21| Doloroso recuerdo

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Emmy me miraba cautelosamente, se veía soprendida ya que no imaginábamos que nos volveríamos a ver, mucho menos yo

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Emmy me miraba cautelosamente, se veía soprendida ya que no imaginábamos que nos volveríamos a ver, mucho menos yo.

Quería abrazarla, sentir la escencia natural de su cuerpo, decirle cuánto la había extrañado, pero no podía. Por qué a pesar de quererla muchísimo también la detestaba, por el daño que me había hecho a mí, a mi familia. A SU familia.

Sus ojos irradianban de felicidad y conmoción. Aunque estaba atrapada en el cuerpo de una mujer aparentemente mucho mayor, cansada y agotada, con grandes bolsas bajo sus ojos y piel maltratada.

El alcohol, las drogas, las amanecidas, las fiestas, la doble vida que llevaba, todo le había pasado factura a ese bello y fino rostro que poseía, definitivamente ya no quedaba ni una gota de la persona que algún día llegó a ser.

Mi madre era una mujer maravillosa, siempre cuidó de mí, de papá, de mi hermano. Nos amaba como ninguna mujer lo haría y estoy seguro que aún lo hace. Sin embargo, el que nos amase no significaba que no nos ocultase nada y he ahí su peor error. El engañarnos.

Pero lo peor de todo me tocó a mí. Descubrirla.

Atraparla con las manos en la masa.

Mi hermano y mi padre desconocen hasta el día de hoy la verdadera razón de su abandono. Fácil fue hacerles creer que una infidelidad fue la causante de todo. Y aunque en parte fue así, no lo es del todo.

Ese 13 de Mayo lo recuerdo perfectamente, jamás se me olvidará.

Ese día había pedido permiso a mamá para hacer algún trabajo con mis amigos pero no era así. Ibamos a irnos de fiesta, esas de las grandes, gracias a uno de los contactos de mis "amigos".

Estábamos fugándonos, éramos unos críos y lo prohibido era muy tentador para nosotros. Queríamos descubrir y explorar un mundo nuevo, sin saber que me llevaría a la destrucción.

Era muy tarde ya, y me asusté al ver que nos encaminamos a cada vez un lugar más alejado y descampado, traté que no se note mi desesperación por regresar a casa pero me deje influenciar por mis acompañantes y seguimos con el plan.

Al avanzar encontrábamos un espacio amplio lleno de autos, alcohol, drogas y mucho más. Lo aprovechamos al máximo, todo era nuevo para nosotros, y no nos pedían identificación alguna, además de que aparentabamos más edad de la que poseíamos. Esa fue la primera vez que bebí, no me metí nada más, pero para unos críos con las hormonas alborotadas las mujeres jóvenes lo eran todo para nosotros y quizás casi nos enrollamos con aquellas desconocidas. Hasta que todo dejó de dar vueltas para mí.

Había bebido, pero horas más tarde ya estaba lo suficientemente lúcido, entonces la figura que tenía frente a mí no era alguna alucinación. La mujer más importante de mi vida estaba ahí, drogándose, bebiendo y bailándole a un hombre que en definitiva no era mi padre.

Me dolió. Me duele aún.

—Owen...

Mi nombre salió de sus labios apenas en un susurro y eso fue suficiente para mí.

SUSPICACIA (PTCE #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora