El invierno había llegado a Poniente. Invernalia estaba con más nieve de la común en sus patios, techos y ventanas, los aires que soplaban fríos y blancos golpeaban las puertas del castillo. Los caballos estaban listos esperando a los norteños que los montarían.
El olor del pan recién hecho inundaba los muros del salón del castillo. Sansa miraba por todos lados, buscaba a su pequeña hermana entre las mesas del salón a la hora del desayuno, finalmente la vio en una esquina y se le acercó.
—Arya.
La menor levantó la vista sin expresión alguna.
—M'lady —saludó.
Sansa puso los ojos en blanco, estaba realmente agobiada por el viaje que se avecinaba y su hermana menor no le hacía las cosas más sencillas.
—Nos hemos atrasado mucho por esperar a que estés lista —le dijo—, necesito que montes ese caballo y nos vayamos lo antes posible.
La pequeña de los Stark siguió comiendo, sin dar credibilidad a las palabras de su hermana.
—Estoy en eso —solo contestó.
—Arya, Jon está colmando mi paciencia recordándome que no tenemos mucho tiempo para que lleguen los muertos, por favor apúrate.
—Jon debería calmarse por un momento, tenemos un muro entre ellos y nosotros —Arya rio. Sansa le miró intentando discutirle aquello, pero ella ya le había dicho eso a Jon unas semanas atrás, cuando Cersei Lannister había enviado un cuervo exigiéndole que se arrodillara ante ella.
—Solo búscame en el patio cuando estés lista —dijo antes de irse.
Unos minutos más tarde, cuando Sansa subió al caballo que tenía su montura dio un último vistazo hacia atrás, miró a Jon observándola, le dedicó una sonrisa y comenzó a cabalgar fuera de las puertas de Invernalia. Mientras pasaban por la Ciudad Invierno, Sansa miró de reojo a Arya, que estaba cabalgando a su lado.
—Pudiste quedarte, ¿sabes? —dijo Sansa—. Brienne puede protegerme.
—Vine porque si la Reina Dragón te mata será lo último que ella vaya a hacer —Arya le sonrió a su hermana—. No pienso volver a perder a otro familiar en el sur.
—Es casi como si te agradara —Sansa volvió a mirar el camino.
—No te acostumbres.
Los hombres de los Stark y de Arryn llegaron a Puerto Blanco después de dos días de haber salido de Invernalia. Sansa habría dicho que debían llegar lo más antes posible a Rocadragón, así que Lord Manderly le cedió dos de sus naves más rápidas para que pudiera llegar en el tiempo debido. No tardaron más de dos días y medio en llegar a la isla.
Al llegar, Sansa desembarcó junto a Brienne, Arya, Davos, Podrick y otros hombres del Norte y del Valle. Tuvo la sensación de no querer estar ahí, como si pisar de nuevo tierras sureñas significaran peligro para ella.
—La Dama de Invernalia —la conocida voz de Tyrion Lannister se escuchó entre los murmullos de las olas del mar.
—La Mano de la Reina —Sansa dijo haciendo una pequeña cortesía, ella le sonrió, pero el rostro de Tyrion era uno escandalizado.
—¿Y el Rey en el Norte? —Preguntó Tyrion, su ceño estaba fruncido.
Sansa se acercó un poco más al que alguna vez fue su esposo, suspiró.
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Reinas de Poniente
FanfictionLa reina Daenerys Targaryen llega a Poniente con su ejército de Inmaculados y Dothraki y sus tres dragones. En su camino para conquistar el Trono de Hierro, conoce a la Dama de Invernalia, Sansa Stark, y queda completamente enamorada de ella, pero D...