Epílogo 4. Prima hermana, más hermana que prima.

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Mi niñez la pasé mudándome de un lado a otro, terminé cuarto y regresamos a Trujillo, volví a mi anterior escuela con mis viejos amigos, pero un mes antes que empiece la etapa escolar, el tío Raúl vino de visita y me llevó a Lima a pasar el resto de mis vacaciones, el viaje fue larguísimo, me la pasé todo el trayecto dormida, pero estaba ansiosa de ver a Shantall, hace buen tiempo que no la veía, además quería conocer a la nueva integrante de la familia, la hija la tía Iris, la hermana menor de mi papá. Según dicen somos como dos gotas de agua, en lo físico y personal.

Al fin llegamos; tocamos el timbre de la puerta y salió una niña alta, mucho más alta que yo, morena, usaba lentes, tenía el cabello largo que caía en curiosas ondas, se me hizo conocida pero no sabía quién era, ella me reconoció de inmediato.

—¿Jeimy? —dijo bajando la mirada.

Yo conocía esa voz, ¿acaso era?...

—¡¿Shantall?!

—¡Prima! —Me abrazó casi cargándome.

—Shantall, cuanto has cambiado, ¡mucho! A ver ahora tienes el cabello en ondas, antes eras lacia, usabas cerquillo, y no usabas lentes.

—Pues si he cambiado, mi cabello empezó a ondearse y pues me detectaron miopía. Pero tú sigues igualita.

—Si es verdad, no he cambiado nada.

—Te extrañé.

—Y yo a ti

Nos abrazamos nuevamente, hasta se nos escaparon unas lagrimitas. Shantall me mostró su habitación, que sería la mía también por un mes.

Los días pasaron volando, y es que cuando eres niña todo es más fácil, conforme vas creciendo los problemas crecen contigo y todo es más complicado. Aquel mes lo pasamos jugando, viendo películas, visitamos el parque de las leyendas, el parque de las aguas, fuimos a la playa, cuidamos a Kaory, una nena muy inteligente, la tercera nieta.

Luego regresé a Trujillo. Shantall me visitaba en las vacaciones, y de tal modo pasé aquel año.

Cumplí los once, pronto haría el último grado de primaria y nuevamente nos mudaríamos mamá y yo; la abuela enfermó y por más que le rogamos que viniese con nosotros, siempre se negó así que tuvimos que ir con ella. Mi pobre papá se quedaría sólo una vez más, pero lo bueno de esto que por fin las chicas súper poderosas iban a estar juntas. Shantall también regresó a vivir con mi abuela paterna a aquel lindo pueblo.

SIMPLEMENTE JEIMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora