Back To The 50's

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Se recomienda discreción al leer, ya que este drabble contiene lenguaje homofóbico; así de cerrada era la mente en estados unidos (donde se sitúa el drabble) en los años 50

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Se recomienda discreción al leer, ya que este drabble contiene lenguaje homofóbico; así de cerrada era la mente en estados unidos (donde se sitúa el drabble) en los años 50.

Aquellos asquerosos, repugnantes mariquitas vivían en las afueras de un remoto pueblo en Maine, alejados de la gente normal

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Aquellos asquerosos, repugnantes mariquitas vivían en las afueras de un remoto pueblo en Maine, alejados de la gente normal.

Pero nadie sabía quienes eran los mariquitas.

Kakarotto y Vegeta. Esos eran sus nombres.

Ambas abominaciones tenían casas cerca, más vivían en una un tiempo y en otra por otro. Seguramente solo se encerraban a follar día y noche. Que asco.

Vegeta venía de una familia adinerada, pero decidió vivir en la tranquilidad de un pueblito casi fantasma. Sus padres y hermano no saben que es un marica desviado. Ojalá lo hicieran.
Así podrían quemarlo; junto a su noviesito.

Kakarotto no tenia familia. Sus padres habían muerto cuando era solo un niño. Fue criado por un buen anciano por unos años, pero luego este murió misteriosamente. Años más tarde, se reencontró con su hermano mayor, sólo para que fuera asesinado por algún loco meses más tarde.

Ningún castigo que le ponga Dios todopoderoso podrá salvarlo de las llamas del infierno.

Pero a ellos no les importaba. Estaban agradecidos por tenerse el uno al otro, y que nadie se enterara de lo que eran en realidad; para no ser separados y asesinados brutalmente.

Los asquerosos mariquitas se amaban.

—Vegeta—decía uno de ellos. —voy al pueblo a comprar víveres ¿quieres algo?

—No, gracias—Decía el menor, y de seguro la pasiva.—Cuídate, no seas tonto y dejes que nos descubran.

—Claro, cariño— le soltó una repulsiva sonrisa amorosa y salió de la casita de madera.

Vegeta se quedó, rogando por que pudieran vivir el resto de su vida juntos. Aberrante.

Después de tres horas, y que Kakarotto escuchara el sinfín de rumores que salían de la boca de las señoras cotillas de el pueblo; sobre como habían un par de mariquitas en algún lugar de por ahí. Los hombres hablaban de como identificar a esos enfermos.

Amenazas tan directas; pero sin que nadie supiera que eran para él.

El mariquita se subió al autobús, recordando cómo había conocido al otro.

Fue en la primavera del 52, Kakarotto usaba lo de siempre; sus pantalones de vestir negros, su camisa a botones naranja y unos tirantes igualmente negros. Se dirigía al mercado del anterior pueblo en donde vivía; donde conoció al hombre que tenía el pelo casi tan fuera de época como el de él.

Llevaba una camisa blanca, pantalones iguales a los suyos y una corbata azul marino. Era algo pequeño para la edad que tenía, era 5 años mayor que Kakarotto, que en ese tiempo tenía veintidós años.

Rápidamente se habían vuelto buenos amigos, asistían a bares juntos, iban a conocer lindas señoritas para así algún día hacerlas sus esposas.

Fumaban juntos, iban al cinema juntos. Escuchaban el Rock and Roll en la radio e iban al parque a disfrutar del aire puro.

Hasta que ambos se dieron cuenta que eran tan sólo un par de mariquitas. Y que se amaban.

Se mudaron rápidamente a otro pueblo, con meses de diferencia para que la gente no sospechara.

Lo habían logrado sin levantar sospechas. Se sentían felices.

Al día de hoy, nueve de mayo del 56 no los han descubierto. Espero en Dios que lo hagan. Esos mariquitas no se merecen nada.

Kakarotto llegó a su casa, encontró a su noviesito viendo por la ventana, como ido.

Encendió la radio, sonaba Love Is a Many-Splendored Thing de Four Aces.

No era el tipo de música que Vegeta escuchaba, era muy romántica para su gusto, pero no se negó cuando Kakarotto lo levantó de su silla y le dijo que bailaran.

Bailaron torpemente al compás de la música. Lentamente, Kakarotto se acercó a Vegeta y lo besó.

Ellos eran felices, la noche tardó en caer sobre ellos, las estrellas brillaban; testigos de su inocente pecado.

Eran como tú, como yo. Eran humanos.

Ellos se amaban, eran felices.

Pero no se lo merecían. Al final eran un par de desviados; de pecadores, de mariquitas.

Un par de mariquitas enamorados.

Drabble| 685 palabras.

Super inspirado en los libros de Stephen King situados en aquella época. Son hermosos Y NINGUNO trata la homofobia de manera tan explícita como yo lo hice (pero si la expresa, ya que en esa época había mucha homofóbia).

Hasta los puse en Maine, como en sus libros.

Les recomiendo leer cualquiera de estos, son hermosos.

30 Days Of KakaVege 「カカベジ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora