¿Estoy soñando?

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Sabías que estudiar en la cama era una pésima idea, una cosa que todos los expertos no recomiendan hacer, pero la tarde estaba fría y tu silla se sentía especialmente incómoda hoy, así que te arropaste en una manta y pusiste tus cuadernos y libros esparcidos en la cama. Justo cuando tus ojos estaban comenzando a pesar, tu mejor amiga entró a la habitación con un café.

-Estaba pensando que quizás lo necesitarías—Te dijo sonriendo, suspiraste agradecida y le devolviste la sonrisa mientras aceptabas la taza.

-Muchas gracias, eres genial.

Ella solo asintió sin todavía quitar la sonrisa de su cara. Después de un rato, comenzó a asustarte.

-¿Por qué sonríes tanto?—Sonreía como si estuviera ocultándote algo, pero solo negó con la cabeza, aun sin dejar de sonreír—Noelle—Dijiste seria esta vez, pronunciando su nombre como una advertencia.

-Por nada, y/n, no seas paranoica—dijo dejando de sonreír, pero notaste que se mordía el interior de la mejilla para evitar hacerlo. Antes de que pudieras reclamarle, ya había escapado por donde entró. Negaste con la cabeza y decidiste no prestarle mayor importancia, dejaste la taza en tu mesa de noche y aprovechaste de revisar tu celular; nada de Shawn, nada en todo el día.

Decidiste seguir en lo tuyo, pero ni el café ayudaba en un día como este, solo querías arroparte y dormir toda la tarde, los exámenes de la universidad definitivamente te estaban matando. Optaste por escuchar música, pusiste las canciones más movidas de Shawn al principio, pero pronto llegaste a las más lentas, y tu cabeza comenzó a recordar cómo era escucharlo aquí junto a ti, cuando te cantaba para dormir. Te recostaste inconscientemente, aún con un texto en tus manos, pero pronto te rendiste al peso del recuerdo que tu mente asociaba con la voz calmada de tu novio, y caíste en un sueño profundo.

Noelle le abrió la puerta a Shawn, que venía con un gran bolso colgando de su hombro derecho, y ambos se sonrieron.

-¿Cómo estás?—Fue lo primero que dijo tu amiga.

-Muy cansado—Respondió tu novio, con el mismo volumen de voz que tu amiga, tratando de que no escucharas. Soltó su bolso suavemente, dejándolo en el piso.

-Y te recibirá una novia igual de cansada que tú—Rió suavemente tu amiga, y tu novio sonrió—Oh no, esa sonrisa de enamorado, chico—Él rió ante el comentario—¿Quieres algo para tomar o comer?

-No, gracias, solo...

-Adelante, sube, y/n está en su habitación—Respondió tu amiga, leyendo las intenciones de Shawn, que solo quería ir contigo. El chico subió las escaleras sigilosamente, caminó por el pasillo hasta llegar a tu puerta, y suspiró antes de dar vuelta el picaporte. Esperó oír un chillido o unos brazos rodeándolo por primera vez después de meses, pero no hubo nada de eso, en su lugar se encontró con tu cuerpo desparramado en la cama, encima de miles de papeles, y con audífonos en tus oídos, haciendo imposible que escucharas cualquier cosa externa. Sonrió ante la imagen, y comenzó a sacar los papeles que estaban esparcidos por el colchón. Cuando dejó todo ordenado sobre el escritorio, finalmente pudo caminar hasta ti. Se hincó al lado de la cama, quedando justo a centímetros de tu cara, con mucho cuidado de no despertarte, quitó los audífonos y se los puso, curioso de saber qué estabas escuchando. Cuando escuchó su propia voz, su pecho se llenó de aire antes de suspirarlo fuertemente, sonrió orgulloso de poder lograr su cometido aun estando lejos de ti, y sintiéndose aun más enamorado que antes, si eso era posible.

Detuvo la música en el dispositivo y cuidadosamente se recostó a tu lado, causando que tu sueño finalmente fuera ligeramente interrumpido. Tus párpados aun no podían abrirse, pero ese era inconfundiblemente su olor, y alguien pasaba su dedo rasposo por tu mejilla.

-¿Estoy soñando?—Susurraste suavemente, levantando tu mano para posarla sobre la suya que estaba en tu cara, y pudiste escuchar su melodiosa risa. Algo hizo click en tu cabeza, y la expresión de tu amiga cobraba sentido, ella sabía todo.

-No, estoy justamente aquí—Respondió, y abriste solo uno de tus ojos—Hola—dijo su boca a centímetros de la tuya, su cara a centímetros de la tuya. Quisiste llorar de la emoción, pero tu cuerpo cansado no te dejaba, solo tuviste fuerzas para acurrucarte más a su lado, y rodearlo por la cintura. Sentiste un suave beso en tu cabeza

-Lamento estar tan cansada de no poder recibirte como corresponde.

-Oh, cariño, este es el mejor recibimiento que podrías haberme dado—dijo sinceramente—Y ahora seguiremos durmiendo.

Fue lo último que dijo, antes de sentir el propio peso de su cansancio cayendo sobre él, en el lugar en el que mejor descansaba: Tus brazos. 

Espero les haya gustado (aunque no esté escrito en primera persona), es un regalo de mi parte para ustedes por el cumpleaños de shawn, aunque me atrasé un día, y no tenga temática cumpleañera jajaj estoy de vacaciones ahora así que por eso pude pensar en algo para escribir. Ha sido un año difícil, espero se encuentren bien ustedes y sus familias <3. 

Shawn Mendes ImaginasWhere stories live. Discover now