Morning Routine

720 105 5
                                    

Los rayos del sol se colaban por la ventana de Goku y Vegeta.

Ya era de mañana y para los amantes suponía otro día de pasar tiempo de calidad juntos.

—Vegeta, despierta.— Goku le daba leves sacudidas para llamar su atención.

—Cállate— le decía Vegeta a su compañero de cama.—Te pasaste toda la noche moviéndome de un lado a otro y quitándome las sábanas. Déjame dormir en paz.

Goku procedió a besar la oreja y la mejilla de Vegeta suavemente mientras acariciaba su espalda.

—Vamos, hoy era mi turno de hacerte de desayunar.—Otro beso, esta vez en la nuca.

—Bien por ti. Déjame dormir.

Vegeta ignoraba los suaves besos depositados en todas las parte de su cuerpo que no cubría la manta, y también el hecho de que estaba muy, muy sonrojado.

—¿Y si me quedo otro rato a dormir contigo?— le susurraba a Vegeta al oído.

—No, vas a volver a dormir inquieto. Ve a preparar el desayuno y tráelo a la cama.

Goku no tuvo más remedio que obedecer. Él sabía que Vegeta se levantaba siempre de malas, y cuando no podía dormir bien, era mucho peor.

Cocinó con torpeza lo único que sabía hacer; huevos fritos y arroz. Para que no se viera poco, llevó también un bol lleno de sandía, la cual era algo cara y la estuvieron reservando para un momento especial.

Goku no sabía exactamente para qué “día especial” se refería, ya que para él todos los días que pasaba con Vegeta eran especiales.

Llevó el desayuno recién preparado a la cama que compartía con Vegeta. El príncipe estaba despierto, esperando de brazos cruzados la comida.

—Por fin llegas— le dijo —Ven y siéntate conmigo, Kakarotto.

Goku obedeció gustoso.

Ya habían terminado todo menos el bol con sandía; a Goku se le había ocurrido algo.

—Vegeta ¿y si te doy de comer la sandía a ti, y tú me la das a mi?— se sonrojó mientras cerraba los ojos y rascaba su nuca. Creía que Vegeta iba a negárselo.

—Como desees.— Vegeta tomó un trozo de sandía— Si decía que no, igual ibas a insistirme y hoy no quiero que me molestes.

Goku abrió la boca, esperando a que Vegeta le diera de comer el jugoso pedacito de sandía. Se lo dio.

A Goku se le había ocurrido otra idea.

Cuando le dio el pedacito de fruta a Vegeta, procedió a besarle los labios una vez este cerró la boca.

Vegeta se enojó; Kakarotto no lo dejaba comer en paz.

Goku se quedó sin sandía y bañándose solo.

Drabble|426 palabras.

30 Days Of KakaVege 「カカベジ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora