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El equipo de Steve tenía un nuevo uniforme, algo que tenía emocionados a todos porque significaba que habían conseguido un patrocinador.

Para Natasha Stark, significaba algo muy distinto; sentía que todo su cuerpo hormigueaba de emoción cada que miraba a Steve. Y es que el maldito uniforme que se le ajustaba perfectamente en las piernas y en ese maldito trasero de infarto que se cargaba, hacia estragos en la mente de la genio. No podía seguir ignorando la atracción que sentía por él.

Aunque, era muy extraño lo que sucedía entre ellos. Habían intercambiado palabras en un par de ocasiones, no más allá de lo cordial. Él le había salvado una vez, y la había acompañado hasta su auto después del final de algunos partidos. Cualquier cosa que sintieran se había mantenido en lo platónico hasta la fecha y para Natasha estaba bien, porque sabía que si aquello se volvía algo más tangible, sería un problema más para agregar a la lista.

El público estaba ansioso, la euforia era contagiosa y hacía vibrar a cualquiera. Se trataba de un juego amistoso contra un equipo de una universidad. Era un campo de baseball en toda la extensión de la palabra y, evidentemente, había un público bastante grande. Los de Brooklyn estaban nerviosos. Natasha podía verlos claramente desde donde estaba, en una parte céntrica del público.

Su compañía ahora era más extensa. Janet, Pepper, Rhodey, Bruce, Darcy y algunos del equipo de SHIELD, con los que había conversado casualmente un par de veces; Clint y Natalia, y para su desgracia, Sharon Carter.

Durante el juego, Natasha estuvo explicando a sus amigos aquellas cosas y términos que no entendían del juego, su boca no paraba de moverse y de vitorar de vez en cuando. Ellos no podían creer que hubiera una cosa además de la mecánica que pudiera mantener a la genio hablando sin parar y mostrando ese brillo de emoción cuando algo le gustaba. Aquella actitud de parte de Natasha era refrescante y, hasta cierto punto, encantadora. Y de hecho, todos agradecían que ya no pasara tanto tiempo encerrada en sí misma y sus máquinas. Sin embargo, había cierto grado de preocupación en la situación, pues todos sabían que su millonario padre la había comprometido con Ezequiel Stane.

***

Cuando fue el turno de Steve para batear, tanto Natasha, Clint, Natalia y Sharon se pusieron de pie.

Los ojos de Steve se movieron entre las gradas hasta que encontró aquella mirada castaña, entusiasta y brillante que le miraba de vuelta. En un arranque de valentía, Steve fue coqueto. Se quitó su gorra y guiñó un ojo en dirección de Natasha. Sonrió ampliamente, con la emoción recorriendolo de forma agradable, con su corazón yendo a mil por hora ante la encantadora reacción de la castaña; la vio quedarse congelada, al tiempo que recibía la burla de los que la acompañaban.

***

Natasha sentía que su ridículo corazón se saldría de su pecho, luego de aquel gesto dedicado a ella. Sus compañeros no dudaron en atacarla con bromas, lo que la hizo sonrojar cómo nunca antes.

El muy estúpido rubio de portada de revista estaba logrando con ella lo que ningún hombre había hecho. No podía creer que con un gesto la haya puesto como adolescente enamorada. Estaba segura que de ser un personaje animado, le habrían salido corazones de los ojos.

***

-¡¿Qué demonios significa ésto?!

Natasha dejó caer su cabeza sobre la mesa. El periódico fue arrojado justamente frente a su cabeza.

-No es nada-Bufó la castaña con cansancio.

-¿Cómo que nada? ¿Qué hacías en esa universidad?

-Nada, papá. Puedo ir a donde yo quiera, no sé porqué tanto alboroto.

Oh, pero claro que era alboroto. En la foto del periódico, se podía ver claramente a sus amigos, y luego a ella un poco apartada del grupo, hablando con Steve el cual daba la espalda a la cámara.

-No quiero escándalos, Natasha-Gruñó Howard.

-Solo era un partido de baseball, papá-Murmuró Natasha haciendo un puchero.

-A ti ni siquiera te gustan los deportes.

Natasha alzó su cabeza con una ceja alzada. Era algo sorpresivo que su padre supiera eso, pero lo fue aún más la extrañeza con la que dijo aquellas palabras.

-El baseball puede ser interesante cuando lo entiendes-Dijo, encogiéndose de hombros.

Howard sonrió y Natasha supo que las cosas se pondrían mal.

-La próxima vez que salgas a un partido iré contigo, ¡Y no es una opción!-Howard dió la vuelta y se dirigió a la salida.

Demonios, Steve, sus amigos y todos estarían en apuros pronto.

Sorpresa (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora