Capítulo 2:

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Dos brujitas de encontraban en la biblioteca, cada una de ellas parecía estar concentradas en lo que hacían, donal menos eso fue hasta que una de ellas decidió interrumpir el silencioso ambiente.

-¡no entiendo una mierda!-gritó Amanda, estrellándo el libro contra la mesa, había decidido hacer el proyecto sin la ayuda de Diana.

-Amanda, ¡cállate o nos darán otro castigo más!-susurraba Akko, frunciendo el ceño.

-¡maldita rubia, cuando la vea...!-fue cortada por una voz demandante, todo el mundo en la academia sabía a quién le pertenecía esa voz.

-¿cuándo me vieras qué?-preguntó una rubia, con tono serio, tenía los brazos detrás de la espalda y alzaba una ceja adoptando una postura demandante.

-¡Diana!-exclamó con alegría la castaña, dejando de leer el libro que le servía para estudiar-¿dónde estuviste todos estos días?-preguntó curiosa la ojirubí.

-haciendo algunas cosas-respondió con voz cansada, traía ojeras y su pelo estaba un poco despeinado. Amanda se dio cuenta de eso, decidió no decir nada  sobre sus quejas y quedarse con la boca cerrada.

-¿segura de qué estás bien?-preguntó no muy segura de las palabras de su amiga la rubia. Sin duda Akko notaba cuando algo andaba mal con las chicas.

-ya te dije que...-no terminó pues cayó de manera estrepitosa al suelo, alertando a las pocas brujas, que estudiaban en la bibliblioteca.

-¡Diana!-gritaron preocupadas Amanda y Akko, Amanda se acercó al cuerpo tendido de la rubia, moviéndolo de un lado a otro, pero Diana no despertaba por nada. Akko ya desesperada, cargó como pudo el cuerpo de su compañera, saliendo hacia la enfermería.

-¡ayuda!-gritaba Amanda, por los pasillos, en busca de alguna maestra, al mismo tiempo que Akko, cargaba en su espalda a una desmayada Cadvenshi.

-¡Señorita Kagari, Señorita O'neill no corran en los pasillos!-regañana la maestra Finnegan, deteniendo el avance de las dos preocupadas brujitas.

-¡Finnegan-sensei es Diana!-gritó Akko, demasiado angustiada, señalando a su espalda, donde estaba una inconsciente rubia-¡se desmayó en la biblioteca, y no sabemos porque!.

-calma, yo me encargó desde aquí-ordenó la profesora, con un movimiento de varita, se llevó a Diana flotando, hacia la enfermería.

-¿ahora que hacemos?-preguntó Amanda, mirando en dirección por la que se había ido su maestra-¿ir a estudiar?-volvió a interrogar con sarcasmo.

-tal vez debamos preguntarle a Hanna y a Bárbara-comentó la castaña, tomando una sonrisa radiante-seguro ellas sabrán algo.

[...]

-lo sentimos Akko, Diana no ha venido desde hace unos días-comentó Hanna, con ojos melancólicos-ni siquiera sabemos si va a asistir hoy a clases.

-bueno es probable que no vaya, después de ese desmayo creo que se quedará toda la tarde en la enfermería-comentó con un tono vago, Amanda.

-¡¿qué?!-gritaron las dos chicas del equipo azul, levantándose del sillón y mirando sorprendidas a la chica con el pelo de dos colores.

-n-nada-trató de ocultar Akko, con una sonrisa nerviosa, fulminado a Amanda de manera discreta.

Hanna y Bárbara, salieron corriendo de la habitación, sorprendiendo a las dos chicas, por su actitud, creían que irían de manera más calmada, pero no era así. Al llegar a la enfermería, las dos chicas entraron sin pasar, buscaron con la mirada a Diana, pero lo único que encontraron fue una mancha de sangre en el piso y la enfermería desolada.

-no lo entiendo, Akko dijo que estaría aquí-dijo Bárbara, buscando por doquier, cualquier señal de que la rubia había estado aquí.

-¿se les ofrece algo?-preguntó una voz amable, perteneciente a la emfermera del lugar.

-¿dónde está Diana?-preguntó Hanna, frunciendo el ceño-Akko dijo que estaba aquí, pero no la vemos en ninguna parte-siguió, encarando a la emfermera que se veía muy calmada.

-la señorita Diana, acaba de salir a su hogar, tenía cosas importantes que hacer allá-contestó la mujer de bata blanca.

-¿después de un desmayo?-interrogó Bárbara, que empezaba a sospechar, Diana siempre tenía en cuenta su salud y si salía a algún lado les decía a su equipo.

-la señorita Diana, es una chica muy ocupada-explicó la emfermera con una gran sonrisa.

-bien, de todos modos, gracias por recibirnos-agradeció Hanna, jalando a su amiga pelinegra, fuera del lugar. Escuchando un "de nada", como respuesta de la mayor.

[...]

-¿eso dijo?-preguntó Lotte, por todas las chicas presentes, todo esto después de que el medio equipo azul, les contara todo lo que pasó en la enfermería.

-¿ahora que hacemos?-preguntó Akko, acostada en la mesa de la biblioteca-todo esto es muy raro, es como si las maestras supieran algo que nosotras no.

-pero no creo que la emfermera estuviera mintiendo-respondió Hanna, soltando un ligero suspiro.

-bueno, si la emfermera no estuviera mintiendo, entonces no creo que le afecte que le demos una pequeña visita a la rubia de cuarta-ideó Amanda, esbozando una hermosa sonrisa, que llevaba segundas intenciones.

-¡hey! Cuidado O'neill, Diana aún es nuestra amiga-advirtió la chica Englad, defendiendo a su mejor amiga.

-eso puede ser una buena idea, ¿pero cómo llegamos hasta allá?-preguntó Jasminka, a la vez que comía unas galletas.

-volando ¿acaso no es obvio?-preguntó Sucy con sátira-iremos volando.

-¡eso ya lo sé!-respondió avergonzada Jasminka-pero ¿como iremos sin que las maestras se enteren?.

-nos iremos volando, si la vemos ahí, volveremos y ya-respondió Amanda, con simpleza.

-¡¿entonces que esperamos?!-preguntó ansiosa Akko-¡vamos!-gritó saliendo de ahí.

[...]

-las chicas empiezan a sospechar-habló la maestra Charriot-no me gusta estar escondiéndole esto a Akko-siguió, posando su mano izquierda en su brazo derecho.

-debemos hacerlo, ella lo pidió-respondió Miranda, resposando sus codos en el escritorio, de su oficina.

-¡Directora!-exclamó la enfermera, llegando a la oficina-¡hoy Hanna y Bárbara llegaron a la enfermería, creo que ya lo saben todo!.

-¿saber qué?-preguntó una confundida Croix, llegando a la escena.

-Croix...-dijo Charriot, algo incómoda, sin moverse de su lugar.

-¿qué está pasando aquí?-volvió a interrogar la pelilila.

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