A Flor De Piel

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¡ATENCIÓN!

El siguiente capítulo puede contener escenas ligeramente subidas de tono referentes a situaciones sexuales. Si deseas saltarte dichas escenas pondré la siguiente señal como aviso "####"

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–¡Llegamos!

4989 señaló, estando frente a la entrada de los pulmones, una de las tantas maravillas que el mundo tenía.

–¡Entonces bájame! – exclamó NT42. No quería que alguien la viera en ese estado.

–Oh, claro. – sonrió el neutrófilo.

Cuando por fin sus pies tocaron el suelo, se sintió aliviada. A pesar de ello, la vergüenza le impedía mirar al leucocito que tenía en frente. Dar las gracias no era algo muy común en ella, a menos que fuera entre compañeros de trabajo o similar.

–¿Pasa algo?

4989 era tan despistado, que no lograba captar el ambiente que se tornaba entre los dos. NT42 lo habría golpeado por ser tan estúpido, pero era precisamente esa característica lo que lo hacía tan adorable.

–N...Nada.

La boina roja sobre su cabeza ocultaba su vista, no quería seguir mostrándose tan frágil frente a una célula inmunitaria. Se llevó la mano a su antebrazo, víctima de los sentimientos que la atormentaban.

–Gra...Gracias.

El novato reaccionó, mostrándose sorprendido por breves instantes. La eritrocito levantó la mirada al no recibir respuesta, por mucho que lo negara, esperaba una.

–No es nada. – él tenía una reluciente sonrisa, que terminó por desequilibrar la falsa tranquilidad de NT42. –, Si necesitas ayuda, estaré ahí para ti.

Con esas últimas palabras, el leucocito se dio la vuelta, dándole una última mirada a la chica que se encontraba boquiabierta.

–Nos veremos.

Eso era todo, no necesitaba más. Lo sabía, desde el primer momento en que lo vio, llamó su atención. No sólo por el hecho de que fuera un despiadado asesino de bacterias, incluso porque pareciera un maldito demente al realizar su trabajo o ser un completo estúpido.

4989 detuvo su marcha al sentir que lo sujetaba de su muñeca derecha. Ella no dijo nada, aun cuando sus miradas chocaron una vez más.

Silencio. Era como si todo a su alrededor desapareciera lentamente, la realidad se distorsionaba entre ambos con el pasar de los segundos. Su siguiente movimiento determinaría todo, lo había decidido y sin pensarlo mucho, se lanzó a ello.

–Oye, ¿estás...?

NT42 lo tomó del cuello de su blanco uniforme y lo atrajo hacia ella en un beso.

Sorpresa, incredulidad y vergüenza. El novato no creía lo que estaba pasando, es cierto que era algo que anhelaba sentir, pero nunca en su más loca imaginación creyó que lo conseguiría tan pronto, mucho menos con ella que era una chica con carácter difícil.

Por su parte, la eritrocito estaba completamente nerviosa, pues al ser su primer beso no sabía si lo estaba haciendo bien. Poco a poco sus miedos se acrecentaban al no sentir respuesta de él, pero todo cambió en cuanto la rodeo con sus brazos.

Sus preocupaciones se disiparon tal y como el hielo se derrite ante el calor del sol. Sus labios danzaron en torpe sincronía pero con los sentidos a flor de piel.

–¿4989?

Aquella voz provocó que ella se separara rápidamente, notando a las dos células que los observaban con incredulidad.

–¡¿Se...Senpai?!

–Esto sí es una sorpresa – mencionó AE38, parpadeando un par de veces.

–¡N...No es lo que parece!

–¡Es lo que parece! – sonrió el novato, abrazándola de la cintura por la espalda.

–¡Cállate, I...Idiota!

NT42 se liberó de los brazos del leucocito sólo para golpearlo hasta dejarlo en el suelo. Una gotita cayó por la cabeza de 1146 y su acompañante, sin duda esos dos estaban hechos el uno para el otro.

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En otro lugar, no muy lejos de los pulmones...

Gemidos y caricias era el juego que AA51 había provocado en compañía del leucocito 2626. En aquel callejón, a plena luz del día, se dejaban llevar por la pasión que desencadenó un simple beso. No importaba, todas las células sanguíneas se habían vuelto locas, o al menos eso es lo que parecía.

2626 besaba con fiereza los labios de su amada célula, el calor se acumulaba en su cuerpo a medida que ella respondía a sus acciones. Una de sus manos acariciaba su largo cabello marrón claro, mientras la otra descendía hasta sus glúteos.

El atrevido movimiento provocó que un ahogado gemido escapara de los labios de la eritrocito. Notando que su picardía fue bien recibida, decidió intensificar el beso que sostenían. En la primera oportunidad que tuvo, su lengua invadió la cavidad de su amante, tomándola por sorpresa.

AA51 abrió los ojos en ese instante, su cristalizada mirada se topó con los orbes obsidiana de aquel neutrófilo. Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, la consciencia ya no formaba parte de ella en ese momento, su cuerpo se movía por voluntad propia, buscando más de lo que aquella célula inmunitaria ofrecía.

Por supuesto, no se dejaría dominar tan fácil, así que antes de que siquiera lo viera venir, ella colocó una de sus rodillas bajo la entrepierna de 2626.

–¡Agh...!

La chica aprovechó ese momento para ser ella la que dominara dentro de la cavidad de aquel leucocito. Una sonrisa se dibujó en los labios de su compañero a pesar de todo. Él se alejó, dejando un pequeño hilo de saliva que se desvanecía a medida que se distanciaba de ella.

El pecho de ambos subía y bajaba mientras tomaban aire. Sin embargo, 2626 acorraló a la eritrocito contra la pared y atacó su cuello, dejando que sus manos recorrieran sus caderas junto con la piel expuesta de sus piernas.

Los gemidos de ella aumentaban a medida que besaba y mordía su cuello. El placer que el leucocito le proporcionaba comenzaba a causar sensaciones bajo su abdomen que nunca imaginó que llegaría a sentir.

De un momento a otro, y sin que ella se lo esperara, sus manos viajaron a su pecho para jugar con las sensibles partes que sobresalían de su playera negra, arrancándole un grito al usar sus dedos para complacerla.

–¿Te gusta? – preguntó, sonriendo al ver como reaccionaba con cada movimiento.

Ella se negó a responder por la vergüenza que le provocaba, así que simplemente calló sin apartar su mirada de él.

–Parece que no – intentó retirar sus manos pero ella se lo impidió frenéticamente.

Su mirada pareció confundida, la de ella se había desviado pero se negaba a soltarlo.

–Co...Continua... – pidió.

2626 sonrió y la besó en los labios con ternura por breves momentos.

–Lo que mi amada desee.

AA51 chilló al sentir que en lugar de usar sus manos, empleaba sus labios por sobre su ropa. La sensación hizo que llevara una mano al cabello del albino para mantenerlo cercano a su pecho. Poco a poco la parte más íntima de su cuerpo entraba en completo calor y algo más.

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