•JenLisa• Mi destino agridulce

Te lo dije.

Lisa

Fuí con rápidez al edificio "the bloods". Ese no erá su nombre, pero así lo llaman muchos por el simple hecho de que Seungri sea el dueño y por la simple razón de que sus trabajadores siempre se encuentren ahí para organizar los trabajos que el jefe les coloca. Erá un edificio misterioso para los curiosos que se ponen a investigar las afueras de la ciudad, ver los alrededores del edificio conmovia a muchos, pero pensar que tantas personas "pobres" no son en si personas sin dinero, si no, trabajadores camuflados de Seungri que se ponen a vender drogas o a estorcionar a cualquier ricachon que se apareciese por ahí. Erá un lugar que no tenia nombre, pero todos sabian que le pertenecia sólo y exclusivamente a Seungri.

Toqué con delicadeza la puerta, teniendo en cuenta las palabras que me dijo Seungri la ultima vez que estube en aquel salon. La puerta se abrio y note a cuatro personas arrodilladas frente a Seungri, que estaba sentado en un sofá. Sin interrumpir logré entrar colocandome en una de las esquinas.

-Pudiste haber llegado mucho más a tiempo, pudiste haberte venido una vez que Taehyung te avisó. -Habló Seungri mientras miraba a aquellas cuatro personas que con dificultad lograba reconocer. -De pie todos.

Esos cuatro cuerpos le hicieron caso a la voz irritante de Seungri, que sólo se encargaba de dar y dar ordenes, era como si él disfrutara tratar mal a las personas.
Giré mi mirada hacia aquellas personas y tan solo verlas de espaldas pude saber de quienes se trataba. Era Taehyung, Rosé, Bobby y ahs Seulgi. Hice una mueca en mi rostro apenas mi mente la mencionó.

-Tuve un pequeño inconveniente antes de venirme de inmediato. -Comenté caminando un poco hacía adelante. -Sólo fueron unos segundos de retraso, señor.

-Segundos de retraso que tienen nombre Lalisa. -Se levantó del sofa y yo sólo bajé mi mirada para no sentirme intimidada. -Jennie, Jennie Kim, heredera y dueña de TMK'S.

Ninguna de las cuatro personas opinaron nada, solo escuchaban con detenimiento mi incomoda conversación con Seungri.
De repente la puerta se abrió dejando ver una camilla con un cuerpo cubierto con una sabana blanca en ella y con unos aparatos a ambos lados, seguido de unos hombres que tomaban de los brazos a un chico delgado y golpeado por todos lados, caminaba con dificultad y con rápidez me acerqué para ayudarlo, pero dos hombres se posaron enfrente mio evitando que lo ayudase.

-Me contaron que... -Siguio hablando Seungri. -Tenias a tu madre protegida en Tailandia por un chico. -Mis ojos se abrieron por completo al decifrar lo que trataba de decir. -Tengo entendido que era para que yo no me acercase a ella, digo, tantas amenazas de mi parte para ti.

Miré nuevamente al chico y supe quien era, tenia tantos golpes en la cara que no pude reconocerlo a simple vista.
Seungri tenia razón, dejé a mi madre al cuidado de un chico con miedo a que él le hiciera algo. Llevo conociendo a Seungri ya unos años, tanto para saber todo de lo que es capaz de hacer.

- ¡Lo siento Lisa, lo siento! -Comenzo a decir el chico algo exaltado. -Eran muchos y ya no pude hacer na...

No termino de decir ya que se vio callado por un golpe en el rostro de parte de Seungri, quien despues se sacudio la mano por lo fuerte que le había dado al chico.

-No le dijé que hablara. -Coloco ambas manos en los hombros del chico, obligandolo a que se arrodillase ante él, cosa que logró. -Bien, solo faltas tú. -Me miró con una sonrisa sarcastica.

-No me voy a arrodillar ante ti si eso piensas. -Hablé de inmediato al darme cuenta a lo que se referia, corriendo el riesgo de recibir un golpe de su parte. -Yo no alabo a seres humanos.

Río cortamente para luego cambiar de expresión en tan solo segundos, ¿quien dijó segundos? En tan solo milesimas, ese hombre si daba miedo, pero ese miedo no lo causaba en mi.

-Si fuera Jennie Kim lo harias. -Se posó enfrente mio dejando su mirada penetrante sobre mis ojos. - ¿cierto?

Retrocedí un paso para luego mirarlo de igual manera.

-Esque ella si es una diosa. -Respondí estando segura de lo que decia.

Todos en el salon levantaron su mirada hacía a mi, esperando al igual que yo, a que Seungri me volteara la cara de un golpe, golpe que nunca llego.

-Tú madre... -De repente cambio de tema. -Es hermosa, el señor Kim tenia razón.

Quitó su mirada de mi y la dirigio hacía la camilla que hace unos minutos sus hombres habían adentrado al salon, camino hacía a ella y retiró la sabana blanca que cubria por completo el cuerpo que allí se posaba.
Mi corazón comenzó a latir fuerte y de inmediato al darme cuenta de que aquel cuerpo no era cualquier cuerpo, era mi madre quien sedada no se percataba de lo que sucedia a su alrededor. Miré con odio a Seungri quien se encargaba de acariciar el rostro de mi madre, iba a ir hacía ella, pero esos dos hombres que estaban a ambos lados de mi me lo impedian, ya que me tomaron de mis brazos al percatarse de lo que intentaba hacer.

-Hay Lalisa. -Volvia a hablar Seungri aún sin retirar sus manos de mi mamá. -Tú nunca fallas en mis trabajos, nunca me haz llegado a mentir. -Continuo tocando esta vez los aparatos que estaban a ambos lados de la camilla. -Te lo dijé, el primer día que llegaste, te dijé que si me fallabas tu hermosa madre sufriria.

-Lo siento, lo siento, lo siento mucho Lisa. -Susurraba el chico estando aún arrodillado, entre lagrimas y lamentos se disculpaba una y otra vez.

- ¿Pero sabes que es lo divertido? -Seungri se alejo de mi madre y yo sentí un alivio enorme. -Que no sólo ella sufrira por tú traición.

-Yo no te eh traicionado. -Me defendí. -Nunca lo eh hecho.

-Acabas de hacerlo, no era necesario que te pelearas con Seulgi para proteger a Jennie. -Claro, Seulgi ya le vino con el cuento.

-No entiendo que tiene que ver ella con lo que haces, no la involucres. -Le suplique logrando que aquellos dos hombres me soltasen.

-Ella no. -Miró a mi madre y yo igual hice lo mismo. -Pero su padre si.

¿Que?

Jennie

Caminé con total rápidez hasta la habitación donde se encontraban todas las cintas de las camaras de seguridad de todo el centro comercial. Tenia que saber quienes eran los que lastimaron así a Lisa, porque no iba a permitir que lo volvieran a hacer.

-Señorita Kim, su escolta nos dijó que usted las veria con ella. -Habló el guardia de seguridad quien hizo dos reverencias antes de hablar

-Pues cambie de opinión, coloquelas. -Me cruze de brazos mirando todas pantallas que estaban al frente de mi.

El guardia de seguridad sin dar reproches introdujo las cintas en el DVD, mostrando la imagen del pasillo que daba con mi oficina, y en otra pantalla toda mi oficina completa sin movimiento alguno. De repente el ascensor se abrio dejando ver a dos mujeres y un hombre, el trio estaba encapuchado por lo que no lograba notar quienes eran. Segundos despues note como un hombre y una mujer lograban adentrarme a mi oficina, mientras la otra solo los seguia, hasta que...

No puede ser cierto...

Continuara...