Capítulo 1.

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   Estaba cansada, sinceramente ni había hecho mucho en el día pero solo tenía ganas de dormir y mirar una película, pero no. Estoy aquí sentada frente al espejo, en el camerino de mi casa, con por lo menos 10 personas entrando y saliendo de la habitación. Y no quiero imaginar cuantas más por todas las otras partes de la casa.
   Ya estaba peinada, con un lindo recogido de rulos y una hebilla con piedras doradas y plateadas a un lado, estirando una parte de mi cabello. Me estaban maquillando, podía sentir como el maquillador pasaba un pincel por mi mejilla marcando el contorno de mi cara, debo admitir que es muy bueno en lo que hace y me sorprende lo bella que me deja.
   Mi vestido colgaba en una parcha cerca de nosotros, era hermoso, estuvimos meses trabajando con Gucci para poder hacerlo. Era azul, largo, con detalles dorados que combinan con el broche de mi pelo, un escote corazón y strapless, las mangas estaban a un costado.

   Cuando el maquillador termino con su trabajo me pregunto que me parecía, y me encantaba, era natural y resaltaba mucho mis pestañas haciendo mis ojos más grandes de lo normal. Le di las gracias, así, salió contento de la habitación.
   Mi estilista pidió que todos salgan del lugar, lo cual rápidamente lo hicieron, excepto ella y la fotógrafa que capturaba con su cámara fotos de mi, que probablemente luego el encargado de mis redes sociales las subiría. Estaban ayudándome a ponerme el corset y arriba de él, ese bellísimo vestido. Mis zapatos de taco aguja del mismo color que mi atuendo haciendo juego, mis dedos estaban llenos de anillos de oro y plata con diamantes y mis uñas brillosas color blanco.
   Me veía perfecta pero siempre mi miedo de lo que piense la gente estaba allí.

   La fotógrafa sacaba fotos de mi vestido y cosas específicas como los anillos y brazaletes en mis manos, mientras bajaba la escalera o hasta comiendo un sándwich de queso, era gracioso porque estaba vestida como una princesa pero comía como una bestia.

   Al terminar de prepararme ya eran las siete de la tarde, yo debía estar a las ocho en aquel lugar así que mi representante me apuró para irnos.

***

-Ya es hora - Una mujer de un poco más de 30 años que trabajaba como asistente me aviso para bajar.
   Realmente no tenía ganas, me sentía cómoda acostada en la parte trasera del auto jugando al CandyCrush en mi teléfono, a pesar de todo lo que llevo puesto.
   Salí del auto y entré por la parte trasera del lugar ya que la parte delantera estaba completamente llena de fans. El lugar era el Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.

   Me hicieron esperar unos momentos para ingresar a la alfombra rosa del Met Gala y cuando lo hice lo único que podía ver eran flashes, tuve que pasar por ese lugar estrecho con muchos fotógrafos hasta que salí a la alfombra, era un lugar bellísimo, lleno de flores color rosa pastel y una larga pasarela del mismo color, a los costados la prensa se apretaba y volvía loca gritando mi nombre solo por un poco de atención para que contestara sus preguntas o simplemente saludara, como tengo la obligación, los ignoré y comencé a posar para los fotógrafos, de vaya a saber que empresa, revista o programa sean. Veía a mi asistente indicarme donde pararme o si debía hacer algo o no. Podía ver a otros famosos posar, como Laverne Cox, Karlie Kloss o Taylor Hill. Compartir pasarela con esas bellas mujeres me aterraba un poco.
   Hasta que vi llegar a esa persona que tanto admiro, inmediatamente todos se giraron a ver, incluyéndome, no podía creer el increíble look que traía, siempre innovando. Me consideraba una gran fan.

   Lady Gaga bajaba las escaleras mientras sus asistentes tenían su largo vestido rosado, posaba como una reina, como siempre. De repente cambio de vestido a uno negro con paraguas del mismo color y cuando creía que ya había terminado volvió a cambiarlo por uno corto y rosado. Mi sonrisa y admiración podía verse hasta España probablemente. Repentinamente también se quitó ese vestido quedando solo en corpiño y medias con brillos dejando ver su perfecta figura y numerosos tatuajes.
  Deje de mirar al momento que mi asistente me llamó para que vaya a contestar preguntas de la prensa, lo cual me detuve en E! News.

