Tu vida en mis manos.

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Jennie

Me llamo Jennie Kim y tengo 23 años, edad algo joven para empezar a cargar con una obligación bastante grande.
Soy dueña del mejor y mas grande centro comercial de Corea del Sur, se podria decir que de Asia, pero de eso me encargo o mejor dicho... De eso me siento obligada... A hacerlo crecer.

Desde muy joven he estado sometida a todo lo que mi padre me obliga a hacer, todo lo que él quiere y desea me lo pone en encargo para que yo me ocupe, algo totalmente estresante para mi. Como quisiera que de una vez por todas deje de mandar en mi vida y que deje de tomar desiciones por mi, eso me irrita y solo hace que lo odie.

Estaba sentada en la silla de mi escritorio dando vueltas y vueltas en ella, ¿que mas podia hacer? Este aburrimiento me estaba llevando hasta el borde y lo peor de todo... Llame a Kai hace dos horas para que viniera pero ni aparece y ni signos de vida da, él es la mayor razon de mi aburrimiento.

Tengo una relacion con Kai de tres años, relacion la cual por obligacion de mi padre tuve que aceptar solo por "querer tener a alguien de mi altura" y por "tener la edad suficiente para tener pareja" esto ya me llevo a cometer lo mas loco que haya podido hacer o mejor aun, lo mas loco que voy a hacer. Basta de estar siguiendo ordenes, basta de actuar como si no me dañara esta situacion. Le terminare a Kai, le sere sincera.

Estaba creando las ideas en mi mente para ya tener listo lo que le dire a Kai cuando llegue, se que no le va a gustar para nada la noticia y que ira con mi padre como niño lloron pero no me importa, ya no iba a seguir mintiendole.

Escuche abrirse la puerta de mi oficina y detube por completo la silla para enfocarme en la persona que habia ingresado. Era Kai posicionandose frente mio con una sonrisa adecuada para un galan y un ramo de flores en sus manos.

- Hola jen -dijo Kai mientras se acercaba a mi y me extendia su mano- mira lo que te traje.

Tome el ramo de flores en mis manos y fingi una sonrisa para despues colocar el ramo de flores en el escritorio.

- gracias, muy... Lindo de tu parte. -lo mire y me aleje un poco- pero no quiero que me sigas trayendo esos detalles.

- ¿como? ¿Porque jennie? ¿No te gustan?. -pregunto con cara de confundido- siempre trato de ser romantico contigo.

- si y lo agradesco. -tome nuevamente el ramo de flores- pero terminamos Kai. -lo mire y le hise entrega de sus flores-

Pude notar como su rostro cambio por completo el estado de animo al escucharme decir esas palabras, de seguro y no esperaba eso, no despues de tanto tiempo de relacion.

- no puedes terminarme jennie... -dijo sonando molesto- no despues de que tu padre haya...

Él chico se detubo y no siguio hablando cosa que me sorprendio, habia mensionado a mi padre y eso me dejo confundida, pero no iba a preguntarle nada al respecto ya que queria que se marchara de una vez por todas y desapareciera de mi vista.

- Ahora vete Kai, ya no tienes por que seguir aqui... -dije sonando muy fria-

Kai se dirigio hasta el bote de basura y hecho alli el ramo de flores para luego darme la espalda y salir de mi oficina. Una vez se cerro la puerta empece a saltar de la emocion, ya no tenia que cargar con ese peso nunca mas, ni aunque mi padre me obligara.

- al fin... ¡Me siento libre!. -grite sentandome nuevamente en la silla de mi escritorio y comenzar a dar vueltas en ella, otra vez- Kai niño materialista... Ya no tendre que besarte mas. -rei corto y me levante de golpe de la silla-

Sali de mi oficina y camine casi corriendo hasta el ascensor y subi hasta el ultimo piso del centro comercial. Abri mis brazos y cerre mis ojos sintiendo como la brisa golpeaba mi rostro y me tranquilizaba. Definitivamente tenia la necesidad de poder sentir esto, poder sentirme libre, no completamente pero si senti como me quitaba un peso de encima.

Abri mis ojos ya que el ruido del ascensor abriendose me distrajo. Nadie mas subia aqui arriba aparte de mi y mi mejor amiga, pero Jisoo no podia ser, ella estaba de viaje y no regresaba hasta mañana. Voltie mi cuerpo rapidamente y mis ojos se encontraron con una chica tirada en el suelo, me alarme y me acerque a esta preocupada.

- ¡por dios!. -lleve mi mano a la boca al ver lo mal herida que estaba- ¿como te hiciste esto? No puede ser, llamare a una ambulancia. -saque mi telefono celular y empece a marcar mientras tocaba el pulso de la chica que bajaba su ritmo cada vez mas- no vayas a dejarme, quedate conmigo. -le dije al notar como cerraba los ojos- ¡maldicion!

Solte mi telefono celular y arrastre cuidadosamente a la chica al ascensor para luego arrancar parte de mi ropa y colocarla en su herida para que no se desangrara mas mientras descendiamos al primer piso.

- n-no... -la chica intento hablar- n-no dejes q-que m-me noten...

- ¿que?... -pregunte confundida ya que no sabia que se referia con eso-

No recibi respuesta alguna de su parte debido a que esta habia perdido por completo la razon, cosa que me preocupo aun mas. Una vez estando en el primer piso llame a un guardia de seguridad para que me ayudara; el guardia llevo a la chica a mi coche mientras yo me apuraba para encender este.

Desde este momento te clavas en mi pecho sin yo darme cuenta.

Continuara...

•JenLisa• Mi destino agridulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora