Capítulo 1:

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Un día como cualquier otro, se presentaba en la academia para brujas, Luna Nova, en este tres brujitas conversaban animadamente, bueno si a eso se le puede llamar así...

-¡Sucy! ¡ya te dije que no me uses como un conejillo de indias!-gritaba Akko enfadada, no podía creer, que había caído de nuevo en los experimentos de su rara amiga.

-eso fue por comerte mi pastelillo de anoche-respondió con voz neutral, Sucy.

-¡pero estaba tan rico!-se quejaba la castaña, cruzando los brazos y formando un puchero. Adoptando una pocisión infantil.

-c-chicas paren ya...por favor-pidió Lotte, encontrándose en el medio de la discusión. Toda esta escena acabó, cua do vieron salir a una rubia del baño, iba bastante apurada, mirando sus manos, su rostro figuraba temor y preocupación, algo que extraño a las chicas del equipo rojo.

-Auch-se quejó Akko, al chocar con la rubia, que sólo subió la mirada, para encontrar a la castaña-¿Diana estás bien?-preguntó la castaña, mirando con cierta confusión a la rubia.

-¡oh Akko!-gritó Diana, perdiendo la compostura, cosa que alertó más al equipo rojo-no te había visto, jejeje...l-lo siento-se disculpó, a la vez que escondía sus manos detrás de la espalda.

-no te preocupes, pero ¿qué llevas ahí?-indagó curiosa la castaña, tratando de ver detrás de la rubia, pero Diana se lo impedía, moviéndose con agilidad, impidiendo que lograra ver más allá del frente de su persona.

-¡n-nada!-gritó nerviosa-d-debo irme, con permiso-dijo retirándose del lugar.

-¡Diana espera!-gritó la castaña, tratando de detener a una de sus mejores amigas, pero la rubia ya estaba doblando el pasillo.

-creo que trae algo entre manos-dedujo Sucy, mirando con los ojos entre cerrados el lugar dónde estaba anteriormente parada Diana.

[...]

Después del pequeño incidente en el pasillo, el equipo rojo no volvió a ver a la rubia, lo cual era muy raro, ya que Diana nunca se saltaba ni una sola clase, por más enferma que estuviese.

-Entonces la constelación de la Osa Menor, es...-explicaba la profesora Charriot, pero fue interrumpida por un leve golpe en la puerta-¿si?-preguntó la pelirroja, abriendo la puerta del salón, encontrando a la maestra Finnegan, en el corredor-¡m-ma-maestra Finnegan!-exclamó Charriot, de manera nerviosa.

-profesora Charriot, venga un momento-habló Finnegan, susurrando algo en el oído de la pelirroja.

-¡¿qué?! ¡¿pero cómo?!-exclamó la profesora, desfigurando su rostro.por completo, sin perder tiempo la profesora salió corriendo de el salón, dejando a Finnegan con la palabra en la boca.

-muy bien alumnas, debido a algunos problemas, dejaremos que tengan ésta hora libre-avisó la maestra castaña, antes de salir del salón a toda prisa.

-¿qué le pasa a todo el mundo hoy?-preguntaba Akko, frunciendo el ceño, toda la gente salía corriendo apresurada, con la misma mueca de preocupación-primero Diana, luego la profesora Úrsula, después la profesora Finnegan-comentó, enumerando a las tres, con sus dedos.

-¡Akko!-llamó una voz potente, la castaña se asustó, dando un pequeño briquito-¿has visto a Diana?-preguntó un poco más calmada, pero con voz demandante.

-ah, Hanna eras sólo tú-expresó la pequeña brujita, castaña, soltando un gran suspiro-sí, la vi esta mañana, pero salió corriendo, antes de que pudiera decirle buenos días-reveló, frunciendo el ceño, ante la confusión.

-ya veo...-respondió Hanna, de manera seria-g-gracias-agradeció, a la castaña claro, todavía le costaba trabajo, aceptar que Akko era una buena bruja y la mejor amiga de Diana.

La chica de apellido Englad, se fue a reunir con Bárbara una de las amigas de Diana y su amiga, las dos traían el mismo listón que Diana, de color azul, por lo cual era bastante obvio que Diana se llevara bien con esas dos. Hanna habló un poco con Bárbara, algo que Akko no logró escuchar, cuando la castaña claro, terminó de hablar, la pelinegra guió su mirada hacia el equipo rojo.

-ojalá y Diana esté bien, no la he visto muy bien estas últimas semanas-comentó Bárbara, lo suficientemente alto, como para que Akko lograra escuchar.

[...]

Ya tocaba la clase de Filosofía Mágica, todas las alumnas murmuraban hacerca de la falta de Diana, era muy raro que la rubia faltara a todas las clases del día, pero a quien más le preocupaba esto era al equipo azul, rojo y verde.

-es rubia...-se quejaba Amanda, apretando los puños-¡no puedo creerlo!, justo hoy nos toca presentar el proyecto y la oxigenada no viene a clases-seguía con sus quejas, dando uno que otro golpe al escritorio.

-muy bien, hoy presentarán el proyecto-decía la maestra Piscis, nadando en su pecera-señorita O'neill, debido a que la señorita Diana no está, le daré una oportunidad de presentarlo en cuanto su compañera se sienta mejor-ante el aviso, Amanda victoreó mentalmente, aunque físicamente, sólo mostró una sonrisa de satisfacción.

-profesora, ¿acaba de decir "hasta que se sienta mejor"?-preguntó una confundida alumna.

-o-oh sí, l-lo que pasa es que Diana pescó un resfriado-comentó nerviosa la maestra. La risa de Akko interrumpió la pequeña conversación.

-escucharon pescó, pero es un pez-decía en un murmullo, la profesora Picis no dijo nada más hacerca del tema.

[...]

-tenemos que detenerlo-habló preocupada la profesora Miranda.

-sí, ¿pero cómo?-preguntó Finnegan, mirando con ojos miedosos a la directora.

-¿tiene alguna idea maestra Charriot?-preguntó Miranda, mirando a la pelirroja.

-no...aún no-contestó la pelirroja, dejando caer algunas lágrimas.

-no hay forma de pararlo-habló Diana, por primera vez, en toda la conversación, sorprendiendo a todas-sólo dejen que pase.

Un Último Adiós Donde viven las historias. Descúbrelo ahora