VII

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A Jungkook le hubiese gustado sentirse al menos un poco culpable por aquellas palabras, pero no lo sentía.

El sólo hecho de ver los ojos de Taehyung frente a el, brillando y observando la emoción de a poco surcar sus facciones hacía que todo se sintiese correcto.

Aunque estuviese jodidamente mal.

¿En qué universo eso podía ser lo correcto? Iba a cortejar a otro omega, siendo consciente de que el ya tenía a su pareja.

Taehyung estaba peor, se odiaba en ese momento por sentirse feliz y emocionado, sabía que Jungkook ya tenía su omega, entonces ¿Por qué le había dicho aquello? Peor aún ¿Por qué no había ni un poco de duda en su mente ante aquella confesión?

—Y-Yo... Jungkook, tu... Tú omega... —La voz de Taehyung sonó demasiado insegura, de repente el miedo lo atacó y Jungkook trabajó en una respuesta rápida.

—Haré que funcione, yo... Eres mi pareja predestinada, Tae... Quiero intentarlo... —Jungkook no sabía si había logrado expresarse con claridad, pero la tranquilidad lo invadió cuando observó el ceño de Taehyung aflojarse y sus labios le dedicaron una bonita sonrisa.

— ¿Cómo podría decirte qué no? —Taehyung se sentía cómo una colegiala enamorada, su lobo brincaba de felicidad y el aroma que emanaba de él era de placer puro.

Jungkook no lo pensó antes de tomar las manos de Taehyung sobre la mesa y llevarlas hasta su labios para besar sus nudillos, y sintió la aprobación de su lobo en su interior, enfocándose en ese sentimiento e ignorando a su subconsciente que le reclamaba por lo que estaba haciendo.

La cena continuó de manera amena, comieron entre risas y miradas coquetas, Jungkook había descubierto qué Taehyung se sonrojaba con facilidad y que se veía extremadamente hermoso haciendo lo que fuese, sus brillantes ojos azules eran hipnotizantes y lo hacían suspirar, su sentido del humor era natural, su risa era relajante y sus ojos eran la calma en un día de tormenta, sin duda era todo lo que Jungkook necesitaba ¿Por qué no había aparecido antes?

Cuando se levantaron de la mesa Jungkook posó su brazo en la cintura del pelirrojo y aspiró su aroma por octava vez en la noche, el pelinegro estaba seguro de que las feromonas de Taehyung serían capaces de calmarlo hasta en el peor momento.

Cuando estuvieron dentro del auto se examinaron mutuamente durante varios segundos, en silencio, inundando el auto de distintos aromas y sintiendo sus lobos regocijarse en su interior, Jungkook acarició la mano de Taehyung con suavidad y encendió el auto, mantuvo sus manos juntas, apartándola solo cuando iba a mover la palanca de cambios.

Taehyung estaba feliz, una pequeña sonrisa en sus labios qué no desaparecía, sabía perfectamente en lo que se había metido, pero por ahora no le importaba demasiado, solo quería estar junto a Jungkook y eso sería lo que haría.

—¿Te gustaría salir mañana? ¿O prefieres esperar hasta el fin de semana? —Preguntó Jungkook cuando estaban por llegar al departamento de Taehyung sacando al pelirrojo de sus pensamientos quien rápidamente lo miró con una sonrisa dulce.

—Mañana está bien, este fin de semana vendrá Hyunjin y no sé si tendré tiempo para algo qué no sea él. —Taehyung respondió con humor y Jungkook sonrió y asintió levemente con la cabeza.

—Pasaré mañana por ti alrededor de las cinco, podemos ir al cine o a donde quieras. —El auto se detuvo frente al edificio y Taehyung observó por la ventana las calles poco transitadas debido a la hora.

—El cine suena bien. Entonces, te veo mañana. —Taehyung se quedó quieto algunos segundos, cómo esperando, la mirada de Jungkook se posó sobre sus labios y relamió los propios, el pelirrojo tenía una idea del pensamiento que pasaba en esos momentos por la cabeza del contrario.

I reborn for alpha | KookTae | OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora