Capítulo 10

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Las primeras luces de la mañana empezaban a entrar por la ventana. Bucky seguía durmiendo, apenas cubierto por la sabana. Steve se había levantado, se había puesto una camiseta y poco más y, en silencio, había empezado a retratar al bello durmiente. En sueños, sonrió. Alargó la mano, como buscándole. Se despertaría pronto...y Steve podría asegurarse de si había pasado o no la prueba, aunque confiaba bastante en que así era.

Y entonces un destello azul deslumbró el cuarto entero, obligando a Bucky a despertar de su sueño:

-¡James! Podías haberme llamado o...Se suponía que venías ayer, ¿tienes idea de lo preocupado que estaba?-Loki se detuvo, reparando por primera vez en la situación. En la desnudez de Bucky bajo las sábanas, y en el hecho de que estuviera en la cama de Steve, y de que Steve estuviese dibujando cada línea de su cuerpo como si quisiera asegurase de tener un recuerdo exacto por si le perdía otra vez-Oh, ya veo.

Loki sonrió, complacido.

-Podrías haber llamado a la puerta-gruñó Bucky, frotándose los ojos.

-Es que no sabía que...

-Sabías que estaba aquí y que había pasado la noche aquí, no sé qué pensabas.

-En realidad no estaba seguro. Por eso me he pasado por casa de todos tus conocidos. Hasta he ido a mirar donde los guardianes y le he hecho una visita a Thor. Tal como estaban las cosas, Rogers era mi última opción, la verdad...pero tengo que decir que me alegro, me alegro mucho.

-Esto no significa nada-respondió Bucky, automáticamente.

-¿No? Vaya, yo creí que...-empezó a decir Steve, con un tono bromista, aunque de verdad le asustaba que así fuera.

-Bueno, todavía tenemos que hablarlo, Stevie...No quería decir eso. Pero tenemos que hablarlo.

Buck tosió ligeramente para advertir al dios de las mentiras de que iba siendo hora de que los dejase a solas. Loki hizo una reverencia, agarró el teseracto y desapareció con otro destello azulado.

-¿Quieres hablar?-preguntó Steve, intrigado, dejando a un lado su sketchbook.

-No es lo que más me gustaría hacer en este momento-replicó Bucky, levantando una ceja-, pero necesitamos hacerlo.

-¿Y bien?¿He pasado la prueba?

-Con nota. Pero puedes hacer otra por si quieres...

-Claro que quiero. Pero antes dime una cosa. ¿Qué significa esto?¿Qué somos?

-No hace falta ponerle nombre. No por ahora. No hace ni un día...-Bucky acarició la mejilla de Steve con su mano metálica. 

Steve le miró a los ojos.

-¿Ni un día? Te conozco desde que era un niño. Hace una vida entera de esto...y creo que sé a que atenerme contigo. Creo que nos conocemos lo suficiente, y que por eso lo de anoche fue tan perfecto, y creo que no te cansarás de mi hasta que haya pasado por lo menos otra vida...y sé que yo no me cansaré de ti nunca. 

-¿Qué quieres decir?-preguntó Buck, conmovido pero confuso.

-Espera.

Steve salió del cuarto a toda prisa. Tardó unos minutos en volver que a Bucky se le hicieron un poco largos. Volvió con algo en las manos.

-Sé me ocurre un nombre que podríamos ponerle a esto.

-¿Sí? Dime...

Steve no abrió la boca, pero extendió la mano, mostrando un anillo metálico decorado con una sencilla estrella roja, blanca y azul. Bucky reconoció el material como el de su antiguo brazo, el que llevaba cuando era el soldado de invierno.

-James Buchanan Barnes... comenzó Steve, en tono ceremonioso.

-Steven Grant Rogers-le interrumpió su amigo-, no irás a pedirme lo que creo que vas a pedirme ¿verdad?

-Depende. No quiero quedar como un tonto. ¿Cuales son las probabilidades de que reciba una respuesta favorable?

-Un 99 por ciento.

-Está bien...-Steve se aclaró la garganta y volvió a empezar-James Buchanan Barnes...¿Quieres...?

-Sí, sí quiero...-dijo Bucky, alto y claro, antes de besar apasionadamente a Steve, de forma que, si no hubiesen sido super soldados, se hubiesen quedado ambos sin respiración.

Steve detuvo a Bucky, le tomó la mano y deslizó el anillo en su dedo. Encajaba perfectamente. Iban a pasarse la vida juntos y no, no era demasiado pronto. Demasiado tarde si acaso. Porque sabían que estarían bien, mejor que bien, si estaban juntos.

Bucky se echó a reír con lágrimas de felicidad en los ojos. 

-Bueno, ¿Quieres comer algo o...?

-Estábamos a punto de repetir la prueba, ¿recuerdas?...




Difícil de olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora