Adiós

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Mire aquel lugar que era habitación una vez más antes de salir, estaba vacía, solo quedaban muebles y la cama sin cubiertas.

-¡Lily vamos! -Dijo alegremente mi padre desde la sala- ¡Tenemos que llegar al aeropuerto!

-¡Ya voy papà! -Agarre mis maletas y las lleve conmigo

Miraba el apartamento a cada paso que daba, recordando momentos, cosas que pase en los últimos meses, cosas buenas, cosas malas, cosas tristes.

Me coloque el gorro que me dio Mari, lo había dejado encima de la mesa para tenerlo listo antes de irme. Mi madre me abrazo por la espalda.

-Lo siento Lila, se que estabas acomodada en Paris

-Lo se mamma -Me di la vuelta y la mire a los ojos- Se que debemos irnos

-No te preocupes, volveremos en unos meses -Saco algo de su bolsillo- También tengo que decirte algo importante

Me entrego un pasaje de avión, pero...

-Es un pasaje a Italia -La mire sorprendida ¿Italia?- Tu papà y yo conversamos el otro día, creemos que lo mejor es que vayas donde tu nonna a que te estés moviendo con nosotros más de tres veces cada año

No sabia que decir, pero se que es lo mejor, la verdad estoy cansada de moverme, de cambiar de amigos, de cambiar de ambientes. Me abrace a ella con fuerza

-Gracias mamma -Acaricio mi cabello suavemente

-¿Te hicimos sufrir mucho verdad? -Me abrazo de regreso- Nos hubiera gustado darnos cuenta antes

El camino al aeropuerto fue largo, era temprano en la mañana y aun no salía el sol.

El auto se detuvo en un semáforo rojo, y vi por mi ventana a Ladybug y Chat Noir saltando por los techos de las casas, Chat se perdió entre las sombras mientras que Ladybug miro mi auto y sonrió, parecía triste pero mantenía esa sonrisa en su rostro mientras se despedía, le devolví la señal sonriendo y el auto avanzo, luego de eso se perdió entre la noche.

Cada vez nos alejábamos más y más de Paris, vi por la ventana los lugares turísticos de la ciudad. El museo Louvre, la catedral de Notre-Dame y la icónica Torre Eiffel.

Paris cambio mi vida por completo y estos meses que pase en este lugar se quedaran en mi corazón para siempre...

Una italiana en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora