Capítulo 9 "Tres Semanas Después... "

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Ccino no tenía ninguna flaquees de perdonar a Nigthmare, tenía el conocimiento de lo equivocado que estaba, mas era su problema y esto no influiría en la relación con la pequeña Mokka. Ella podía tener todo el contacto con Nigthmare, que viniera a visitarla, que se la llevara al parque, en fin, aunque al principio el plan del apellido, Ccino no lo aceptaba. Sería "Nyanco" siempre, no lo cambiaría. Y el imaginar la próxima incertidumbre de su hija, del por qué no llevaba el apellido de su progenitor, la carcomía por dentro. Además, Nigthmare tenía derecho, y él había aceptado las visitas. Más remedio no existía.

Mokka portaba ambos apellidos, lo que la confundió. Ahora se la nombraban como "Joku" , y "Nyanco" pasó a ser el segundo. No entendía nada, antes sus maestras le decían "Nyanco" . Era tan confuso. Y los dos adultos tuvieron que explicarle del modo infantil y sencillo, inventando toda una historia de poderes mágicos y que a Tinkerbell le gustaba más el primer apellido.

La vida dio un giro en Ccino, podía tomárselo mal, pero era un bien para su hija. No era el suyo, era el de ella.

Y como dijo Nigthmare, no eran una familia y tampoco tenía esas intenciones. Únicamente debía seguir la historia de sus inmensos y largos viajes, el cual no dudaría mucho esa historia.

Alzó la mirada y todavía seguían jugando en el césped del parque del día sábado. Nigthmare estaba acostado boca abajo acompañando a Mokka con sus muñecas, a Ken le tenía puesto una capa de superhéroe, y ahora las baterías de Tinkerbell funcionaban para no hacer enojar a la pequeña de ojos plateados.

Ccino los miraba y volvió a concentrarse en los informes del trabajo, revisándolos con cuidado para enviarlos mañana. Sabía que no era apropiado trabajar hoy, pero era su deber, además Nigthmare estaba con Mokka. No había de qué preocuparse.

―Mami ―la niña se le acercó a sus piernas y le entregó una flor rosada del parque, acaparando su desconcierto―, para ti.

―Gracias, ¿de dónde la sacaste? ―sonrió bastante observando la hermosa florecilla en sus manos.

―Yo no fui, fue papá. ―dijo e indicó, sorprendiendo a su madre.

¿Nigthmare?

Lo divisó, sintiendo como sus pómulos se coloreaban, y una extraña sensación le revolvía por dentro. Nigthmare le miraba y le sonreía sin moverse del césped.

Quizás, sólo quizás, Nigthmare quería el perdón y algo más.

MokkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora