MetGala // Harry Styles |TERMINADA|

Capitulo 5

  Eran las 5 de la mañana y yo ya estaba despierta, a las 7 tenía que ir a prepararme para el show que dijo Benny, era algo de beneficencia o por el estilo, él me lo había explicado por teléfono hace unos días aunque no le preste atención, solo dije que si a todo lo que pedía. Estaba algo nerviosa así que opté por fumar de la pipa que apareció ayer en el living, me gustaba, entonces me la quedé.

  Las horas pasaron rápido mientras desayunaba y me daba mi dosis de Los Simpsons diaria. La puerta se abrió,  era Benny. Sin decir ni una palabra inclinó rápido la cabeza hacia un costado, haciéndome entender que ya teníamos que irnos. Entonces, dejé la taza donde antes había café, dentro del lavadero, agarré mi bolso y salí de mi casa.

Al llegar tuve que caminar por un tubo grande blanco hasta una habitación con una mesa larga donde había comida, sillones y televisores para ver que pasaba en el escenario, quería suponer, ya que todavía era muy temprano para que el recital comience. Me indicaron ir por una de las puertas que había en la habitación que llevaba a un pasillo, algunas puertas blancas más con nombres de artistas y una estrella negra arriba aparecieron en mi vista, supuse que alguna de esas tendría mi nombre así que caminé leyendo cada una, había cantantes muy buenos.

   Cuando encontré la mía, entré. Mi maquillador y estilista estaban ahí.

-No sabía que iban a venir. -Los saludé con un beso en la mejilla a cada uno.

-Cómo no venir, querida. Siéntate que tenemos que arreglar esa cara de sueño. -Logan me agarró los brazos y dirigió hasta la silla para que me sentara.

Después de unas horas de maquillaje, peinado y elegir un vestuario de los tantos que había traído Sam, la estilista, optamos por un entero de short color gris oscuro con detalles blancos, era de una tela brillosa y apretado al cuerpo. Me gustaba. También, insistieron para que use zapatos de tacón pero mis piernas, por alguna razón dolían, así que solo consiguieron que me coloque unas botas negras con un poco de taco y un sombrero estilo vaquero pequeño también negro.

Mi manager entró cuando yo me encontraba ya sola en la habitación viendo mis redes sociales en el celular.

-Tu hermano te vino a ver. -Fue lo único que dijo cuando Evan pasó. Se veía triste, cansado, sus ojeras llegaban hasta la mitad de su nariz, el cabello castaño siempre peinado que solía tener estaba todo desordenado. No se qué le había pasado. Hacía años que no lo veía. Estaba muy sorprendida de su presencia.

-Hola Emma... -Sus ojos caídos y sin color me miraban desde la puerta.

-Evan... pasa, tanto tiempo. -No sabía como reaccionar, tenía miedo de que viniera a contarme algo muy malo como la muerte de alguno de mis padres. Dudaba que fuera algo bueno por la forma en que se encontraba su rostro. -Que haces acá?

-Vine a saludar a mi hermana y verla en su show. -Se acerco y me abrazó, correspondí en abrazo pero sabía que algo estaba mal.

-Dime qué pasó.

Él soltó el agarre y suspiró. -No sé como decirte esto. Sé que tendría que habértelo dicho hace mucho pero no quería molestarte, Leslie me insistía que viniera a pedírtelo pero... no quería aprovecharme y arruinar tu momento de felicidad.

   Leslie esa la esposa de Evan, mi hermano, es una mujer muy buena, sabe cuidar muy bien a su familia. Juntos tienen una bella vida soñada, una casa, un perro y una hermosa hija de ojos verdes llamaba Maya de probablemente ahora 5 años o tal vez más. La ultima vez que la vi fue hace mucho tiempo, creo que tenía 3 años.

-Evan, dime qué pasó. -Insistí, me ponía nerviosa.

-Maya... tiene cancer hace un año. -Al oír eso, casi me caigo, tuve que sentarme donde me encontraba antes. -No quería decírtelo porque realmente creí que sería algo rápido, que no iba a traer complicaciones. -Sus ojos se hacían más agua cada vez que avanzaba con sus palabras. -Necesita una operación urgente o podría pasar lo peor, ha empeorado muy mal y con Leslie ya nos quedamos sin recursos, hasta vendimos el auto. En serio no me gusta pedirte esto, no me parece apropiado, pero necesito tu ayuda. -Un sollozo salió de sus labios. -Por favor.

  No sabia que decir, estaba confundida. Cómo esa pequeña niña podría cargar con todo eso? Me sentía enojada por el hecho de no haberlo sabido antes y porque mi hermano es un idiota que no me pidió ayuda en el momento que empezó todo. También, entendía su posición, él siempre fue tercero y odia la ayuda, que esté pidiéndome esto significa que realmente no sabe que hacer. Maya debe estar devastada. Tengo miedo.

-Cómo no me dijiste antes, Evan? Por supuesto que voy a ayudarlos -Me paré y lo abracé nuevamente. - hoy mismo te daré la cantidad que necesiten para que hagan su operación. Quiero ver a la niña lo antes posible, también. Tu solo dime cuando pueden operarla y yo estaré ahí con ustedes.

-Gracias. -Me abrazo más fuerte, no lo esperaba. Evan no era muy cariñoso.

El ruido de la puerta nos hizo separarnos para ver quien era. Una mujer rubia que desconocía, de por lo menos treinta años nos miraba.

-Emma, en treinta minutos te toca, necesito que vengas a prepararte. -Le dio una mirada a mi hermano que no logre descifrar el significado, y se fue.

-Bueno, me voy. Te dejo mi número y algunos otros datos necesarios, estaremos en contacto. Gracias de nuevo. -Me extendió un papel y lo tomé.

-No te quedas a ver el show?

-Oh... no, lo siento. Debo ir a trabajar, ya es tarde. Me tomó mucho tiempo que me dejen entrar aquí. Nadie creía que era tu hermano. -Reímos y luego de darme un beso en la mejilla y desearme suerte, se fue.

  Me sentía rara, todo fue tan rápido, no se si por volver a ver a mi hermano después de años, o por la noticia de la niña, probablemente por todo junto. Quería llorar no se por qué, pero no podía, el show tenía que comenzar.
   No pensaba hacer esto hoy pero para relajarme aspire un poco de lo de siempre para calmarme y subir el ánimo. No me di cuenta cuando ya había consumido 3 o 4 líneas y lágrimas salían de mis ojos.
Rápidamente me limpié sin dañar mi maquillaje y salí hasta donde hace unas horas me habían indicado, era tras el escenario.

Veía que unos chicos estaban tocando mientras arreglaban mis auriculares y micrófono, era una buena banda, incluso una de mis favoritas. Me tocaba salir dentro de unos minutos. Mientras acomodaban mi maquillaje con un poco de polvo veía mi reflejo en el espejo de una de las paletas de sombras para ojos, tenía las pupilas dilatadas y los ojos un poco caídos, pero las largas pestañas escondían eso.

Sin más, los otros chicos terminaron y me tocó salir a escena con micrófono en mano y una gran adrenalina encima.