一A mí también me gustan一 dijo el con voz grave一 Me refiero a los dos, fueron grandes artistas y buenas influencias en el arte de la época renacentista.

Asentí estando de acuerdo con él, y mire a mí alrededor viendo el resto de las esculturas que estaban en la sala. Después de un rato me pregunto.

 一¿No eres de aquí, verdad?

Dude un momento.

一No 一dije finalmente 一 Vivo...vivía a unas 3 horas de aquí.

 一Se nota la diferencia en tu acento 一me dijo 一 ¿Desde hace cuánto?

 一¿Desde hace cuánto me mude? 一el asintió 一Dos días, más o menos.

一Bueno, en ese caso bienvenida a la ciudad 一me dio una amplia sonrisa, y yo le sonreí de vuelta. Luego el miro hacia otra parte. 

Le eche una rápida ojeada. Era un hombre alto y delgado. Llevaba el cabello castaño oscuro y desordenado, su mirada parecía siempre concentrada en algo. Tenia un rostro confiado y jovial, era guapo e iba bien vestido.

Él se volteo hacia mí y yo aparte la vista rápidamente sonrojada. Creo que lo detalle un poco mas de la cuenta. El abrió la boca como si fuera a decir algo, pero después ladeo la cabeza como pensativo y no dijo nada. Me miro de la misma manera en la que yo lo estaba mirando, y yo me sonroje mas incomoda.

Fue extraño, porque estaba al lado de mí sin decir ninguna palabra, pero a la misma vez me estudiaba  como si supiera quien era, o creía saber quién soy. O como si me conociera.

Le devolví la mirada y alce una ceja. No se inmuto por lo que nos quedamos de pie, juntos, mirándonos confiados. El lo hacia apropósito, lo sabia, ¿Quería incomodarme?. No podía saber a ciencia cierta qué era lo que pensaba, ¿y  como iba a saberlo? Pero su rostro no mostraba ninguna expresión facial que me dijera que era lo que pasaba por su mente. ¿Pensara el que yo soy un poco rara?

Apartamos la vista rápido cuando escuchamos que alguien se acercaba con pasos apresurados hacia nosotros.

 一¿Adelice? ¿Querida? 一dijo Teresa, mi tía, soltando un suspiro y agarrándose del pecho dramáticamente一 ¡Me asustaste! Creí que te habías perdido, o peor aún, ¡Que te habían secuestrado! Que susto.

 Abrí los ojos.

 一Solo estaba caminando por ahí 一Me sentía un poco avergonzada.

 一Bueno, ya veo. Tenemos que irnos 一ignoro completamente al chico que tenía enfrente de mi一 Se me ha olvidado hacer unas diligencias y ya se está haciendo tarde. De verdad discúlpame, soy algo así como distraída a veces y no lo recordaba.

 ¿Distraída a veces?  ¿O querrá decir siempre?

 一Mmm, está bien, no importa 一dije mirando de ella, al chico de ojos claros.

 一Bien, te esper... 一sonó un celular. Teresa metió la mano en el bolso que llevaba en su brazo y alzó una mano hacia mí para que no hiciera ningún ruido 一 ¿Halo? Oh... si claro... por supuesto. Bien, ya voy para allá一colgó y me miro 一 Te dejaría quedarte un rato más, pero como no sabes el camino de vuelta a casa, te llevare de una 一volvió a sonar su celular. Me echo una última mirada indicándome que la siguiera y luego salió apresuradamente de la sala.

Me quede parada como una niña tonta sin decir nada.

 一Tu mamá te espera 一dijo el chico al verme parada tiesa sin hacer ningún movimiento.

 一¿Que? 一lo mire 一 Ah sí... fue un placer conocerte 一lo dije casi como una pregunta.

 El rió.

 一Igualmente, señorita...

 一Ángel.

 一¿Ángel? ¿Es tu nombre?

 一¿Muy de hombre? 一torcí la boca en una pequeña sonrisa.一 No, no es mi nombre 一fui agregar algo más, pero decidí mejor callarme e irme, por lo que me dirigí a la salida del salón, y antes de irme le dije 一 Ángel no es nombre de hombre... o pueda que sí. Solo es mi apellido. Y.. bueno, mas nada, chao chico.

No escuche que era lo respondía porque me aleje rápidamente de allí, pero pude oír que se reía no se que de.

Pero yo también reí por dentro.