-Que bella estás hoy, Emma! -La entrevistadora me halagó sonriente.

-Muchas gracias, mi vestidor es de Gucci, trabajamos mucho tiempo para hacer este hermoso modelo. -Conteste también sonriendo, sabía que en algún momento tenía que nombrar la marca, pues así es el contrato, y que mejor hacerlo ahora para sacármelo de encima.

-Extrañamos esa voz en los escenarios, estás pensando volver a hacer un tour?

-Por supuesto. -Le respondí. -Estoy terminando mi disco así que dentro de poco saldrá y muy rápidamente será la gira, así que estoy muy contenta de volver.

  Mi música siempre fue pop-rock con letras algo depresivas, un poco pesadas y vintage, o así le llamaba la gente, yo prefería decir que eran realistas al estilo de los 70. Hace solo 3 años comencé a hacerme más conocida gracias al éxito de una de mis canciones, y desde ese momento con todas fue así. A mi corta edad de 22 años ya era todo una artista, y lo reconocía.

-Te ves muy bien, entonces ya has superado tu problema! Eso nos pone muy contentos! No es así?

   Sabia que esa pregunta llegaría en cualquier comento y sentí como mis órganos se movían dentro de mi, de nervios y enojo. Se que soy una persona pública, que debo cuidar mi imagen, pero el hecho de que se metan en mi vida privada por el simplemente haber visto una foto meses atrás, me enfurece.

-Si... muchas gracias por preguntar. -Giré la cabeza en busca de mi asistente solo para salir de esta serie de preguntas que se venían. -Oh! me están llamando, con permiso. -Rápidamente y con una sonrisa la saludé y partí al lado de la chica que me acompañaba para jalar un poco su brazo y entrar al salón donde ya no se encontraba la prensa pero si muchas personas que tomaban fotos con sus celulares al lugar.

-Qué pasó? -Me preguntó un poco sorprendida. Pero luego de unos segundos antes de dejarme contestarle, volvió a hablar. -Ah ya se... te preguntaron sobre eso. -Asentí con la cabeza.
-Y qué esperabas? Ha pasado tiempo desde que la gente no te ve públicamente por ese tema, supuestamente.

No pude decir nada, tenía razón, qué esperaba?

-Voy al baño.

   Fue lo único que dije y caminé rápido, levantando un poco mi vestido para no pisarlo y caerme, hasta el baño. Escuchaba que ella decía mi nombre con el objetivo de que vuelva o solo me girara para que me diga algo más, pero la ignoré y entré al baño. Estaba tan nerviosa, alterada y cansada que ni siquiera pude darme cuenta de lo lujoso que era el sanitario después de unos minutos. Para mi suerte no había nadie, probablemente todavía no habían llegado todos y usar el baño en estos lugares no es frecuente por los grandes y complicados atuendos que utilizaban todos, era mejor esperar antes que ir con todo eso puesto.

   Para más seguridad me encerré en uno de los lugares donde estaba el inodoro, baje la tapa para sentarme y tranquilamente sacar la bolsa que estaba dentro de mi corset, el siempre hecho de verla ya me tranquilizaba. La abrí y puse un poco del polvo en la palma de mi mano, la miré por unos segundos, estaba bien esto? no, pero qué más puedo hacer.

   Me acerqué e inhalé lo blanco de mi mano. Podía sentir el dolor al entrar en mi nariz, cerré los ojos fuertemente y con mis dedos movía mi nariz a los lados suavemente, intentando no arruinar mi maquillaje, para que el dolor parara. Unos segundos después había pasado y me sentía tranquila, más relajada. Volví a ser yo. Mis inseguridades y nervios se esfumaban poco a poco.

   Seguí con los ojos cerrados un rato más, tranquilizándome, hasta que el sonido de alguien tocando la puerta me sobresaltó y las voz de un chico se escuchaba preguntándome;

-Estás bien? Quieres que llame a alguien?

MetGala // Harry Styles |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora