Una lujosa limusina se detuvo en la calle. Happy salió de ella, la rodeó hasta la parte de atrás y abrió la puerta. Natasha entonces supo que su mágica y tranquila noche se había acabado.
Soltó un suave suspiro y se levantó del lugar. Steve la siguió con la mirada.
—Debo irme—musitó ella.
Steve le sonrió al tiempo que se ponía de pie y le ofrecía su brazo.
Tasha aceptó el gesto y se dejó guiar por el rubio hacia la limusina.
—Buenas noches, joven Rogers. Señorita Stark. Su padre los espera a ambos en el hotel.
Natasha frunció el ceño.
—¿Te dijo para qué?
—No, señorita.
Ambos jóvenes se dieron una mirada igual de confusa, aún así, abordaron el elegante vehículo y dejaron que Happy los condujera a su destino.
***
Una vez de regreso en el hotel, fueron conducidos a la mejor suite que había sido dispuesta para su padre y María.
Tasha se sintió algo inquieta. No quería separarse de Steve. Si su padre hacia algo en su contra no sabía cómo reaccionaría. Por primera vez, deseaba de verdad romper las reglas y mandar al carajo todo.
Tasha tocó a la habitación. No pasaron ni dos segundos cuando la puerta se abrió, revelando a su madre en un elegante vestido.
La mujer sonrió agradable a ambos jóvenes y sin decir nada les dió el paso.
Mientras que Natasha estaba nerviosa e imaginándose muchos escenarios trágicos para lo que pasaría, Steve simplemente mantuvo una expresión ligeramente tensa, observando el lugar con mucho interés.
—Natasha.
—Padre.
—Siéntense—Howard señaló uno de los sillones a los dos chicos.
Tomados de las manos, Natasha tiró suavemente de Steve para obedecer la orden. Howard no perdió detalle alguno de ese gesto.
—Sabes que hoy se iba a anunciar tu compromiso, ¿verdad?
Natasha asintió.
—Pero te has ido con este... Joven.
—Papá...
—Déjame terminar.—el hombre alzó una mano para acentuar lo que pedía—. Hace un tiempo me llevaste al campo donde este chico juega. Sé que para ti soy un viejo loco y excéntrico, pero... En ese lugar, miré algo que nunca creí ver.
Natasha sentía su corazón retumbando en su pecho. No sabía qué esperar de esa conversación, pero sobre todo, no deseaba que su padre dijera algo que lastimara al chico a su lado. Ella y Steve tenían un lindo amor platónico y eso era todo, él no tenía porque recibir la mierda que arrojara su familia.
—Mi pequeña Tasha.—dijo Howard con cariño, tomando por sorpresa a su primogénita—. Te vi feliz... Te vi tan feliz en ese momento, que no comprendí por qué dejaste de ir cuando yo ni siquiera te lo prohibí.
Natasha sintió sus mejillas calientes, y se percató de que Steve estaba incrédulo de saber aquello. Él había pensado que realmente pasó algo malo.
—... Y te vi tan decaída—continuó el genio—. Así que... Quiero que sepas, que más que nada, quiero que seas feliz.
—¿Papá?—Natasha debía estar alucinando, no podía creer lo que escuchaba.
Howard y María sonrieron hacia ellos.
Natasha miró a sus padre y luego a Steve.
—¿Están... Seguros de esto?—aún creía que tenía que haber una Tampa detrás de todo eso.
Entonces Howard sonrió ampliamente, indicando aquello que su hija temía.
—He patrocinado al chico y a sus amigos. Oficialmente tenemos un equipo de béisbol al cual darle todo lo necesario para llegar alto... Y así puedo mantener mis ojos sobre él.
Natasha soltó una carcajada, Steve solo se encogió un poco en su lugar, ligeramente avergonzado.
—¿Oíste eso Steve? Eres mío ahora—dijo Natasha mirando con ojos brillantes y emocionados, al rubio.
Steve sonrió en respuesta y luego negó. Él no creía ser un objeto, pero si la chica de sus sueños se lo decía de esa manera, no tenía ningún problema con ser de su propiedad.
—Ahora—dijo María viendo a Howard con reproche—. Más te vale hablar con Stane y deshacer el compromiso de tu hija.
Howard los miró con culpa. Soltó un suspiro y se puso de pie de manera elegante y abotonarse su saco.
—Largo de aquí, en un momento iremos a acompañarlos.
Steve y Natasha salieron del lugar, soltaron un largo suspiro, para luego sonreírse y simplemente abrazarse. Steve amaba finalmente sentirla entre sus brazos. Se sentía bien, pues ella era pequeña y, Dios sabía cuánto amaba saber que parecían encajar tan bien. Aún debían conocerse, salir como amigos, y quizás, más adelante, formalizar una relación. A Steve lo importaba esperar, para él ya era un hecho que no dejaría ir a Natasha a menos que ella lo deseara.
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Sorpresa (TERMINADA)
FanfictionNatasha Stark va contra toda regla de etiqueta que su apellido marque. odia su vida, porque sabe que el dinero no es suficiente para estar satisfecha. Ella descubrirá lo mejor de la vida en personas tan sencillas, que le generará una verdadera sorp...