Nueve abrazos

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El silencio en la mesa era un poco incómodo.

Evelyn había dejado de llorar y se disculpó con todos por haber cedido a sus impulsos vergonzosos, recibiendo de igual manera disculpas de las tres personas, por no decir cuatro incluyendo a Namjoon, que la hicieron incomodar desde que llegó.

Explicó con cariño que efectivamente su madre era instrumentista en el hospital donde todos los miembros de Bangtan se trataban, siendo una gran coincidencia para todos. No era sorpresa que ahí se hubieran conocido esos dos, de un choque accidental en los pasillos blancos en busca de Coral.

En fin, ahora estaban comiendo en silencio. El único ruido presente era el de los cubiertos chocando contra el plato, y las respiraciones de todos ahí. Sin embargo, aunque el silencio fuera molesto entre ellos no ocurría lo mismo.

Quizá porque Yoongi, a pesar de ser un amargado la mayor parte del tiempo, estuviera molestando a Namjoon en secreto y Jimin viera todo, pero sin atreverse a delatar a su hyung ojos de gatito, riera divertido llamando la atención de una curiosa Evelyn.

— Evelyn-ah... ¿Podemos decirte así? —preguntó Seokjin, con su plato ya terminado y una dulce mirada sobre ella. Había sido quien tomó la iniciativa de crear una amena charla.

— S-sí, por favor.

— De acuerdo, Evelyn-ah. ¿Qué tal tus estudios?

— Oh, bien, supongo. A veces tengo problemas con el coreano, hay palabras que aún no conozco y que a veces usan mis maestros, pero aprendo con rapidez. —dijo orgullosa, siendo notable por el brillo en sus ojos y el abandono completo de la timidez. — Jungkook me ayuda mucho con varias de mis tareas, es más confiable que el traductor en Google. —varios de ellos rieron, más que nada por recordar la boleta de graduación de su maknae.

— ¿En serio?~

— ¡Sí! Pero siempre me pide abrazos a cambio. —hizo un tierno puchero, riendo con gracia cuando atrapó a su novio. Definitivamente iba aprovechar ese momento para avergonzar a su novio, tenía muchas ganas de hacerlo. Su mamá lo hizo con ella, ella debería hacer lo mismo. Darle un empujoncito a Jin. — Es muy cariñoso~

— ¡Yah!

— Oh~ Kookie es un buen novio~

— ¡Hyung!

— Debieron verlo~ Kookie le tomaba la mano mientras conducía~

— ¡Yah, en serio!

La paz pareció volver al lugar, porque las burlas contra el maknae iniciaron y no se detuvieron hasta que uno por uno fue avergonzado por la  madre del grupo.

Había varias cosas que ella, como buena ARMY, sabía, pero escuchar los detalles de la boca de Jin-omma era genial.

Le contaron de la vez que Taehyung se quedó encerrado en el baño de su primer departamento, todo porque entró dormido y le puso candado desde dentro, sin ser consciente de ello y comenzando a llorar del pánico por no poder salir. O de la vez que Yoongi se quedó dormido en la camioneta y cuando todos bajaron dijeron estar completos, llevándose al chico de Daegu de vuelta a la empresa hasta el día siguiente, donde lo encontraron enfurruñado en su estudio y de muy mal humor por ser abandonado de esa forma. Primero encerrado en la camioneta, luego en el estacionamiento y al final dentro del edificio.

Fue muy entretenido de oír.

También la vez que se metió una rata a la habitación de Hoseok y en medio de la noche se escuchó tremendo grito de auxilio, despertando a todos y luchando al mismo tiempo con deshacerse del roedor sin matarlo, porque Taehyung lloraría si lo hacían.

Había muchas historias divertidas, y ya era tiempo que Evelyn contará la suya con Jungkook.

— Una vez Jungkookie me ayudó a lavar la ropa en casa. —al instante dichas esas palabras, el castaño perdió toda sonrisa de su rostro. — Me ayudó a pasar la ropa a la secadora, pero cuando cerró la escotilla su camisa quedó atrapada, y sin darse cuenta la jaló, rompiendo ésta a la mitad. —Jungkook intentó callar su historia, anticipando a los chicos por lo que ocurriría a continuación. — Y así salió a la sala, encontrando a mamá entrando y él con el pecho desnudo. Fue muy divertido, porque mamá no se asustó ni gritó nada por su aparente semi desnudes, en cambio solo sacó de su bata de hospital un condón, se lo dio y se fue a dormir, como si fuera lo más normal del mundo ver a Jungkookie sin camisa en nuestra sala.

Fue imposible no reír, porque la imagen era muy clara en sus mentes. Por dios, ellos sabían lo penoso que era el castaño. En una situación así de comprometedora y mal pensada por la madre, lo más obvio era que Jungkook intentará explicarse sin esperar para nada que ella lo dejara así y se fuera a dormir.

Sin duda era lo más vergonzoso que pudo haberle pasado en presencia de su querida suegra.

— ¿Y ustedes...? Ya saben...

Evelyn no entendió la pregunta, creyendo aún que tenía que ver con su historia vergonzosa del castaño. Sin embargo el otro sí lo hizo, porque negó con vergüenza y cubrió su rostro, en señal que les explicaría luego con más detalles.

Por ahora quería que la cena terminará, y el pudiera hacerse bolita en un cama.

Libre de esos ojos que más tarde lo molestaría por el resto de la noche, y el día siguiente.

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(9/12)

Perdón la tardanza, en seguida publico el siguiente~

Abrazo. » Jeon JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora