Arrache 🌵

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Era un mediodía caluroso como cualquier otro en aquel extenso desierto.
Los muchachos se encontraban descansando bajo un gran árbol sin hojas, luego de andar durante semanas por el gran prado de tierra seca y quebradiza.

Las reservas de agua se habían agotado hace días, y el mas afectado era el pobre Jun, quien se había acostumbrado al húmedo bosque que era su hogar.

Cheol reposaba en la madera del árbol con los brazos tras su cabeza, y Jun se había desparramado en el piso buscando calmar un poco su calor en la tierra.

Minghao sudaba a mares, pero con expresión fría examinaba su mapa buscando un pueblo cercano, que pudiera salvarlos al menos por esa tarde.

- ¿Estas seguro de que no queda nada de agua? Si paso otros 20 segundos sin tomar algo, voy a empezar a consumirme a mi mismo -La voz de Jun se escuchó baja por estar boca abajo en el suelo.

- Te recuerdo que la última jarra de agua te la tomaste tú solo -Dijo Hao mientras se limpiaba el sudor.

- No seas malo con él, alguno iba a tomársela de todos modos -Cheol lo defendió mientras el mas alto seguía desparramado por el piso.

- No lo defiendas, yo tampoco fui el que se comió las últimas frutas.

- Ahora es mi culpa.

- ¡De hecho si!.

- ¿¡Esperabas que muera de hambre!?.

- ¡Ya llevabas tres bolsas de manzanas y solo hicimos 7 kilómetros!.

- ¡Es que soy muy grande y necesito comer mucho!.

Los tres estaban muy cansados, sin contar al animal que los acompañaba, pero Hao y Cheol estaban mas sensibles por el otro que por el viaje.

- ¡Dejen de pelear los dos! -Jun por fin levantó la cabeza de la arena, que se había pegado a su cara debido al sudor- Dame el mapa.

Después de tomar el mapa que el cazador le lanzó, tardó unos minutos en encontrar un diminuto pueblo a unos kilómetros de ellos.

- Vamos a este lugar, y si los vuelvo a escuchar pelear, juro POR DIOS que los obligo a caminar hasta ahí -gritó exasperado el chico del bosque, levantandose del suelo y subiendo a la carreta con las riendas del animal en la mano, y mirando agotado a los otros dos.

Como dos niños regañados, ambos jóvenes se subieron al vehículo y mantuvieron la calma por el resto del viaje.

El mayor se hallaba dormido en la parte de atrás, y al igual que los dos chicos que conducían la carreta, había quitado la parte superior de su ropa para así evitar calcinarse.

Minghao solo avanicaba su propio rostro con la tapa de una olla, mientras que Jun llevaba su propia ropa en la cabeza para cubrirse del agresivo sol.

El cazador revisó que Seungcheol siga dormido mientras su mirada se posaba en su cuerpo, notando lo tonificado que se mantenía.

- ¿Ya viste como se ve el idiota? Puede ser molesto pero al menos es fuerte -Hao parecía sorprendido, pero Junhui solo pudo sentir celos tras ese comentario.

- Yo tambien tengo músculos... -Un puchero ofendido escapó de sus labios .

- Si bueno, pero tu fuerte es... -lo pensó un poco mas de lo normal- ¿Tu inteligencia?... -no estaba del todo seguro.

- ¡Hace un tiempo dijiste que era mi belleza!.

- ¿Eso dije?... -No lo recordaba.

Antes de que el mayor alcance a sentirse ofendido, el cazador pudo notar un par de pequeñas casas a lo lejos, bastante separadas entre sí, pero lo suficientemente cerca para notar que se trataba de un pueblo pequeño.

"Que Viva El Rey" - JunhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora