High School

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Vegeta se encontraba parado en la terraza de su escuela. Solo, como de costumbre.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no notó que alguien un tanto más alto que él se colocaba detrás suya. Sintió como tocaban su hombro para llamar su atención. Se dio la vuelta.

Frente a él se encontraba un joven; de cabellos imposibles y ojos casi completamente negros, realizando una clara reverencia mientras sostenía lo que parecía ser un sobre blanco sellado con una estampa de un corazón. Se lo estaba tendiendo mientras balbuceaba.

—V-Vegeta-senpai, por favor, acepte esto. Es mi confesión de amor.—dijo el chico sin verlo a los ojos.

Vegeta le golpeó la cabeza.

—¿A qué te refieres con senpai, cabeza hueca?—le reprochaba mientras el otro chico estaba tendido en el suelo sobajeando su cabeza, preguntándose qué había hecho mal.— estamos en la misma clase, Kakarotto.

—Lo sé, lo sé, Vegeta—Kakarotto se levantó, aún con carta en mano y se puso frente al más bajo de los dos.—pero es que así es como empiezan las relaciones en los mangas shoujos.—tosió— y en los shounen ai también.

Vegeta lo vio; oh que irritante es, pensaba.

—Deja de leer esas cosas, te hacen parecer y pensar como una chica—le arrebató la carta y la abrió. Tenía casi 3 páginas llenas de puro texto. Lo leería más tarde.

Vegeta se guardó la carta en su kaban mientras que veía que su compañero de clase se sonrojaba.

—¿Y a qué ha venido esta carta, Kakarotto?— lo vio una vez más. Estudiaba sus reacciones, esperando una respuesta.

Kakarotto temblaba de nervios.—B-bueno, Vegeta. Ya sabes que me gustas, mucho.

Vegeta sólo asintió.

—Y yo sé que te gusto.— Continuó Kakarotto, haciendo que Vegeta se sonrojara y volviera a asentir.

Ambos se miraban a los ojos; una larga pausa. Hasta que Kakarotto volvió a hablar.

Repentinamente, agarró a Vegeta de los brazos, lo apretó un poco y lo acercó a él.

—Te quiero mucho, Vegeta. Por favor se mi novio.— apretó los párpados y giró la cabeza; rojo, rojo, rojo. Como un tomate.

—Claro.—Lo dijo tranquilamente, pero sin excluir el fuerte rubor que llegaba hasta sus orejas.

—Vegeta, por favor, ambos nos gustamos, no puedes impedir que...—paró en seco, por fin prestándole atención a lo que el otro acababa de decir.—E-espera ¿dijiste que si?

—Claro que si, tonto. Lávate los oídos ¿quieres?

Kakarotto soltó a Vegeta un poco, sólo para después abrazarlo con aún más fuerza.

—¡Vegeta! ¡gracias! Te quiero tanto, tanto.— Lo apretaba fuertemente y lo movía emocionadamente de un lado a otro.

—Kakarotto ¡Suéltame!—Vegeta gritaba y gritaba, le incomodaba el repentino y tan íntimo contacto.

—¡Nunca! ¡Te quiero mucho!— Decía; ojos cerrados, soltando risas y risas hasta que su nuevo novio sucumbió al momento y rió junto a él.—¡Me haces tan feliz!

Vegeta solo rió por lo bajo; sonrisa ladina.

El sol de la primavera ardía suavemente por sobre ellos.

Kakarotto soltó a Vegeta después de tal zangoloteada.

—Kakarotto, no pienses que voy a decirlo muy seguido.— tomó una bocanada de aire.

Cerró los ojos, respiró una vez más y lo vio a los ojos.

—Te quiero, mucho, idiota.

Drabble| 539 palabras.

Nota: Un "kaban" es el bolso que llevan los estudiantes de escuelas primarias, secundarias y bachilleratos en japón.

Este drabble está basado en las dinámicas románticas que se ven en los doramas, anime, manga y novelas visuales. No en las de la vida escolar real.


30 Days Of KakaVege 「カカベジ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora