Un Poco De Privacidad

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–Iré a entregar oxígeno... ¡hip!

U-1146 no podría estar más descolocado, desde que se había encontrado con ella notó que actuaba de manera extraña y ahora ese comportamiento parecía haber alcanzado otro nivel. Para estas alturas, era más que obvio que no estaba bien. Algo le ocurría y debía averiguar qué era.

–Sekkekkyū, segura que estarás bi...

AE38 silenció al leucocito colocando su dedo índice en sus labios.

–Shh, te preocupas demasiado Hakkekkyū chan – dijo, de manera juguetona.

–¡¿Chan?!

–Entregaré el oxígeno y volveré con... ti... go.

Sonrió complacida ante la avergonzada mirada de él, y tras dar media vuelta, fue por la caja. La tomó y caminó hasta el departamento correspondiente, que para su fortuna, estaba en la primera planta. Por supuesto, se tambaleaba de un lado a otro y 1146 no podía estar más nervioso con cada paso que daba.

–Está ocurriendo algo muy extraño.

–¿A qué te refieres? 1146.

Ambos fueron testigos de cómo la eritrocito dejó caer por accidente la caja de oxígeno en los pies de la célula, provocándole tal vez una fractura.

–A eso me refiero.

–Creo que exageras, nos has dicho que ella es un poco torpe, ¿No?

–No es torpe – le regañó. –, Tan sólo es... especial.

AE38 levantó la caja de oxígeno, disculpándose, pero por segunda ocasión se le cayó, lastimando de nuevo al residente del departamento.

–En ese caso, creo que es MUY especial.

–Cállate – replicó 1146 con una gotita cayéndole por la cabeza al igual que su compañero.

–Si de cosas raras hablamos, creo que la forma en la que actuaba 2626 y 2048 es algo que nunca había visto – decía el novato, llevándose una mano al mentón.

–Ahora que lo pienso, ambos fueron tras esa célula. Ciertamente es raro... incluso que pienses lo es.

–¡Eso es cruel!

–Como sea, debemos averiguar qué le sucedió a esas dos.

–Eh, dudo que sean sólo ellas...

–¿Qué?

–Mira – señaló 4989 a las células sanguíneas que pasaban.

Desvió su mirada en la dirección que le señalaba el novato y entró en shock. Varias células hacían carreras con los carritos en los que transportaban oxígeno, otros reían como locos y algunos corrían con dificultad, pasando a caerse en más de una ocasión.

–¿Por qué?, ¿Qué es todo esto?

–El flujo sanguíneo... va un poco más rápido de lo usual.

–Deprisa, 4989. Debemos encontrar lo que está causando esto y...

U-1146 tan solo sintió que alguien lo tomo del cuello de su uniforme. Seguidamente, una sensación de calidez lo invadió por completo a la vez que sentía una suave presión en sus labios.

–¡Esto es lo que esperaba ver! – celebró el novato, con una morbosa expresión.

AE3803 besaba a su amado glóbulo blanco, y él únicamente pudo corresponder a pesar de la sorpresa. Era un beso suave, pero lleno de necesidad por parte de la eritrocito, que aunque no tenía experiencia, no se preocupaba tanto como el leucocito.

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