Capítulo Tres.

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Un suave suspiro salía de sus labios al pensar en la peliazul, extrañamente cuando ella iba a confesarle la razón de su aborto, entró el enorme guardia con una excusa barata, la cual lo obligó a salirse de ese lugar

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Un suave suspiro salía de sus labios al pensar en la peliazul, extrañamente cuando ella iba a confesarle la razón de su aborto, entró el enorme guardia con una excusa barata, la cual lo obligó a salirse de ese lugar.

Ardía en rabia, eso no había duda.

Había algo en ella que no estaba mal, no parecía enferma, parecía demasiado cuerda y buena con la palabras.

Dejó caer el portafolio sobre su escritorio, aquel portafolio que solo contenía la historia de Bulma, ¿Ella había hecho todo eso? ¿Herir a más de 20 guardias?

" Hay algo que no me cuadra aquí. "

El leve toque de la puerta lo hizo caer en la realidad, — Adelante. — A su oficina se hizo presente la pelinegra, quien traía su cabello suelto sobre su espalda y una mirada lujuriosa.

Espero excitarse, pero no pasó nada en su cuerpo, y cada paso que ella daba sentía la necesidad de pedirle que se fuera, ¿Qué carajos le ocurría? ¡Solo fueron unas horas!

A duras penas correspondió al beso y las insinuaciones de la joven, quien se había sentado ahorcadas sobre su miembro, moviendo sensualmente sus caderas mientras se deshacía de la corbata, ¿Y él? Intentando despertar a su amigo del sueño profundo.

Decidió forzarse a seguir, así que sus fuertes manos fueron a las caderas de la chica, para después devolver el beso con pasión mientras entreabría los ojos, lentamente, hasta que vio claramente lo que tenía en frente, la extravagante pelinegra no se encontraba seduciéndolo, era Bulma, era ella con esa hermosa caballera corta y esa tez tan blanca, que se sintió duro al instante.

Dejándose llevar por sus fantasías se levantó, tomando a la chica por los muslos, para luego colocarla sobre el escritorio sin dejar de besarla, estaba mal hacer esto, pero, estaba loco de deseo por su paciente.

— Vegeta. — El gemido que llevó su nombre lo hizo detenerse, al segundo que abría sus ojos de golpe, notando que Bulma no estaba ahí, no era ella, el cabello azul no estaba ni esos ojos y tez blanca, tan solo era Milk.

" ¡Me lleva! "

Rápidamente se separó de la señorita Ox'satán, dejándola sorprendida, al segundo que sus manos fueron a su cabeza, definitivamente había estado fantaseando sensualmente con su paciente.

" Esto no puede ser. "

 "

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Esquizofrenia. || V.B || ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora