Capitulo 43: Reportaje fotográfico no tan fotográfico

439 21 0
                                    

¡Buenos días, California! El sol se asoma por mi ventana y yo sonrío. Me quedaré para siempre en esta cama, es el puto paraíso. Nikki, joder, ese vocabulario. Has sido tú la que ha dicho joder, cuchu. ¡Oh, hacia mucho que no me llamabas así! Esta está sensible hoy. Y de repente, la realidad me azota en la cara. Tengo que decirle Anthony donde tiene que venir a buscarme o de lo contrario es capaz de rastrear mi móvil para encontrarme.

De: Nicole                               Para: Anthony

Hola, Anthony. Vivo en la calle de Las Palmeras, numero 32. Avenida de los Lacayos. Nos vemos dentro de una hora.

Simple pero efectivo. Es soso, muy neutral y aburrido. ¿Qué quieres que le ponga corazones y estrellitas? Por su culpa Luke me ha dejado y… ¡EH! No ha sido todo culpa suya, tú también tienes parte de culpa, Nicole. ¡Me da igual! A mí no me grites, que te dejo sola. Las hormonas son las hormonas. Nicole, relájate. ¿Ya me has remplazado? Adiós. Ya volverá.

Bajo a desayunar y saludo a mis padres. Estos no tardan en irse trabajar y yo por mi parte me preparo. ¿¡No se qué coño ponerme?! Nicole, el vocabulario. Ya ha vuelto. Sesenta minutos han pasado cuando escucho la bocina de un coche. Cojo mi bolso, la cámara y salgo de casa. Anthony me espera apoyado con gafas de sol en su gigante 4x4 negro con los cristales traseros tintados del mismo color. ¡Joder! Ahora sí que puedes decirlo. Joder, con el puto diego griego. Me río por no llorar. Pero estando ahí de esa forma me recuerda a Luke.

Cuando llego a su lado, nos damos dos besos en las mejillas, aunque sé que se muere por besarme. Será que tú no te mueres por besarle, Nikki. ¡Cállate! Pasamos toda la mañana haciendo fotos a lugares ejemplares de Los Ángeles y para comer, estoy harta de hacer fotos. Anthony me dice:

-          Nicole, creo que también deberías salir en alguna fotografía. A parte de que va ser más personal, no parecerá sacado de internet. ¿Me entiendes?

Cuando terminamos de comer, poso para algunas fotos que me dice Anthony. Sonrío, me siento y me giro dando la espalda a la cámara. En esa última, me quedo más rato mirando el paisaje y de repente siento sus manos en mi cintura y su voz en mi oído:

-          Nicole, he querido besarte des de esta mañana y me estoy consumiendo por dentro. Por favor, lo necesito.

Me giro para decirle que no puede ser pero me besa. Con una mano me agarra de la nuca para que no me separe y con la otra de la cintura para acercarme a su cuerpo. Por un momento me resisto, pero es imposible. Besa tan bien que me olvido que estoy enfadada con él y me agarro a su pelo para profundizar más el beso. 

Entre la madurez y la rebeldíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora