Entre la madurez y la rebeldía

Capitulo 36: Anthony y Luke

Las dos semanas han pasado volando y esta noche es el baile de invierno y yo estoy de los nervios. Nicole, tienes que relajarte. ¡No puedo! Luke no está muy contento porque según él, Anthony quiere acercase a mí y yo le dejo. ¡Tonterías! Tengo muy claro a quién quiero y ese es Luke. Así, que hace dos días que no me besa ni me habla. Estoy en mi casa, estirada de cualquier forma en el sofá esperando cualquier llamada de su parte o algún mensaje pero nada. De pronto, suena el móvil pero por el tono de llamada sé que no es Luke. Para él, tengo una del grupo australiano 5 Seconds of Summer que se llama Out of my limit y para todos los demás, tengo Bailando de Enrique Iglesias. La potente y sensual voz de mi Enriquito llena la habitación y leo en el identificador de llamadas: Anthony.

-          Hola, Anthony. – Digo solo descolgar.

-          Hola, Nicole. Quería recordarte que hoy es el baile de invierno. – Me contesta sonriendo, creedme que lo sé.

-          Lo sé, Anthony. Toda la Universidad está empapelada de papeles promocionales. – Me río.

-          Cierto. Muy observadora, Nicole. ¿Tienes pareja para el baile? – Pregunta como si se tratara de un chaval de veinte años que pide salir a su chica.

-          Si, lo siento. Además, no creo que quedará muy bien ir contigo al baile, ¿no crees? – Pregunto de golpe.

-          Es verdad. Está muy observadora hoy, señorita Adams. – Me contesta con su dulce pero potente voz.

-          Aprendo de los mejores, señor Donovan.

Comentamos un poco como irá el baile y colgamos. Como en silencio, veo la tele en silencio y me desespero en silencio. ¡Nicole, por favor! ¡Grita, salta, baila! ¡Pero no te quedes en silencio que me vuelvo loca aquí dentro! Tiene razón, por una vez. Si Luke no quiere saber nada de mí, allá él. Me levanto del sofá dispuesta a reventar el equipo de música y a gritar como si no hubiera un mañana. Me ducho al ritmo de Jason Derulo y su Talk Dirty. Me peino con Bruno Mars y la triste melodía de Just the way you are. ¡No, mierda, Nicole! Canciones tristes ¡NO! Vale, de acuerdo. Cambiamos de canción. ¿Te parece Summer de Calvin Harris? Estamos en invierno, pero mejor esta. Pues, me peino al sonido de una canción de verano aún estando en pleno invierno.

Me hago la cena con Boss y Fifth Harmony. Se me cae la tortilla dos veces en la encimera pero termino haciéndola y me sale buenísima. Sabemos que la cocina no es lo tuyo, Nikki. Como Cody Simpson y Paradise. ¡Este chico si es un amor! Ya harta de canciones en inglés y con el estomago lleno, escojo una que hace tiempo que ronda por las redes sociales en español: Macarena. Me suena que alguna vez la haya escuchado y veo por YouTube que tiene hasta baile. ¡Qué divertido! Se me engancha el baile y suena el timbre. Seguramente serán los vecinos. Bajo medio vestida con las medias, los tacones y un albornoz rosa. Abro la puerta y ante mí, aparece un guapísimo y sexy Luke con traje. ¡Y tú bailando la Macarena! ¡Ai, por Dios! Voy hablar pero me tiende un ramo de rosas rojas y dice:

-          Siento haberme puesto tan seco, tan frío contigo. No era mi intención pero no lo soporto. Perdóname, Nikki. Por cierto, espero que no vayas así al baile y menos si vienes conmigo.

-          ¿Qué pasa no te gusta? – Sonrío oliendo las rosas.

-          Me encanta pero quiero ser el único que te vea así.

Sonrío y le cojo de la corbata para unir nuestros labios en un tierno beso. ¡Este chico va a terminar conmigo!