Desde los ojos de un muerto

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Era una noche lluviosa, recuerdo el olor a rancio que la lluvia ayudaba a dilucidar, y el relajador ruido de las gotas en mutua persecución en las calles del barrio antiguo de Barcelona. Yo había salido a dar una vuelta ya como parte de mi, a veces muy agobiante, rutina, me encendí un cigarrillo y anduve vagando por las calles algo así como una hora sin importarme si mi ropa o yo quedaríamos mojados, observando a las personas pasar de aquí para allá, de allá para aquí, dándome cuenta que a veces las personas hacemos las cosas creyendo tener un rumbo fijo cuando sabemos que en realidad la vida es como el universo, en constante movimiento y lo que hoy nos parece vital mañana es una tontería.

Me dirijí hacia un pequeño parque en el cual había un viejo columpio con las cadenas algo oxidadas y el caucho para sentarse con algunos cortes, y un tobogán de madera desgastado por el tiempo, donde en antaño solían venir muchos niños a jugar, y por pena, ahora solo es un lugar árido, sin más utilidad que la de decorar un viejo tramo de calles mal colocadas.
Había dejado de llover, y me disponía a irme para mi casa, hasta el instante en el que vi una cosa que todas las anteriores veces que había estado ahí, había ignorado, y era que oculto entre unos matorrales un pequeño y viejo cartel de madera con unas letras blancas y rojas que decían "Por precaución... ¡¡NO PASEN!!". Al leer esto me picó la curiosidad y seguí un oculto caminito, pensando en ese cartel y su contenido.

Yo: Hummm sea lo que sea, no creo que sea tan malo como para tener que ponerlo en mayúsculas... ¿No?

Al final de este caminito lleno de árboles, matorrales, zarzas, y algún que otro animalillo. Llegué a una antigua casa abandonada, estaba muy destartalada y bastante destrozada visualmente, y como a mi me gustan las expediciones suburbanas y la adrenalina de ir a lugares abandonados por la noche, saqué el móvil le puse la linterna y empecé a grabar como si para un vídeo de YouTube se tratara entrando dentro de la casa.[IMG=TR8]
El primer paso en esa casa hizo que mis huesos se quedaran calados por un escalofrío, pero aún así y aunque mi instinto me pedía irme de allí, mis ansias por ver el lugar eran más poderosas así que seguí para adelante. Iba entrando de sala en sala y documentandolo todo dentro del vídeo, hasta que encontré una puerta negra cerrada, eso me pareció extraño ya que las otras eran o marrones o directamente no había puerta, así que agarré el pomo en completo silencio y abrí la puerta muy lentamente... Plena oscuridad, esa sala producía muchísimo misterio y entre un paso detrás de otro, un olor a putrefacto me envolvió muy rapidamente, me tapé la nariz y la boca, ya que ese olor era tan repulsivo que casi me hizo vomitar, quise salir de la sala pero la puerta se cerró sola, y por el susto el móvil se me cayó en el suelo haciéndose añicos y dejándome sin luz alguna. Palpando por las paredes toque lo que parecían ser muñecas, tenían una cabeza con un tacto parecido al plástico, y en el cuerpo portarian vestidos hechos de tela antigua. Habían muchos ruidos, y yo sufría de esquizofrenia, por lo que empezé a chillar hasta que de golpe me quedé sin voz al notar sobre mi hombro una fría mano, la cual me empujó al suelo, yo solo recuerdo que me dolía mucho la espalda por el impacto y que de repente vi justo delante de mi cara algo así como una figura humanoide pero como si fuera un saco gigante, en su cara las telas estaban algo destrozadas y alcanzé a ver unas encías algo podridas, una fría oscuridad donde debían estar los ojos, mi tenía nariz,.solo cuerdas algo rotas que sujetaban las telas en este ente, que se hacercaba cada vez más a mi. Su mano agarró mi cuello, era un tacto desagradable, y me levanto hasta el punto de no tocar de pies al suelo, yo intentava escapar de el pero el apretaba más fuerte, y a causa de no poder respirar solo emitía gemidos de dolor y palabras sin sentido, cuando me dijo:

Él: No debiste haber venido, INTRUSO, ahora a acabarás igual que el resto... Tu corazón entrará en una muñeca para formar parte de la colección de muñecas que tengo -acerco algo así como una boca a mi oreja para susurrar- nos lo pasaremos bien...

El mundo se apagava a mi vista, y antes de quedarme sin oxígeno noté el dolor más terrible imaginable en el pecho, pues vi como me arrancó de cuajo el corazón.

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