Toma 6

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Sentada en medio del Dojo, con los talones y barbilla recogidas, los hombros caídos naturalmente, las manos reposando sobre su abdomen, las palmas hacia arriba y los dedos pulgares juntos de forma horizontal, tocándose con una ligera presión como si fuera uno la prolongación del otro; Umi intentaba mantener su mente en blanco.

 Respiró lenta, larga y profundamente centrándose en su exhalación. Llevaba veinte minutos en esa posición y, lamentablemente, no había funcionado para mantener alejados sus pensamientos de una sola persona: Honoka.

El tiempo seguía transcurriendo y la chica no llegaba, su concentración era un asco. Si su padre la viera, sería seriamente reprendida, agradecía que no estuviera en casa para verla fallando en el mokuso.

Tuvieron que pasar otros diez minutos para que finalmente se rindiera.

La puerta del Dojo se abrió de pronto y Honoka entró jadeante con su mochila al hombro.

—¡Uwaa! ¡Lo siento mucho, Umi-chan! ¡Ya estoy aquí!

—¡Honoka! —exclamó Umi, sorprendida por la repentina aparición, para dejar salir la molestia después— Llegas tarde, ¡¿por qué no avisaste que te retrasarías?!

La chica se encogió ante su duro tono.

—Mi batería murió —explicó Honoka—, fui a almorzar con Tsubasa-chan, y se me fue el tiempo tomando algunas fotos, ¡en serio quise avisar! Pero no me di cuenta de la batería.

El enojo de Umi aumentó, junto al extraño sentimiento de desagrado que le provocaba escuchar el nombre de aquella chica. No le agradaba por alguna razón, y ni siquiera la había conocido aún.

—¿Tsubasa? ¿Por qué irías a comer con ella?

—Es que ella se irá de viaje mañana y quería despedirse, es una amiga muy considerada, ¿no crees?

Amiga…

—Hoy es sábado —repuso, molesta. Se alejó del centro de la sala de entrenamiento, sintiendo la frialdad del suelo bajo sus plantas descalzas; Honoka la seguía viendo con una sonrisa tonta en la cara—, sólo quedan dos semanas para la competencia, aún hay mucho por entrenar y tú… ¿decidiste irte con una idol que acabas de conocer?

—Umi-chan, ¿estás enojada? —Honoka la miró sorprendida unos segundos antes de regresar a su usual ánimo— Oh vamos~ ¡sólo me he atrasé un poco! Estoy lista para entrenar y si quieres, ¡puedes ir conmigo la próxima vez a recibirla! Se llevarán bien…

—¡No se trata de eso Honoka! —rebatió, alzando la voz y haciendo que la chica se callara, ni siquiera Umi sabía de dónde venía esa ira—, el kendo no es un juego, aún hay movimientos que no dominas, dijiste que querías ganar.

—Pero ya estoy aquí…

—Te esperé por una hora —espetó sin mirarla.  

—Aún es temprano, ¡me quedaré más tarde para recuperar el tiempo perdido!

Sacudió la cabeza, negándose a verla. Estaba furiosa, el kendo era una disciplina sagrada para ella y su familia y creía que para Honoka lo era también. Más que eso, le dolía que la chica no le hubiese dicho nada de verse con esa otra persona, ¿acaso no era su mejor amiga? Sentía que tenía derecho de saberlo.  

—La práctica de hoy se cancela —dijo, terminado de atravesar la puerta del Dojo.

—¿Qué? ¡Umi-chan! ¡Vamos, no sabía que te enojarías tanto!

3, 2, 1 ¡ACCIÓN! [LOVE LIVE SCHOOL IDOL PROJECT] [HONOUMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora