-Estás destinado a la grandeza, y a hacer muchas proezas...
-No olvides que eres mi luminiscencia, hijo amado de todas estas tierras -completó por decir Robin, y sus ojos se llenaron de lágrimas-. Mamá, en verdad eres tú.
-Señor, no podemos confiar en ella. ¿Como sabemos que no es una trampa digital? -preguntó Jack escéptico, en una muestra de desconfianza notable. El resto dudó con sus miradas.
-Mamá me recitaba un proverbio personal todas las noches antes de llevarme a la cama. Lo que acaban de escuchar son sus últimos versos, y nadie conocía de su existencia. Aunque sea difícil de creer, está viva. Está viva-repetía Robin como disco rayado. Su última hora había sido una locura: un ataque desconocido acabó con parte de su tripulación, asesinaron a la persona que amaba y ahora tenía que esforzarse para mantenerse de pie, ¡puesto que su madre estaba viva!
El asombro se había trasladado al resto del equipo, que se mostraba totalmente anonadado por la escena. Era ya una cuestión de entendimiento nula, donde todo parecía ser una incoherencia constante y donde parecía que las respuestas no estaban a la vuelta de la esquina.
-Te veré pronto, hijo amado. Resiste -concluyó la mamá de Robin, quien le echó un beso de despedida. Luego la llamada se cortó abruptamente y la líder guardó el dispositivo.
-Debemos irnos ahora, Robin. No nos queda mucho tiempo -repitió Marcela, que se mostraba impaciente pero muy segura de sí misma. Su equipo custodiaba la zona con mucha precaución, intentando percibir hasta la más mínima anomalía.
-Jack, abre la compuerta. Nos vamos de aquí -ordenó Robin, y su segundo no tuvo más remedio que cumplir con los deseos del Capitán.
-Por favor, pídele respuestas, Robin. Aún no sabemos qué sucedió aquí -pidió Morris con sutileza. Inconscientemente todos habían formado un círculo.
-Será lo primero que haga, contramaestre -contestó Robin en una respuesta fría, inexpresiva.
-No hacía falta contestar como un idiota -susurró Morris para que nadie pudiera oírlo mientras se mordía su labio con malestar. ¿Acaso su mejor amigo se había olvidado quién lo puso de vuelta en órbita?
Jack abrió la compuerta y Robin y Marcela estrecharon sus manos por primera vez. Allí el resto por fin supo que ya no corrían peligro.
El capitán le dedicó una última mirada compasiva al cuerpo de Viena. Marcela supo exactamente qué es lo que estaba pensando.
-Nos haremos cargo de ella. Tendrá la despedida que se merece -agregó la nueva colega de Robin, quien había tomado el control de la situación con absoluta delicadeza.
Así empezaron a caminar a pasos agigantados. En su camino podían encontrarse decenas de cuerpos sin vida y una calma que en la última hora no se había sentido. Lo único que podía escucharse era la alarma de los camarotes resonar una y otra vez, y cómo las luces de emergencia parpadeaban constantes. Robin comenzó a sentir un vacío mayor que el de ver a su amada morir, y entendió de una vez por todas que el barco que estaba a su mando era ahora un cementerio, no solo por los muertos, sino en espíritu. La oscuridad había tomado todo.
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Supervivientes #1 | La influencia del capitán
AventureEl navío de la Marina Real Británica liderado por el capitán Robin se convierte en masacre al ser atacado por un grupo de traidores de su tripulación. Cuando parece que la muerte es segura, unos individuos que se hacen llamar la Resistencia, los res...