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Sonic estaba muy nervioso, ya que había acordado estar con Amy casi toda la mañana, el erizo se fue sin necesidad de desayunar, ya que Amy le iba a preparar unos deliciosos platillos.  Cuando Sonic se fue, Tails se quedó solo, minutos más tarde, Vanilla tocó la puerta. Tails al escuchar la puerta, se bajó y abrió la puerta.

—¡Hola Vanilla! —saludó el zorro.

—¡Hola Tails! Cream me contó que ayer hablaste con ella, ¿es cierto? —quiso saber Vanilla.

—Sí.

—¿Está Sonic contigo?

—No.

—¿A dónde fue?

—Con Amy, quedó en ir con ella, desde ayer en la noche.

—Ah, espero que se esté divirtiendo con ella.

—Lo mismo espero.

—¿Me dejarías pasar? Por favor.

—¡Claro! Solo que si quiere platicar, estaré cocinando en lo que charlamos.

—Muchas gracias, ¿quieres que te ayude a cocinar?

—No te preocupes, lo hago yo. Venga pase a la cocina —dijo moviendo su mano en señal de que lo siguiera, después Vanilla fue detrás de él.

Una vez que llegaron a la cocina, Vanilla notó que había una cazuela en la estufa, el lugar olía a un delicioso deleite, ya que Tails tenía ganas de cocinar hoy uno de sus platillos favoritos, ya que aquel platillo no le agradaba a Sonic para nada, era algo que le disgustaba.

Vanilla tomó asiento, después Tails regresó a preparar su desayuno, mientras hacia lo mejor para que le supiera delicioso, Vanilla volvió a entablar la conversación con el zorro de dos colas.

—¿Así que ya volviste a ser amigo de mi hija?

—Sí.

—Que bien, ¿además quedaron en hacer una reunión hoy?

—Sí, no sé el porqué quiso de ir con Amy, si nos íbamos a ver hoy.

—Quizá tenían algo importante que hacer.

—Podría ser, ¿gusta un poco de desayuno?

—No gracias, come tú.

—¡Okay! —exclamó al apagar la estufa, después se sirvió su comida en su plato para luego dejarlo en la mesa.

Mientras Sonic se encontraba con Amy, la eriza estaba muy contenta al estar con su amigo Sonic.

Desafortunadamente, hoy era el día en el que uno de sus más grandes sueños se rompería hoy. (Ver el Diario de Amy Rose, capítulo 5).

—¿Sonic, que era lo que me ibas a contar hoy? —inquirió Amy.

—Te contaré porque eres una gran amiga, te tenga mucha confianza, lo que te voy a contar últimamente es un secreto muy grande —respondió Sonic.

—Sabes que soy todo oídos.

—Es que... Me gusta Tails, me quiero declarar en el campamento que quiero ir —confesó el erizo para después soltar un pequeño suspiro.

—Ya veo... —suspira Amy e intenta evitar poner una cara de desilusionada—. Que bueno que me lo cuentas, tu secreto estará aquí conmigo.

—Gracias, me tengo que ir. Tengo que ir a ver a Tails, ya que hoy tenemos una reunión con Cream —dijo levantándose de su asiento, para después abrir la puerta, Amy se quedó atrás de él para despedirse—. Adiós Amy.

—¡Adiós Sonic! —dijo la eriza, al momento que terminó la frase Sonic se retiró a toda velocidad y Amy soltó una lágrima—.

Acto seguido Amy repitió la frase "Adiós Sonic", para terminar en un gran llanto y tirarse al suelo.

—No puede ser, a Sonic le gusta otra persona —siguió lamentándose—. No me queda de otra que seguir adelante, pero ¿por qué?, sé que es inmaduro ponerse triste por este tipo de cosas, pero no puedo superarlo.

Amy continuó triste, desilusionada, en cierta parte se sintió traicionada, cuando nadie la había traicionado, sentía que el fin había llegado. En ese instante, llegó Cream y encontró a Amy en el suelo, triste. La coneja se dio cuenta e intento a animar a su amiga.

—Amy, ¿que pasó? ¿Por qué estás triste?

—Sonic está... enamorado de alguien más.

—¿De quién?

—No te puedo decir, es un secreto...

—Vamos Amy, hay más personas en este mundo no es solo Sonic, mira a Tails, lo dejé pero ya pudo superarme.

—Lo sé...

—Además me tienes a mi como amiga, no necesitas a alguien más que a tu querida mejor amiga, aparte que Sonic es todavía tu amigo, sabes que a él le importas, él quiere que estés bien, no quiere que te pase nada malo, hasta te contó un secreto que solo tú conoces, eso quiere decir que te tiene confianza.

—Tienes razón Cream —dijo levantándose del suelo y limpiando sus lágrimas del rostro.

—Vamos a salir Amy, te llevaré a comparar algunas cosas y pasar el rato, sirve que vamos a un restaurante, un rato de chicas.

—Gracias Cream, que haría sin ti.

—De nada, ven vayamos.

Las chicas se fueron de la casa de Amy, Amy seguía triste pero en aquella tarde, Amy logró animarse un poco.

Mientras ellas estaban afuera, Sonic llegó a su casa, cuando llegó vio a Tails despidiéndose de Vanilla. Al momento que se fue Vanilla, Sonic saludó a Tails.

—Hola Tails.

—Hola Sonic. ¿Cómo te fue con Amy?

—Bien.

—¿Se divirtieron?

—Sí.

—Que bueno.

—¿A qué hora era la reunión con Cream?

—A las cinco.

—Entonces, ¿tu vas a preparar la comida?

—Correcto, pero antes quiero hacer un invento, estoy aburrido, así que haré uno.

—Okay.

Después de esta pequeña charla, entraron a su hogar. Tails se quedó en su taller haciendo el invento, mientras Sonic se fue a correr en un cuarto que era exclusivo a correr, después de unos minutos el erizo se aburrió; así que salió a pasear por las praderas, eran verdes, frescas, parecian como si fueran nuevas y que de la nada habían aparecido y no lleva milenios ahí, había un lago y una gran fauna y flora que la hacían lucir magnífica y sorprendente, también habían rocas violadas gigantescas, además que el aire era fresco, perfecto para limpiar tu mente y tomar un descanso.

—Ah, me hacía falta salir, cuánto me encanta salir y ser libre, daré una vuelta por aquí y después regreso con Tails, creo que ya está preparando la comida.

Sonic corrió, saltó y tomó muchos rings, se estaba divirtiendo en el aire libre, duró haciendo esto por casi más de media hora. Después regresó a casa y se fue a comer con Tails, platicaron y se rieron, ahora solo faltaba poco para la reunión con Cream, y claro, estaban emocionados al pensar que iban hacer ahí.

Una Nueva Relación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora