Parte 3

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Muy temprano a la mañana siguiente mando a llamar a su doncella para que pudiera ayudarle a limpiarse , pues eso de su periodo era realmente algo asqueroso, cuando hubo acabado bajo con ella para tomar de nueva vuelta aquel té que lograba quitar un poco los dolores, cuando iban camino a la cocina, vieron a aquella mujer salir de la habitación del Duque, su doncella, quien había sido la nana del Duque durante toda su vida, empezó a echar rabietas de todas las maneras posibles, lo cual le fue algo gracioso a Ellen, pues aquella mujer de edad era definitivamente alguien a quien temer, y estaba segura que en aquellos momentos no quería, ni de chiste ser el Duque. Para cuando éste bajo con una inmensa jaqueca al comedor a tomar su desayuno, se encontró con una muy seria nana, quien, muy a pesar de que el Duque estaba sentado esperando que le sirvieran, ella no movió ni un solo centímetro de aquel cuerpo para servirle

--- ¿acaso no habrá desayuno hoy María? --- pregunto un muy serio Andrew

---Está usted en todo lo correcto Milord-confirmó María, mientras que Ellen aguantaba las ganas de reírse por la contestación tan valiente de aquella mujer

--- ¿Es que acaso no hay el suficiente dinero para tener un desayuno en mi mesa? --- pregunto muy molesto

--Se equivoca Milord, dinero no es algo que falte, y mucho menos provisiones en la cocina--- aseguro la nana

--- Entonces puedo preguntar ¿Por qué razón no tengo un desayuno servido el día de hoy? --- preguntó Andrew

--- porque, mi señor, si usted no es capaz de comportarse como un hombre de verdad, no veo la razón por la que yo tenga que comportarme como una servidora de verdad--- afirmo muy valientemente aquella mujer, y Ellen sentía que no podía más ante aquella pelea que se estaba suscitando tan temprano por la mañana, es que esa mujer estaba haciendo todo lo que ella no hacía, y no es que no tuviera ganas de decirle unas cuantas cosas al Duque, era simplemente que quería evitar la fatiga de tener una riña

--- ¿tiene algo que decirme María?

--- qué bueno que pregunta milord, porque para ser sincera aun si no me lo hubiera preguntado se lo hubiera dicho, y la verdad es que yo y su santa madre que no está aquí para ver lo que yo vi, y agradezco a Dios por eso, no recordamos haberlo educado de tal manera. Cuando usted era soltero no tenía ningún problema, pero ahora usted tiene una esposa a la que le debe respeto y mire que esta mujer debe tener un gran corazón como para no depositar en esas mejillas unas buenas cachetadas, que yo por demás estaría gustosa de meterle, mire que meter a esa mujer el día de ayer a esta casa sin tener ni siquiera una pizca de consideración a su matrimonio, ha sido algo que yo mi señor, no voy a tolerar, y es que si usted sigue así, no nada más no encontrara su desayuno por las mañanas sino que habrá un día en que un solo sirviente estará para usted, pues todos gustosos dejaremos a un patrón que lo último que tiene es vergüenza--- termino por decir aquella mujer,

----¿de qué mujer hablas María? -preguntó el duque tallándose las sienes

---¿pero es que usted no se acuerda acaso? -pregunto maría con mueca de desairada

--- si yo me acordara, ¿Por qué te preguntaría? --- dijo Andrew ya un poco cansado con la discusión

--- Esa mujer Andrew--- disparo María con las manos al aire para que notara su desesperación--- la que tu madre y yo no podemos ver ni plasmada en una pintura, ¿es que cuando vas a entender que solo quiere tu dinero?, esa mujer solo está contigo por tu posición y dinero y porque lejos de amor está obsesionada contigo, mira que si es una sin vergüenza que aun sabiendo que ya estas casado se ha atrevido a venir aquí y ponérsele enfrente a tu esposa sin más ni más

--¿hablas de Isadora? -dijo Andrew--- ¿vino aquí ayer? ¿yo la traje? ¿está segura? --- Andrew ciertamente no se acordaba de nada de lo que había hecho ayer y ¿si en verdad había traído a Isadora como siempre lo hacía?, eso sí que no estaba bien

---Ah, pero es que le encanta hacerse el tonto--- dijo una exasperada María

Ellen se había parado del comedor sin que ellos se dieran cuenta, había puesto té en una tasa y unos panecillos en un plato mientras que desde la cocina escuchaba la pelea, los cocineros sonreían de vez en cuando con aquella discusión y ella también lo hacía. Volvió a entrar a aquel gran comedor y le sirvió el té y los panecillos a Andrew, esta acción hizo que tanto María como él callaran y que esos ojos celestes se clavaran en aquella joven, terminando de servirle se sentó a su lado y continúo desayunando, pero Andrew no apartaba la mirada de ella al igual que María y por fin rompió el silencio

