Gatos Negros

Capítulo 89: Reconciliación

El padre de Marinette enseñaba a Félix como se hacían ciertos panes, la chica los veía con una sonrisa desde el otro lado de la habitación. A Félix parecía agradarle ayudar a su suegro con el negocio familiar, aunque ambos chicos sabían que era muy poco probable que ellos siguieran con el negocio, Marinette quería ser diseñadora de modas y Félix ya había sido aceptado en la facultad de medicina.

Aun así el chico pasaba mucho tiempo de ayudante en la panadería.

Luego de hornear unos cuantos panes, Félix se acercó a su novia y le dio un beso mientras estaba distraída, Marinette sonrio y le respondió el beso.

Félix regreso a su casa como a las seis de la tarde, había pasado todo el día en casa de su novia, no se sentía muy ansioso de estar de vuelta en su propia casa, Adrien estaba molesto, había dejado de hablarle desde hace ya algunos meses.

Luego de anunciar su llegada fue a la biblioteca, eligió un libro nuevo y se lo llevo a su cuarto. Se recostó en su cama, como de costumbre, para leer. Alguien llamo a la puerta media hora después.

-Adelante – dijo en voz alta, se imaginaba que sería Nathalie. Fue una sorpresa encontrarse con que la persona que entro dentro de su alcoba era nada más ni nada menos que su hermano menor.

Félix había imaginado que ahora su hermano jamás volvería a hablarle, se sintió muy triste por eso pero se negaba a dejar ir a Marinette, estaba enamorado de ella.

-Adrien – dijo en voz baja mientras bajaba el libro.

-Hola – contesto su hermano tímidamente.

-¿Qué te trae por aquí? – pregunto con cautela, esperaba que su hermano no estece de vuelta para quejarse de que le robo al amor de su vida.

-Vine a vine quiero pedirte disculpas.

-¿Por?

-Me he comportado muy infantil, siempre lo hago, pero no puedo dejar que seas tú el que soluciones todos nuestros pleitos.

-¿Eso significa que ya no estas molesto conmigo?

-Sigo molesto – dijo Adrien sentándose en la cama junto a su hermano -. Muchísimo, aun quiero golpearte cada vez que pienso que Marinette está contigo... pero he perdido a la chica que me gusta no planeo perder a mi hermano también.

-Adrien – susurro Félix y en un gesto completamente impropio de él, rodeo con los brazos a su hermano, Adrien le respondió el abrazo tan sorprendido por esa acción como el propio Félix -. ¿Entonces sin rencores?

-Sin rencores – dijo Adrien con una sonrisa luego de que rompieron el abrazo -. Lo superare, quien sabe quizá invite a Kagami a una cita.

FIN

Agradecimientos:

Gracias a todos los que han seguido junto a mi esta historia, cuando la comenze no imaginaba que se haria tan larga pero la he terminado en poco tiempo y eso fue gracias a sus votos y comentarios que me motivavan a seguir escribiendo.