Finalmente había decidido superar mi inhabilidad para relacionarme con hombres sentimentalmente debido a mi enamoramiento por mi mejor amigo, con el que además compartía departamento, y tenía novia. Joshua era guapo y simpático, y habíamos tenido una linda velada, aunque los nervios del principio estaban volviendo debido a que estábamos llegando a mi morada, y no sabía qué hacer a continuación.
Llegamos a la puerta de mi departamento y yo tartamudeé antes de invitarlo a pasar. Él aceptó y mientras yo buscaba mis llaves en mi cartera, él dijo una broma y entramos al lugar escandalosamente. Sin embargo, me quedé estática cuando vi a mi mejor amigo sentado solo en el sillón, con las mejillas y los ojos rojos.
-t/n—dijo Joshua a mis espaldas, yo me di la vuelta para mirarlo—me parece que no es buen momento.
-Oh, no, no—realmente no quería que esto se arruinara, pero mi corazón me pedía ir a abrazar a mi mejor amigo, y desgraciadamente, el hombre del que estaba enamorada—déjame... dame un minuto.
Él asintió y salió al pasillo nuevamente, yo cerré la puerta.
-Shawn—dije caminando hasta él--¿Qué ha pasado?
Él negó con la cabeza, sin decir nada por un momento.
-Es por Catherine.—yo suspiré—Pero no quiero arruinar tu cita, t/n, saldría para que puedas estar cómoda, pero no estoy de ánimos. Me iré a mi habitación.
-No, Shawn, no puedo estar aquí con alguien sabiendo que estás...
-Yo lo he hecho antes, me lo merezco—dijo con una sonrisa, pero una que no llegó a sus ojos.
-No me refería a eso, y no es lo mismo, yo no tenía el corazón roto—mentí, pues claramente lo tenía. El amor de mi vida teniendo sexo en la pieza contigua con su novia no es algo que te deje indiferente.—Le diré a Joshua que no podrá ser.
Shawn no respondió, y yo caminé hasta la puerta. Cuando la abrí, vi a Joshua sentado en el pasillo. Un nudo de culpabilidad se atoró en mi garganta, él rápidamente se paró y me miró.
-Lo siento, Joshua, como ya viste no es un buen momento—él asintió.
-Lo entiendo, pero antes de que me vaya, quiero saber si volveremos a salir—preguntó con una sonrisa nerviosa.
-Por supuesto—le sonreí y él me devolvió la sonrisa, ahora menos nervioso. Me besó en los labios, sorprendiéndome, y se fue. Me quedé unos segundos confundida tocándome los labios con mis dedos, hasta que recordé la situación de adentro.
Cuando volví a entrar al departamento, todo seguía igual. Lo miré con pena, por él, y también por mí.
-¿Qué ha pasado?—pregunté al fin, sentándome a su lado. Él volvió a negar con la cabeza.
-No rechacé a mi cita para que no me dijeras nada, Shawn.—bromeé, pero él no pareció entenderlo. Se inclinó hacia adelante, poniendo su cara entre sus manos, y vi como su cuerpo tiritaba ante el primer sollozo. Mi corazón se detuvo—Lo siento, Shawn, era una broma. Lo siento, lo siento, lo siento—repetí mil veces, abrazando su espalda.
Él se irguió otra vez y me miró con lágrimas en los ojos.
-El que lo siente soy yo—dijo, y lo miré sin entender—lo siento, lo siento—repitió, y se abrazó a mi cintura como un niño pequeño. Quise llorar al verlo así, pero me aguanté.
-Shawn, ¿de qué hablas?
Él se separó de mí, con su cuerpo tensado.
-t/n, he terminado con Catherine.
Yo abrí los ojos en sorpresa, podía sentir el latido de mi corazón en los oídos, pero no entendía por qué se disculpaba.
-¿Por qué?
-He descubierto algo, pero sé que no me vas a perdonar. Lo siento, t/n.
-Shawn, dime qué sucedió—pedí, aunque no estaba realmente segura de si quería saber.
-He leído tu diario de vida.—Mi cuerpo dejó de tiritar y se tensó, saqué mi mano de su regazo. Mis ojos estaban abiertos de par en par y mi boca era una línea recta. Sentí que podía desmayarme en cualquier momento. Shawn parecía asustado, pero ya me había dejado de importar como se sintiera—Entré en tu pieza buscando mi reloj que pensé que podía estar allí y lo encontré encima de la cama, la curiosidad me ganó y...
Yo me paré, no podía seguir escuchándolo. Le di la espalda, pero sentí como también se paró detrás de mí.
-Solo fue una página, pero justamente hablaba de mí...
Yo me di la vuelta, mi peor miedo se estaba haciendo realidad frente a mis ojos.
-t/n, también estoy enamorado de ti, pero siempre tuve miedo de arruinar lo que teníamos, nunca me diste señales...
-¡Calla!—grité, sorprendiéndome a mí misma.—Cállate, por favor.—supliqué, comenzando a llorar-- ¿Piensas que voy a perdonarte o abalanzarme a tus brazos después de que traicionaste mi confianza?
Él calló, no sabía qué decir, yo tampoco sabía qué más agregar. Tomé mi bolso y salí del lugar.
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Después de más de un mes, aquí estoy de nuevo. ¿Segunda parte? ¿debería perdonarlo'
