8. NÁUSEAS.

26 5 1
                                    


MEGAN

La sonrisa de Felix me hace sentir como el ser más pequeño del planeta. Eso, y las miradas de todos los presentes al darse cuenta de que la persona que acaban de mencionar soy yo.

Yo.

Hay otras cuatro mujeres en este círculo, pero fuí mencionada yo. Más bien, elegida. Elegida para recibir un beso que hace que el estomago se me revuelva por completo de solo pensar quién me lo dará.

Es eso, o el alcohol haciendo efecto.

Sé que Felix lo hizo a próposito, pues hace tan solo unos minutos le estaba contando como me conocí con Calvin y muchas cosas más sobre nuestra amistad. Él sabe que él es mi mejor amigo, la pregunta es porqué quiere que nos besemos.

Mis ojos permanecen estáticos en Calvin, quién aterrado mueve la cabeza de un lado al otro, negando.

—No, no puedo —repite, pues ya lo ha dicho dos veces antes—. Denme el chupito, hagánme una pregunta. Cualquier otra cosa.

Vuelvo mi rostro a Felix, asintiendo repetidas veces a lo que mi amigo acaba de decir. Éste suelta una carcajada que hace eco y luego se le contagia a los presentes dentro y fuera del círculo —menos a Calvin y yo, claro—. 

—Hermano, yo me depilé una áxila y me dolió un carajo. Créeme que hubiera preferido tu reto.

Repitiendo la secuencia de un lado al otro, vuelvo a ver a mi amigo, quién me mira suplicante para que diga algo.

—Yo no voy a aceptar hacerlo, así que por mi parte no se puede —levanto ambas manos, evidenciando que me excluyo de esto.

El chico que comenzó el juego se pone de pie con un poco de dificultad pues el alcohol hace que se tambalee, y acto seguido se cruza de brazos.

—Les dijimos que todo reto debe ser cumplido antes de comenzar el juego, y aún así decidieron jugar —reclama—. Lo siento, tienen que hacerlo.

Calvin talla su rostro con ambas manos y mueve uno de sus pies a una velocidad impresionante.

Esta desesperado, al igual que yo.

—Es que... —suspira, con cansancio— Nosotros somos amigos, nada más. Esto... no es algo que vayamos a hacer. 

—Si son amigos va ser más fácil, solamente es un beso. No lo vuelvan un drama —objeta Felix.

Bufo.

—No va ser más facil, va ser más incómodo —digo, recalcando lo obvio.

—¡Hágamos algo! —vuelve a hablar el otro chico de pie, levantando ambas manos—. Entren al armario y dense el jodido beso ahí. Nadie los verá, solo quedará entre ustedes.

Mi respiración se acelera y de repente siento como si las dos botellas de cerveza que tomé se quisieran devolver de mi estómago.

No puedo imaginarme besando a Calvin, ni siquiera cuando nadie más nos ve. No somos ese tipo de amigos que se besan y le restan importancia. 

Simplemente no me cuadra.

—Pero si entran al armario como sabremos si de verdad lo hicieron, podrían engañarnos —agrega una de las chicas del círculo y por un momento quiero darle una bofetada y decirle que se meta en sus asuntos.

—Tienes razón... —se queda unos momentos en silencio, para luego volver a hablar—. Podemos dejar un celular grabando adentro y luego verificamos que si lo hicieron con el video.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

WITH YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora