¡¡Amo a los chicos Coreanos!!

Mino

Me moví sintiendo el frío en mi hombro, esto de tener la estufa rota estaba poniéndome de mal humor y cada día estaba peor.Pero al moverme me sentí atascada. Esperé unos segundos para sentir mi cuerpo y encontré el problema.- Mino. - Murmuré con vos ronca.- ¿Hmm? - El sonido habia salido de lo mas profundo de su garganta, un sonido seco y gutural.- Estas en modo humano otra vez. - Susurré adormilada. Su mano se movio en mi estómago, presionando sus dedos en este. Suspiró.- Carajo. - Se quejó. Su cuerpo estaba pegado al mío abrazandome por el estómago, sentía su respiración en mi nuca y sus piernas estaban enredadas con las mías.Yo dormía en corpiño dado que en invierno suelo dormir más calentita si sólo toco mi propio cuerpo, y Mino en su forma de gato dormía en mis pies aunque raramente se escondía debajo de mi frazada.- Mino. - Susurre nuevamente.- Hmm. - Volvió a susurrar con su pecho pegado en mi espalda haciéndome sentir la vibración de este. Debía estar totalmente despeinado y seguro estaba más dormido que despierto.- Siento algo extraño. -Susurré con los ojos abiertos.Sólo unos segundos de silencio, saltó de la cama como tal gato haría.- Lo siento, lo siento. - Repetía una y otra vez. Gore en mi lugar para mirarlo chistosa mientras se tapaba sus partes.Mino vivía la mitad del tiempo siendo gato, ya se había acostumbrado así. Y como tal gato, jamás usa ropa, por ende cuando se convierte en humano, esta tal cual Dios lo trajo a la vida. Completamente desnudo. Y como en el caso de ahora, por sueños que tiene y su sonambulismo, suele convertirse en humano por las noches sin querer. Y esta noche no fue la ecxepcion. Sólo que en otras ovaciones, como lo habia dicho, Mino dormia en mis pies, sobre la frazada, pero anoche por el frío que hizo, lo dejé a duras penas meterse bajo mi tapado... Logrando que esta mañana se despierte primero su amiguito...