MetGala // Harry Styles |TERMINADA|

Capitulo 6

Terminó. Pero mi adrenalina por cantar saltar y bailar al ritmo de mi música seguía, aunque estaba un poco aturdida sentía que podía realizar 5 recitales más y de igual modo no iba a estar cansada.
Con una toalla secaba la fina capa de sudor que se hizo en mi frente mientras unos hombres quitaban todos los cables y auriculares que tenía en mi cuerpo, me alcanzaron una botella de agua y sin dudarlo tomé de ella.

-Estuviste fantástica.

   Me giré para ver de quien salían esas palabras y era el chico que me ayudó en la fiesta, realmente no recordaba su nombre en el momento. Me dio un poco de vergüenza porque probablemente en la industria todos sabían quien era y todas sus canciones, así que opté por no preguntar nuevamente. Soy consciente de que esa noche se lo pregunté pero mis recuerdos son muy vagos por el estado en que me encontraba.

-Muchas gracias, no sabía que estarías aquí. - Lo mire de abajo hacia arriba mientras me quitaba la guitarra que tenía colgada y se la entregaba a un hombre que trabajaba allí. Me encantaba su vestuario, me recordaba a mis bandas favoritas de los 80. Su traje era rosado y llevaba una camisa blanca por debajo, en el saco tenía flores bordadas con un tono de rosa más oscuro y los tallos y hojas de las flores color verde, me encantaba, probablemente era Gucci y únicamente hecho para el. -Me gusta tu saco. -Tome nuevamente agua mientras lo seguía mirando en busca de una respuesta.

-Gracias, es Gucci. -Dijo ignorando la primera frase que mencioné, me di cuenta que también analizó mi vestuario pero no dijo nada, tampoco esperaba que diga algo, no era tan original y estrafalario como el de él.

-Lo imaginé. -Sin intención de seguir hablando caminé por el pasillo en busca de algo de alcohol, necesitaba calmar toda mi euforia y que mejor con un vaso de whiskey.

-Ya te tienes que ir? -El chico me seguía por el pasillo trotando para alcanzarme, suelo caminar muy rápido.

-Voy a tomar un trago. -Seguí mi paso más lento para que me alcanzara y ya había llegado a mi puerta pero, antes de entrar decidí invitarlo, realmente no tenía ganas y ya se podía oír como el siguiente artista comenzaba su show por lo que quería verlo tranquila en mi camerino, pero recordé su ayuda y creo que podría tomarlo como una forma de agradecimiento y dejarme en paz. Aunque no le debo nada. -Quieres?

-No tomo antes de tocar pero... está bien. -Sin más entramos.
Él se sentó en una de las sillas de la habitación mientras yo servía el líquido en dos vasos, cuando terminé extendí mi brazo para que agarrara el vaso de cristal y así lo hizo, dándome una pequeña sonrisa en modo de agradecimiento. Me senté en la silla donde anteriormente me maquillaron y peinaron, estaba un poco alejada de la suya.

-Cuando tienes que tocar? -Pregunté sin mirarlo mientras armaba un porro en mi regazo con cuidado de no tirar todo.

-Ehh... en un par de horas en realidad, hay algunos artistas primeros. -Sabia que estaba mirando lo que hacía y tal vez era porque me costaba un poco, no estaba en todos mis cabales. Cuando terminé de hacerlo, lo encendí y exhalando el humo, lo miré.

-Y por qué viniste tan temprano? -No sabía de que hablar realmente, no lo conocía. Tampoco tenía intenciones.

-Me enteré que estarías y fue mi oportunidad para verte en vivo.

No contesté. Solo asentí haciéndole entender que había entendido lo que había dicho, pero no sabía que contestar. Extendí el cigarro ofreciéndoselo, lo tomó.

-Pensaba que podríamos hacer una colaboración, o escribir música juntos. -Dijo devolviéndome el cigarrillo luego de haber fumado de él.

-No se si nuestra música es parecida. -En realidad nunca había escuchado su música, no sabía si era parecida. Pero no lucia como si lo fuera.

-Tal vez, no lo sé. Es decir... puede que sea un poco distinta pero podríamos hacer algo bueno. - Se acomodo en la silla abriendo un poco las piernas. No tome bien ese gesto, no sabía si era porque estaba irritada o el tenía un aire de superioridad o bondad en su voz. Todavía no lo descifraba.

-No tendrían que hablarlo nuestros representantes primero? -Mencione con un poco de desinterés en el tema. Mire mis uñas pintadas de negro pensando que necesitaban un retoque urgentemente. -No se si es conveniente para...

-No lo digo por conveniencia. -Cortó mi frase lo que me hizo mirarlo de inmediato. A qué quería llegar? -Hablo de que; me gusta tu música, quiero suponer que lo has notado. Solo me gustaría componer contigo.

Le sonreí y el me devolvió la sonrisa. Era raro que me pidiera algo así solo por querer componer conmigo, me sentí halagada.

Por un instante se me cruzó mi sobrina y mi hermano por la cabeza, la sonrisa que anteriormente tenía en mi rostro seguramente se había ido. Ya eran las tres de la tarde y necesitaba depositarle dinero lo antes posible, pensar que en este mismo instante podría darle cualquier cosa a la niña, necesitar algo de improvisto y que no tengan para ayudarla o se endeuden hasta la cabeza me ponía la piel de gallina. Necesitaba salir de allí y ver a Maya con urgencia, mi estómago dolía en pensar en esa pequeña niñita mal. Sentía que iba a agarrarme un ataque, sentía culpa por no estar allí, sentía que todo era mi culpa.
Bebí lo que quedaba, levantándome de la silla, a lo que él repitió mi acto.

-Tengo que irme. -Dije dejando el vaso sobre el tocador y agarrando una campera por si hacía frío.

-Sucede algo? -Su cara de desconcertado era notoria.

-Busca a Benny y él te dará mi número, dile que tuve que irme. -Y sin más, salí de allí. Pude escuchar que él intentaba llamarme, pero no quería hacerle caso.

Corrí hasta donde se encontraba mi chofer, fue un tramo largo así que estaba agitada.

-Hey, hey... tranquila, qué pasa? -Me dijo apenas me subí a la parte trasera del auto, el hombre robusto se encontraba tranquilo, comiendo una hamburguesa, viéndome por el espejo retrovisor buscando una respuesta.

-Necesito que me lleves a mi casa, por favor.

Arrancó el auto rápido viéndome desesperada por irme pero siguió preguntando. -Segura estás bien? Donde está Benny? Estás un poco pálida.

-No quiero hablar, solo conduce.

Así pasó el viaje hasta mi casa, apenas llegué le di las gracias y salí corriendo hasta entrar en ella. Cerré la puerta y rápido saque el papel que Evan me había dado, era obvio que allí estaban sus datos para hacer una transferencia bancaria. Es un poco peligroso solo ponerlo en un papel y entregármelo, pero así es Evan, prefería escribírmelo antes que decirlo por teléfono. Corrí a mi computadora que siempre se encontraba prendida, para abrir mi cuenta de banco. Me sentía mareada, estaba sudando y temblando, de a poco se me nublaba la vista, las ganas de vomitar aumentaban.
   Al terminar la transferencia, corrí hacia el baño más cercano y desesperadamente devolví todo lo que había ingerido en el día, que solo era un café y un vaso de whiskey. Cuando terminé, ya estaba un poco más relajada.

Solo fue otra pálida.