VIII Lettre

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Querida Charlotte:

Mi amor, mi cielo, mi vida. ¿Qué más necesitas? Quiero decir, te lo entregué todo, pero de nada sirvió. ¿Es así como engatusas a la gente, los atraes con tu belleza hacía tu pequeña telaraña? Tengo tantas preguntas, Charlie, no te imaginas cuántas. ¿Lo haces por deleite propio o por codicia? ¿Deseas expandir tu pequeña telaraña de engaños, o solo alimentar ese oscuro placer que ocultas?

No me engañas, Charlotte Moreau.

Nunca lo hiciste.

Estoy destrozado por tu culpa.

Aún te amo, espero que lo sepas. Y aún tenemos tantas memorias por escribir.

Esto me está matando, Charlie, no puedo soportarlo. Te has convertido en una huella indestructible; una cicatriz marcada con sangre; un nombre calcinado en mi cuerpo y en mi alma. ¿Por qué me dejaste, mon petit chat?

Te odio.

No, te amo.

Vuelve a casa, cariño.

Tuyo ahora y siempre, Julian.  

Nuestros Días de LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora