SECRETOS | VI ☬

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“Desde las sombras siempre los protegimos"




•••

















| ALICE |




Era extrañó no despertar con un sueño aterrador, pero prefería tenerlos antes que un dolor inmenso de cabeza, y bueno el mérito de la luz del sol traspasar la ventana no ayudaba sentirme bien. Seguir recostada en la cama mirando un lado a otro era pensar en mi tortura del día.

¿Cómo iba vestirme para la fiesta?, Era un lío pensar en un vestido adecuado, absolutamente ninguno que tenía en el armario era precisó, buscaba las opiniones de mi nana, y ella lo único que me dijo fue: "Ese vestido parece de mi época, irás a una fiesta o a la iglesia", logró sacarme varias carcajadas al escucharla. Era tan directa. Contando después de ella con mi única salvación, Rebecka que gracias al cielo tenía tiempo.

Con un leve dolor de cabeza decidí levantarme de la cama en dirección al baño, que después de varios minutos tomados bajaba las escaleras a pasó lento. Pensando en un decir: "Al mal pasó darle buena cara", mi padre repetía constantemente esa frase sonriente, era admirable que después de todo su estrés y problemas continuaba con una sonrisa asombrosa en los labios. Era impresionante. Después de todo mi suerte no era igual que la suya, y lo comprobaba cada instante. Al estar en el último escalón de la escalera mi tobillo se tuerce ocasionando que caiga de rodillas contra la madera.

¡Que suerte la mía!

—"Maledizione" .—exclamó al estar completamente adolorida.

—Se más cuidadosa. —escuchó una voz femenina. Siendo la mujer mi madre, ella vuelve a ignorar. —Levántate... —Pronuncia al estar aún concentrada en el celular.

—Buongiorno mamma. —saludó animada luego de levantarme del suelo, recibiendo de ella solo un movimiento de cabeza —Mamá... Yo... Me preguntaba... Bueno... —Arquea una ceja dejando su celular a un lado del mueble, sus ojos verdes cruzan con los míos, expresándome un vacío. —Hoy es el cumpleaños de Sophía... Y quería saber si ustedes irán.

—No...

Como siempre de cortas palabras. Resignada de que algún día ella, sonría solo me acercó al darme cuenta la existencia de un par de maletas, curiosa solo pienso en los famosos viajes de negocios. Cada vez llegaba a pensar que mis padres jamás me contarían su sospechosos viajes, siempre que preguntaba era un: "No te preocupes" "Volveremos pronto" "Vamos hija no confías en nosotros".

—Buongiorno, figlia. —saluda mi padre al entrar sonriente —¡Caramelo, dile al chófer que también estás maletas! —lo escuchó indicar, señalando a mi nana que debería de hacer.

RENACER | AUGUST ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora