Ayer me había pasado, horrible. Ahora me dolía la cabeza y tendría que soportar muchas horas de vuelo hasta Milán para firmar unos malditos papeles que según Benny, eran importantes. Sin mencionar que tuve que levantarme aún más temprano para comprar un nuevo teléfono. Y personas se querrían tomar fotos conmigo pero mi cara se encontraba de lo peor, agradezco al que haya inventado los lentes oscuros.
La noche anterior Hans había llegado a mi casa con lo que le había pedido y preguntó múltiples veces si me encontraba bien o si quería que se quedara y hablemos pero negué todo, no tenía ganas de estar con nadie por el momento así que solo le pagué lo que debía y se fue. La heroína había sido guardada en mi caja fuerte y la pequeña bolsa con polvo blanco ni siquiera sabía donde había quedado. Estaba muy descontrolada.
Ahora me encontraba en el aeropuerto junto a Benny, pasando controles que solo me hacen perder el tiempo. Mi valija junto a la de mi representante pasaban por la cinta lentamente y un hombre llamó a otro para decirle algo sobre mí. Ya sentía la avalancha de trabajadores pidiéndome fotos como siempre pasaba. Pero en vez de eso, comenzaron a abrir mis cosas.
-Que hiciste? -Susurró Benny a mi lado.
-No hice nada! -También susurré para que solo me escuchara él.
Quedé pálida cuando vi que el hombre con guantes negros sacó la pequeña bolsita de cocaina que había perdido la noche anterior, allí estaba. No recordaba haberla puesto ahí, pero ahí estaba.
-Eres una idiota... -Dijo mi manager con una completa cara de susto.
Un policía se acercó a mí colocándome esposas de forma bruta. Mi desesperación aumentaba cada instante, me costaba respirar y las lagrimas que estaba conteniendo quemaban. Soy una completa idiota.
-Tiene derecho a guardar silencio, cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un tribunal judicial. -Decía el oficial que me había colocado las esposas y me empujaba para que caminara fuera del aeropuerto.
-Benny. -Fue lo único que pude decir, las ganas de llorar me ardían en la garganta. Su cara de no saber que hacer me desesperaba más todavía.
-Tranquila, lo resolveremos! -Era lo único que podía decir para calmarme, pero no resultaba.
Al salir por la puerta bajé la cabeza por reflejo al sentir flashes por cualquier lado. Este era mi fin completamente.
Veía todo en cámara lenta. Las caras serias de los oficiales que intentaban alejar la gente de mi, las personas desesperadas por hacerme preguntas sobre qué había pasado y por qué me estaban llevando, los miles de flashes en mi cara, niñas llorando por verme unos segundos. Todo se sentía tan horrible.***
-Ya llamamos a su gerente hace un rato, quiere llamar a un familiar? -Un hombre gordo con uniforme y una placa en el lado izquierdo de su pecho me miraba de mala gana.
-No. -Realmente si quería llamar a alguien para que se quedara conmigo, pero no tenía a nadie.
Sin más, el sujeto volvió a su oficina dejándome sentada en una sala de espera con esposas puestas.
Los minutos pasaban lento y la tele que se encontraba encendida en la sala me aturdía, hasta que escuché mi nombre en ella. Si, era la noticia que había sido encarcelada por posesión de drogas.
-Podrías apagar? -Le hablé al hombre duramente, lo que hizo que me mirara de muy mala gana.
-No. -Dijo de la misma manera en la que yo le hablé.
-Me duele la cabeza. -Era verdad, pero quería que la apagara porque no me gustaba escuchar lo que la gente decía de mi, por esta razón nunca miraba las noticias o usaba redes sociales. A la gente le gusta hablar porquerías de otros. -Sabes quien soy? -La pregunte cuando vi que no me contestaba. Debo admitir que el ego se me subió a la cabeza, anteriormente ya había tenido un par de problemas con la ley por temas de velocidad al conducir pero siempre lo dejaban pasar al saber quién era.
El policía me ignoró otra vez ya que su teléfono comenzó a sonar, por lo que no dije más nada.
-Si? -Lo escuchaba contestar. -Ah, bien. La llevaré.
Se levantó de su asiento dejando su teléfono de lado para caminar hasta mi y hacerme parar.
-Llegó tu representante, hablaras con él. -Caminábamos por un pasillo donde al final se encontraba Benny sentado en otra sala de espera.
-Por qué tardaste tanto? -Le reproché apenas vi su cara.
-Emma... -Se paró para ver mejor mi cara. Me encontraba demacrada. -El analista del laboratorio forense verificó que eran drogas, era cocaína, maldita sea. -Pasaba la mano por su cabello tirado de él hacia atrás. -Sabes lo caro que nos costará esto?
No contesté, sabía muy bien que este error era un gran problema en todo sentido.
-Pasarás la noche aquí, pagaré tu fianza y mañana saldrás.
-No. -Dije desesperada. -No puedes dejarme aquí toda la noche, por favor. -Rogaba con desespero. No quería quedarme sola allí toda la noche.
-Lo siento, mañana por la mañana vendré. -Se fue sin decir nada más y una lágrima rodó por mi mejilla.
-Espera! Espera... -Con una de sus manos en la puerta, giró a mirarme. -Podrías llamar a Harry?... por favor. -La cara de asco que se formó en él al decir esto, fue notoria. Negó con la cabeza y siguió su camino. -Benny! -Grité pero ya era tarde, se había ido.
El hombre gordo tiró de mi bruscamente de nuevo para encerrarme en una celda. Estaba helado allí o tal vez yo lo estaba. No podía contener el llanto por lo que el agua salía sin permiso de mis ojos. Por qué tuve que arruinarlo todo? Otra vez.
🖤Hola🖤
Volví jajaja fueron sólo dos días sin internet, bastante bien. Donde vivo es tarde pero decidí subirlo igual. Espero les guste el capítulo de hoy aunque siento que es muy corto.
También, gracias por los 5k! No lo puedo creer porque hace literalmente solo dos días, en el capítulo anterior, estaba agradeciendo por los 4k. Gracias 🖤🖤
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MetGala // Harry Styles |TERMINADA|
Fiksi Penggemar"No me puedes dejar así. No se supone que debe terminar así."