Genderswap

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—¡Vegeta!—Llamaba la saiyajin criada en la tierra a la otra.—¡Ven a entrenar conmigo!

Daba saltitos que hacían juego con su voz un tanto chillona.

La princesa saiyajin no lo toleraba, más le intrigaba, hasta el punto de gustarle; su placer culposo.

—¿Por qué debería hacerlo, eh?— respondía la soberana con mucha firmeza.

—¡Hazlo por Gokyun!—decía, acercándosele al rostro, casi besándola; apretaba sus mejillas.

Vegeta no podía soportar el comportamiento de Kakarotto, le molestaba que la mujer no actuara como una fémina saiyajin.

En secreto le atraía.

Vegeta empujó a la más alta—¡Deja de tocarme y lo consideraré, tonta!— se cruzó de brazos e intentó en vano evitar sonrojarse.

—¡Por favor, Vegeta! Entrenemos ¿sí?—La chica le mostró una amplia sonrisa. Parpadeaba rápidamente; sus pestañas batiendo como mariposas. Parecía estar coqueteando con la princesa.

Vegeta se lo pensó varias veces. Nada malo iba a salir de que ambas entrenaran ¿no? Ya lo habían hecho antes y nada fuera de lo normal ocurrió.

—Está bien, Kakarotto— la mujer cerró los ojos y suspiró.—¡Te superaré!

—¡Bien!

Fueron a un lugar vacío, apenas si habían unos tres dinosaurios, muchos bichos y una que otra planta.

Peleaban con desenfreno. Ambas guerreras luchaban por demostrar su superioridad ante la otra, estas mujeres eran fuertes, hermosas y disciplinadas. Verlas luchar era el regalo a la vista más hermoso que el ya inexistente planeta Vegeta le pudo haber dado al universo.

Patadas, golpes, esferas concentradas de ki. Una sonrisa arrogante cruzaba por los labios de Vegeta, una mirada triunfadora estaba presente en los ojos de Gokyun.

Luchaban como unas diosas.

Pasaban de transformación en transformación, Gokyun se saltaba el Súper Saiyan 3, no le gustaba no tener cejas, Vegeta se saltaba el Súper Saiyan Dios, el rojo no era su color, y, la hacía perder el tiempo.

Pasaron horas y horas peleando.

Las dos bellas guerreras dieron por concluido su entrenamiento, iban a dedicarse a comer.

—Vegeta–chan…—Decía Kakarotto a tan solo unos centimetros de la cara de la saiyajin mayor.

Vegeta estaba molesta, ¿Cómo se atrevía esa guerrera de clase baja a tratarla con todo menos que respeto?—Vegeta–Sama para ti, cucaracha.—le dedicó una de sus bellas sonrisas ladinas—¿Qué quieres?

En vez de recibir una respuesta hablada, Gokyun se acercó y besó los labios rosados de la princesa.

Ambas cerraron sus ojos. Kakarotto recorría las caderas de la princesa y las acariciaba suavemente mientras la recostaba en el suelo y seguía besándola.

Sus pechos estaban presionados contra los de la otra, Vegeta acariciaba con delicadeza el rostro de la saiyajin.

El beso se hacía cada vez más profundo; utilizando la lengua, lamiendo las comisuras de sus rosados labios, besando su cuello, dejando pequeñas marcas.

—Eres preciosa, Vegeta— Le repetía una y otra vez entre beso y beso.

Pudieron haber hecho más, pero no era el momento ni el lugar idóneos.

—Kakarotto, creí que estabas enamorada de aquella mujer con la que vives— decía Vegeta, en parte orgullosa y en parte celosa.

—¿Quién? ¿Chichi?—Vegeta solo asintió, Gokyun soltó una risita.—Pues si, fue mi novia por un tiempo, pero al parecer ella prefiere a Bulma.

—Pfff— Vegeta tenía que morderse la lengua más tarde. Ella misma anduvo en una “relación” con la mujer.

Que complicadas son las mujeres.

—¡Se mi novia, Vegeta!—Soltó Gokyun, se acercó a Vegeta y la besó una vez más.

—Eres la mujer más tonta y curiosa que he conocido en mi vida—Vegeta rió por lo bajo.

Ambas chicas se veían a los ojos.

—Está bien, seré tu novia.

Drabble| 596 palabras.

30 Days Of KakaVege 「カカベジ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora