Capítulo 4

311 41 11
                                    

Había hablado largo y tendido sobre lo ocurrido antes del reverso del chasquido, y sobre su vida con Peggy. Entonces, de repente, dijo:

-Buck, ¿Tú crees que es posible amar a dos personas a la vez?

-Va a sonar impropio de alguien que se ha pasado media vida matando a sangre fría-dijo Bucky, intentando en vano reírse de un pasado que sabía que nunca cesaría de atormentarle-, pero creo que todo es posible cuando se trata de amor. 

-Es verdad...yo siempre he pensado que el amor no nos hace débiles, sino fuertes, porque nos da una razón para luchar...

-¿Qué ibas a decir antes?-Interrumpió Bucky, que sentía como inexplicablemente las lágrimas afloraban a sus ojos.

-Tú...me haces fuerte, Bucky.

-¿Qué?

-Tú y yo no lo hemos tenido fácil...pero siempre te he querido...También quería a Peggy, claro...pero nunca he dejado de pensar en ti...

-¿También la querías?-dijo Bucky, algo alterado-Es a ella a quién más querías, Steve...reconócelo. Volviste por ella. Por ella renunciaste a todo lo que habías encontrado en este tiempo, que no es tuyo ni mío...No te culpo, ni quiero reprochártelo. Seguramente Peggy te merecía más que yo. Apenas la conocí, pero no me cabe duda de que era maravillosa...y de que jamás mató a nadie que no lo mereciera...No te culpo, Steve, pero no tengas miedo de reconocerlo. Siempre la quisiste más a ella.

-No se puede medir...

-Sí, sí...no se puede medir lo que sentimos, Steve. Ya lo sé...Pero no puedo evitar sentir que si yo te importara tanto te habrías quedado.

-No me hubiera ido si no hubiera sabido que ibas a estar bien...

-Eso de estar bien también es relativo. Tienes suerte de que haya conocido a gente que se preocupa por mí...pero ninguno tiene tantas vivencias compartidas conmigo como tú, ninguno puede sustituirte en mi vida...No quiero ser egoísta, Steve, y sé que te mereces ser feliz...y que quizá yo no...pero en este momento no soy capaz de creer lo que me dices.

-Tienes que saberlo, Bucky; tienes que saber que siempre te he querido...desde antes de que estuviese permitido...desde antes de la guerra, desde antes del escudo...desde mucho antes de los vengadores...antes de Thanos. He dejado mi vida en tus manos porque confiaba en ti y sabía quién eras más que tú mismo en aquel momento...Jamás hubiera llevado tan lejos mi disputa con...con Tony-bajó los ojos-si no fuera porque quería que estuvieras a salvo...que tuvieras esa oportunidad de ser feliz...Porque tú te mereces ser feliz, Bucky. Quizá más que yo. Lo que te han hecho no define quién eres. Yo sé quién eres. Y te quiero así. Tienes que creerme.

Diciendo estas palabras, tomó el rostro de James entre sus manos, suavemente. Al borde de las lágrimas, su amigo acarició sus manos y le besó, larga y tiernamente en la boca, pero después, separándose de su rostro, con las manos aún entrelazadas con las de Steve, dijo:

-Te creo. Pero no puedo aceptarte. No así, no ahora...

Steve le miró, casi implorante, pidiéndole con la mirada una razón para su sentencia.

-No puedo, Steve. Lo siento. Te quiero...pero algo me impide aceptar lo que siento, y lo que tú sientes...Y me siento...como si fuera tu segundo plato...y no quiero sentirme así...Espero que lo entiendas.

Con esas palabras se levantó y se fue, dejando a Steve destrozado, aunque quizá no tan destrozado como él mismo...



Difícil de olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora