Cuando la luz dorada cubrió a Issei por completo lo hizo emocionarse al pensar que algo sobrenatural acababa de suceder. Pero dicha emoción se convirtió en desilusión y confusión una vez que la luz dorada desapareció y notó que se encontraba en la misma cueva.
Issei: ¿Fue solo un dispositivo que dejó salir luz para burlarse de mi? - se preguntaba mientras inspeccionaba la piedra - Entonces probemos de nuevo... ¡Asgard! - dijo en voz alta preparado para la luz dorada.
Pero en su lugar, no sucedió nada raro a diferencia de antes cosa que le extrañó.
Issei: ¡Asgard! - volvió a decir en voz un poco más alto pero seguía sin suceder algo - ¿Era de un uso? ¿Ahora que hago? No se abrió ninguna puerta secreta o alg... ¡Oh parece que si sucedió! - habló bastante alegre al ver como por donde había caído antes en la cuesta había lo que parecía ser una salida.
Sin demorarse ni un segundo más corrió hacia esa salida y en la cual parecía ser un pasillo sumamente largo, pero no sabía que tan grande era ya que no había luz, debido a que no había luz tenía sumo cuidado con no tropezarse.
Estuvo corriendo y descansando por unos diez minutos aproximadamente. Y cuando ya casi no podía seguir corriendo notó un poco de luz a lo lejos por lo que de forma desesperada siguió corriendo ignorando el hecho que sus piernas le ardían, las sentía pesadas y de que le dolía el lado izquierdo del abdomen.
Luego de seguir corriendo veía como la luz se hacía más grande y cuando salió de la cueva tuvo que cerrar los ojos por la intensa luz cosa que se le hizo raro ya que según recordaba él, en el área en donde estaba la cueva, la entrada era cubierta por varios árboles impidiendo que la luz solar llegue con tanta intensidad.
Abrió los ojos después de que se acostumbró un poco y al hacerlo los amplió enormemente y se quedó con la boca abierta. Inspeccionó el paisaje frente a sus ojos sin creer en lo que estaba viendo.
Frente a él se encontraba una especie de océano, a lo lejos de donde estaba él se veía una ciudad enorme con una gran cantidad de edificios, torres altas que parecen llegar al cielo, mujeres con armaduras por lo poco que podía ver estaban volando y lo que más resaltaba de todo era un castillo gigantesco dorado al igual que todos los edificios y un puente sumamente largo que se extendía por sobre el océano hasta un edificio con una estructura diferente al resto de la ciudad.
Issei: ¡¿Donde demonios me encuentro?! - gritó a los cuatro vientos sin contenerse.
Una vez que gritó miró hacia atrás y vio que estaba fuera de una montaña no muy grande que estaba al lado del océano, y que por suerte había un camino hacia su izquierda que parecía que podía llevarlo hacia la ciudad.
Issei: ¿Debo volver a caminar un gran distancia? - se preguntó sintiéndose deprimido al ver que la ciudad estaba muy lejos - Bueno... mejor me voy ahora así no tarde más, quiero descansar - habló comenzando a caminar con calma por la orilla del mar en dirección de la ciudad.
Pasaron varios minutos, muchos, y al ya no saber cuanto tiempo pasó Issei se dio cuenta que había subestimado la distancia de la ciudad. Si calculaba cuanto tiempo estuvo caminando podría decir que fueron más de treinta minutos y todavía no veía señales de estar acercándose mucho a la ciudad.
Issei: ¿Qué tanto más debo caminar? Tengo hambre y estoy cansado - dijo sentándose en la tierra quedándose viendo el mar y como el agua se acercaba a él por unos segundos - ¿Donde se supone que estoy? - se volvió a preguntar volteando a ver por donde estaba la cueva.
"Te encuentras en Asgard"
Al escuchar la voz gruesa de un hombre volteó hacia la izquierda que era por donde debía seguir caminando. Y al ver quien habló se encontró con un hombre con una resplandeciente armadura blanca de un diseño hermoso y genial.
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Amor Resplandeciente
FanfictionMientras Issei junto a sus compañeros de clase estaban en el bosque que se encuentra detrás de la academia Kuoh debido a que estaba en la clase de arte, éste se separa del grupo y en eso se encuentra con una cueva. Cómo tenía curiosidad entra y grac...