---¿pero es que usted está en contra mía milady? Si usted permite esto éste hombre si es que se le puede llamar así seguirá haciendo lo que él quiera--- soltó sorprendida María

--- Ni en su contra ni a su favor mi señora--- respondió tan calmadamente Ellen-después de la reprimenda que acaba de dar al Duque puedo asegurarle que lo que ha pasado el día de ayer no volverá a suceder jamás--- aseguró Allen quien levantó la mirada para ver a su esposo-- ¿No es así milord?-le preguntó a Andrew sosteniéndole la mirada. Andrew quedo estupefacto ante aquella acción de Ellen, no había gritado, no tenía para nada su rostro enojado, al contrario, se mostraba tan llena de paz como siempre, más, sin embargo, en aquellas palabras había dicho lo suficiente. Esa dama que desayunaba a su lado tenia carácter, sin duda lo tenía, y no necesitaba de gritos para demostrarse

---- Así será-dijo Andrew, María esbozó una gran sonrisa. Que ella apostaba lo que quiera que aquella mujer iba a poner en regla a Andrew. Sin un solo grito había conseguido que este le prometiera que aquella mujer no iba a volver a poner un pie en esa casa, con una acción de servirle de desayunar y unas simples palabras había puntualizado quien era la señora de la casa-por fin-dijo María para sus adentros, ---por fin ha llegado a su vida una buena mujer. ---- ¿lo ves María? Ahora desayunemos en paz--- termino diciendo Ellen y continúo comiendo

Isadora, por otro lado, quien más que enamorada, estaba obsesionada con Andrew, había estallado ayer de enojo, al ver a la nueva esposa del Duque, lo peor fue, que se encontró con aquella mujer que de fea no tenía absolutamente nada, así que más pronto que tarde se puso a idear miles de cosas, para ver la manera que el Duque no se enamorará de ella, pero ni de chiste. Había estado planeando, en cuanto supo que el Duque se casaría, la manera de alejar a aquella mujer, fue por eso que aquella noche, le dio de beber a Andrew más de lo normal y se fue a su casa con él, para su buena suerte logro su cometido de que su actual esposa los viera juntos, así que ansiosa, esperaba al Duque llegar aquella mañana, para decirle que su esposa lo había dejado, así que cuando vio llegar a Andrew por la ventana sonrió por dentro y por fuera al saber que todo había salido según lo planeado, pero cuando Andrew le dijo que nunca volvería llevarla a aquella casa porque era el hogar de él y su ahora esposa, ella exploto en coraje sin dejarle saber al Duque cuanto le desagradaba esa proposición.

--- oh, sí Milord, justo había quedado algo preocupada porque su esposa nos vio ayer y yo pensé que tal vez hoy ella lo dejaría, me sentía tan mal--- dijo aquella mujer de una manera tan bien actuada que incluso el mismísimo diablo le hubiera creído

--te mentiría si te dijera que no esperaba lo mismo después de escuchar a mi nana decirme lo que había pasado anoche, pero en realidad, mi esposa no expresó ningún tipo de reclamo-aseguró Andrew

-- oh mi señor, estoy tan avergonzada, aunque con lo que comenta usted ahora, me parece tan extraño que incluso me estoy tomando el atrevimiento de pensar que si su esposa a aguantado tal humillación es porque lo único que quiere de usted es su dinero--- aseguró Isadora solo para sembrar malos pensamientos en Andrew

--- No es así Isadora-afirmo para su mala suerte--- Una de las razones por la que accedí a casarme con Ellen aparte de que es hermana de un gran amigo mío, es que en definitiva sería la única mujer de Londres que no estaría conmigo por dinero, pues créeme cuando te digo que de la familia de la que ella proviene lo último de lo que se preocuparían sería en cómo ser más ricos. Así que, si yo fuera ella, ni siquiera lo pensaría un segundo y me marcharía, no pierde absolutamente nada con dejarme, más, sin embargo, se quedó y aunque la razón es extraña, ella aún sigue en mi casa. --- afirmo un Andrew seguro y estas palabras obviamente no le gustaron para nada a Isadora, quien ya en su mente empezaba a planear situaciones para quitar a Ellen de su camino.

Te Amo a ti (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora