El agua estaba caliente, la caldera desprendía humo todavía y la tina estaba envuelta en un olor amigable para la nariz de Sansa. Sus damas le habían preparado un baño antes de que iniciara su viaje de camino al sur. El sol todavía no se había puesto pero Sansa había despertado desde hace mucho, el pensamiento de dejar de nuevo Invernalia le inundó la cabeza y realmente no podía dormir. Hasta ese momento, cuando el tiempo de partir estaba cercano, se dio cuenta de que ni siquiera sabía por qué lo estaba haciendo en primer lugar. Su mente había sido atacada por los pensamientos amenazadores de perder a Daenerys nuevamente, pero se sentía como si ya lo hubiera hecho, como si ya la hubiera perdido.
Sansa metió uno de sus pies a la bañera, después el otro y se sentó escabulléndose en el agua. De inmediato se abrazó las piernas al sentir el calor conocido del agua caliente, la mayoría del tiempo intentaba no mirarse el cuerpo debido a las cicatrices que había conseguido gracias a su último esposo, pero se le escapó una sonrisa cuando recordó a los sabuesos. Pasó una esponja por sus brazos para quitar la suciedad que había ahí y luego la metió al agua continuando con las partes que estaban fuera de su vista. Soltó un suspiró recordando a Daenerys, su pequeño cuerpo desnudo frente a ella, pero inmediatamente sacudió esos pensamientos de su cabeza. Los ojos de Sansa miraban sin ver realmente, se encontraba ensimismada tratando de recordar la primera vez que estaba dejando Invernalia.
Recordaba al pequeño Bran en cama después de su caída acompañado de una madre desaliñada que no lo dejaba en ningún momento, recordaba haberse despedido de Robb y de Rickon sin saber que no los vería de nuevo, incluso recordaba solo darle una mirada a Jon antes de voltearse para buscar a su madre, pero el recuerdo que más la hacía sonreír era el del sentimiento de enojo que tenía cada vez que miraba a Arya ensuciarse los vestidos que la septa Mordane le hacía ponerse. Parecía que habían sido en otra vida, antes de la llegada del Rey Robert había tenido una familia feliz, porque en cuanto el hombre gordo pisó Invernalia, las desgracias aparecieron. No podría afirmar que no era feliz en ese momento, pero dejar su castillo de nuevo le traía recuerdos horribles, aunque la última vez que dejó la fortaleza fue para conocer a Daenerys, y una parte de ella hubiera preferido no haber sido tan persuasiva con Jon y que él fuera quien se encontraría con la Reina Dragón, de esa forma no habría problema con que se casaran. Tristemente eso nunca pasó y Sansa seguía ahí enamorada de la prometida de su hermano.
Cuando terminó su baño, salió de la tina y se puso una bata de color gris que estaba sobre su cama. El cielo estaba comenzando a volverse de oscuro a un suave color grisáceo, así que Sansa decidió llamar a sus damas para ayudarle a colocarse el vestido. Al abrir la puerta se encontró con el rostro de Daenerys frente a ella, Sansa dio un paso hacia atrás de la sorpresa y luego retomó la compostura.
—¿Pasa algo? —Preguntó Sansa ya que Daenerys no había dicho palabra alguna.
—Necesitamos hablar —solo respondió la mayor.
Sansa dudó un poco, se hizo a un lado finalmente y Daenerys entró en su habitación. La Dama de Invernalia asomó la cabeza hacia el pasillo y se encontró con Brienne, que la miró de arriba a abajo, su bata no lucía apropiada para invitar a pasar a la reina.
—He terminado mi baño —le avisó Sansa a la gran mujer—, pídeles a mis damas que vengan a ayudarme, por favor.
—Como desee, mi lady —asintió Brienne y luego siguió caminando por el pasillo.
Sansa cerró la puerta y al darse vuelta se encontró con los ojos violeta de Daenerys, que la miraban casi con pena.
—¿De qué necesitamos hablar? —Quiso saber Sansa.
Daenerys respiró hondo.
—¿Hasta cuándo seguirás molesta por lo de Yara?
La Dama de Invernalia se acomodó la bata, había olvidado que estaba completamente desnuda debajo de la delgada tela.
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Reinas de Poniente
Fiksi PenggemarLa reina Daenerys Targaryen llega a Poniente con su ejército de Inmaculados y Dothraki y sus tres dragones. En su camino para conquistar el Trono de Hierro, conoce a la Dama de Invernalia, Sansa Stark, y queda completamente enamorada de ella, pero D...