Akko miraba con terror a Sucy, quien había estado callada la última media hora, las demás esperaban pacientemente a que la amante de los hongos les dijera cual sería el plan y los lugares que ocuparían en el. La castaña se revolvía en su lugar, de vez en cuando le lanzaba miraditas a Lotte en seña de que la ayudara. Pero la chica sólo negaba con la cabeza.
-Sucy-llamó Akko con la voz entrecortada. La susodicha levantó la cabeza y sus ojos rojizos analizaron a la castaña-¿ya tienes un plan?-interrogó un poco desesperada por saber. Manbaharam sonrió con orgullo.
-claro-contestó con voz ciniestra enseñando sus afilados dientes, dignos de una película de horror.
-¿y se puede saber cuál es?-interrogó molesta Amanda-por dios he estado las últimas dos horas sentada aquí, ya se me ha dormido el culo-dijo sobando su trasero con sus manos.
-este será el plan-dijo Sucy, sonriendo de nuevo, todas las chicas se miraron entre sí con confusión, luego se acercaron a Sucy para oír su malévolo plan.
[...]
Por otra parte Diana, se encontraba sentada debajo de un árbol, el mismo al que recurría cuando se sentía sin salida, miró la sangre en sus manos, ya no estaba asustada como la primera vez que le pasó, cerró sus puños en sangre, intentó levantarse pero se sintió muy cansada, leves mareos pasaron por su cabeza, así que decidió descansar un poco más.
-cada vez se me hace más difícil continuar-se dijo así misma, sonriendo con melancolía, en su cabeza estaba la única persona por la que seguía en pie. Ojos rojizos, cabello castaño peinado en una media cola, esa sonrisa brillante que amaba ver en ella, pero últimamente no la había visto aparecer; su voz que al principio era chillante e irritante, pero ahora era su suministro de vida, su delicado cuerpo, todo de ella le encantaba-Akko...-fue lo último es que dijo antes de quedarse dormida debido al cansancio.
[...]
-maestra Charriot, ¿puede venir por favor?-pidió Finnegan, la pelirroja se volteó a mirarla con algo de miedo.
-¿q-qué sucede profesora Finnegan?-respondió la contraria, apegando los libros a su pecho.
-¿podemos hablar sobre Diana?-preguntó la profesora, con tono y mirada seria. Charriot cambió completamente su actitud ante la pregunta.
-vayamos a un lugar más privado-pidió la pelirroja, comenzando a caminar hacia su cuarto, siendo seguida por Finnegan.
[...]
-¿por qué no viene?-preguntó Akko desesperada, todas aguardaban ansiosas a que Diana pasará por esa puerta-es la hora, ¿entonces por qué?.
-creo que la misma trampa no fungiona dos veces contra Diana-comentó Lotte, con tono bajo y un poco escondida.
-no, debería de, aquí está el frasco...-agregó Hanna, agarrando el pequeño frasco con pastillas.
Unos pasos apresurados sonaron en el pasillo, las chicas entraron en pánico, pegandose las unas a las otras para poder esconderse, entre ellas Akko y Amanda, habían chocado frentes. Cuando voltearon a la puerta, la profesora las veía de manera confusa, su mirada se concentró en el frasco de la mesa y después pasó por todo el cuarto, encontrando los terribles intentos de las brujitas por esconderse.
En el estante se podía ver una gran cantidad de mechones color morado, debajo de la cama dos traseros se podían ver, tres personas estaban "escondidas" en las paredes, se apegaban a ella como si fuesen invisibles y las otras tres restantes si supieron como esconderse, las cuales eran Akko Hanna y Amanda, quienes fueron más congruentes. Akko se escondió debajo del escritorio como la última vez, Amanda y Hanna se escondieron en el closet de la última.
-¿chicas que hacen aquí?-interrogó Croix, apoyándose en el marco de la puerta, las brujitas salieron de su escondite, excepto Akko, Hanna y Amanda.
-bueno, éste es mi cuarto-respondió Bárbara, riendo nerviosamente.
-no le refiero a eso, las clase ya comenzaron, es mejor que se vayan-ordenó la profesora, dando un guiño a las chicas.
-al menos lo intentamos...-comentó Sucy, encogiéndose de hombros y saliendo del cuarto, siempre manteniendo su paso lleno de hastío.
Mientras Hanna y Amanda tenían complicacione en mantenerse en su escondite.
-¡Amanda, me estas enterrando tu codo en mi cuello!-se quejó Hanan en un susurro, sintiendo la cálida respiración de la contraria.
-¡si no fueras tan enana, no tendríamos estos problemas!-devolvió Amanda, intentando quitarse toda la topa de la cara.
Por otra parte Akko, siguió con la mirada a su maestra, quien tomó el frasco de medicamentos y luego hizo una llamada.
-si, cariño, no encontré a Diana..., obvio que la busqué por toda la academia...sigo sin estar de acuerdo, bueno te amo...nos vemos-después de cortar la llamada, la profesora salió de la habitación sin más, llevándose el frasco con ella.
-¿encontrar a Diana?-murmuró Akko, saliendo de du escondite, escuchó unis ruidos en el closet, se acercó y abrió la puerta. Aunque no esperaba ver a las dos chicas en una pocision comprometedora.
Amanda tenía una mano apoyada en el pecho de Hanna, mientras que su rodilla hacía presión contra la vagina cubierta por el calzon de Hanna. Por otra parte, Hanna tenía un enorme sonrojó y sujetaba fuertemente los cabellos de la colorida. Las dos voltearon a ver a Akko, al sentir que la luz las invadía de nuevo.
-Akko...-expresó Hanna incrédula, su voz salió más como un pequeño gemido, debido a que Amanda había movido su rodilla-¡maldición Amanda no te muevad así!.
-oh...yo ¡l-lo siento!-gritó Akko antes de cerrar la puerta del armario y corres hacia la salida del cuarto.
-¡no! ¡Akko, no es lo que piensas!-gritó Amanda, al momento en que la castaña cerró el closet-¡Akko sacanos de aquí! ¡no podemos abrir por nuestra cuenta!-gritaba Amanda, empujándo el closet una y otra vez.
-Amanda alto...¡Amanda detente o harás que nos caigamos!-gritó Hanna, sin poder moverse. Pero la chica del equipo verde no hizo caso y siguió empujando. De un movimiento a otra las dos se estrellaron contra las puertas del armario, Hanna había tenido razón, el maldito closet se había caído.
-genial, ¿ahora qué se supone que hagamos?-preguntó al aire Amanda, volteando a ver a Hanna, pero la chica no respondía, apretaba sus labios y cerraba los ojos-¿te pasa algo enana?.
Hanna negó con la cabeza, aún sin abrir los ojos y la boca, sus puños se cerraron y Amanda sintió el cuerpo de la England titiritiar una y otra vez.
-¿qué es lo que te pasa?-la colorida se movió, provocando que Hanna no aguantase más, dejando salir un sonoro gemido-¿WTF?.
-A-Amanda, p-podrías...ahh...q-quitar tu rodilla de a-a-ahí-pidió a duras penas la castaña, mirando con cierto enojo a la más alta. Que se sonrojó y al instante la quitó de un movimiento-gracias...-susurró apenada removiendose un poco para quedar más cómoda.
-l-lo siento-se disculpó Amanda, pidiendo ayuda mentalmente. Además de maldecir a Akko, por haber confundido la escena-recordatorio, nunca esconderse con alguien más en un closet.
-conguerdo contigo-respondió England, dejando salir un bufido.