Hola, a todos(a). Espero que estén bien.
Lamentablemente no he podido subir capítulos y actualizar mí novela. ¡Pero al fin les traigo un capitulo nuevo! La verdad es que durante estos días me he dedicado a escribir otra historia, pero claro, con esta tampoco dejare de hacerlo. Solo que no me llegaba la inspiración :B
El caso es que, para las pocas personas que leen (tengo la esperanza de que va a crecer poco a poco) me sigan apoyando con mi primera novela "La única excepción". De verdad les agradezco. También me gustaría que votaran y comentaran sus opiniones, me gusta tomarlas en cuenta.
Y pues sin nada más que decir, disfruten de este pequeño capitulo nuevo. ¡Espero y les guste! :D
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Un pequeño incidente.
Las calles de la ciudad estaban solas en una mañana del 4 de Septiembre. Las pocas personas que habían sacaban a sus perros a la calle para que hicieran sus necesidades, y los pocos carros que había iban directo al trabajo.
Pero Mariana solamente observaba a esas personas pasar, mientras ella estaba sentada en una de las bancas de una plaza. Sentía frio. Deseo dentro de su mente que volviera el verano. Lo prefería mil veces más que Otoño, en donde las temperaturas comenzaban a bajar, y el frio se volvía insoportable. Mariana vivía alquilada en una residencia que no quedaba muy lejos de donde se encontraba. Llevaba 3 años viviendo allí. También era estudiante de Medicina de la Universidad Estatal de Dulast. Se había esforzado mucho para llegar a estudiar lo que ahora estaba estudiando, razón por la cual se sentía orgullosa de eso, ya que le había costado mucho esfuerzo, de igual manera mucho esfuerzo haberse alejado de su familia. También trabajaba como asistente de un Terapeuta, en otros momentos cuidaba niños, y a veces, hasta mascotas. Y aun así su sueldo no era suficiente, pero al menos aceptable.
Se levanto del banco, y comenzó a caminar para calentarse un poco. Siempre hacia esto todas las mañanas. Se levantaba, hacia sus necesidades, desayunaba, y luego salía a la calle a pasear un rato por ahí. Pensó en sus padres e inmediatamente los extraño. Se arrepentía de haberse apartado se sus lados, aunque para estudiar medicina tuvo que mudarse, ya que en donde vivía antiguamente no habían cupos para esa carrera. Asimismo, con 20 años de edad, quiso independizarse, y estaba bien con eso. O mejor que eso, excelente. Pero a la misma vez era duro, y Mariana nunca pensó que las cosas llegaran a ser tan difíciles en un principio.
Fue a cruzar la calle, cuando no se percato a tiempo que enfrente de donde se encontraba, un chico bajito se dirigía corriendo hacia ella. El primer instinto de Mariana fue apartarse rápidamente de su camino, pero los dos tropezaron y cayeron juntos al suelo a mitad de la carretera. Ella se quejo y le reclamo que mirara por donde "corría". El no le presto atención, se paro rápidamente, y siguió su recorrido. Parecía bastante apurado, como si alguien lo estuviera persiguiendo.
Que grosero. Pensó la chica. Se levanto del suelo, y cuando dio la vuelta, un carro iba a toda velocidad hacia ella. Mariana abrió los ojos lo mas que pudo, e intento apartarse rápidamente. Pero ya era demasiado tarde.
Lo último que vio antes de cerrar los ojos, fueron unos ojos azules profundos.
B/9D
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La única excepción (Editando).
Short Story«Es difícil comprender porque las personas importantes en nuestra vida, tarde o temprano tienen que irse». Adelice no espera que su vida este llena de milagros. Simplemente tiene un solo deseo: y es poder relatar algún día una historia feliz en la q...